“Esto busca la cuarta transformación: ¡transformar nuestra democracia en tiranía!”
Ernesto Zedillo Ponce de León, presidente de México 1994-2000
Quien justificó la reforma al poder judicial para evitar el “sabadazo” y que la Corte estuviera en manos del presidente en turno; quien presumía ser seguidor de Benito Juárez, un ministro y jurista destacado que fortaleció el poder judicial en México como un poder independiente y un contrapeso a los excesos de los presidentes en el siglo XIX, ese presidente, López Obrador, al final de su sexenio comprobó ser un tirano.
A pesar de que un tribunal colegiado ordenó la suspensión de la publicación de la reforma al poder judicial, en desacato, en las redes sociales del presidente se leía: “un día histórico”, acompañado de un video en el que se le veía firmando el decreto de reforma., publicó lo que le ordenaron no publicar. Un día histórico será, pero por la felonía que representa actuar en contra de la Constitución y sus leyes, un día que será recordado como el peor ataque en contra de México, su democracia y el Estado de derecho.
Las palabras de Zedillo
Pero, justo cuando nadie lo esperaba, un destacado expresidente salió a defender a México. Más allá de filias y fobias, quien tiene memoria de la historia, sabe que Ernesto Zedillo es recordado por sacar al país de la peor crisis económica, que logró crecimiento y dejó las bases de la macroeconomía que nos han permitido salir a flote hasta hoy. Un presidente que abrió la puerta a la democracia y a la alternancia política, que dejó importantes reformas que permitieron claridad en las reglas del juego y que al terminar su mandato se dedicó a la docencia y a guardar un respetuoso silencio sobre la actuación de los presidentes que lo sucedieron.
Sin embargo, esta vez habló fuerte sobre lo que está sucediendo en México y expresó su preocupación que es la de la mayor parte de los mexicanos, que la 4T está convirtiendo nuestra democracia en una tiranía.
Zedillo ha sabido mantenerse y ser congruente a su convicción, la democracia y la justicia para México, por lo que en estos días declaro: “Pienso que suspender, de manera excepcional, mi regla de autocensura, en este foro se justifica por una razón muy triste: nuestro Congreso federal acaba de aprobar -y ha sido ratificado por una mayoría de legislaturas estatales-, un conjunto de reformas constitucionales que destruirán el poder judicial y, con ello, enterrarán la democracia mexicana y lo que quede de su frágil Estado de derecho”.
El expresidente, un economista con reconocimiento internacional explicó con claridad las razones por las que llevo a cabo su reforma al poder judicial, cuando México no contaba con una auténtica democracia, dado que el gobierno tenía la opción de ejercer el poder de manera arbitraria y errónea con impunidad jurídica y política por la ausencia de controles y contrapesos adecuados en el Congreso y el poder judicial: por supuesto, para que la justicia sea realidad, deben cumplirse varias condiciones clave como leyes adecuadas, su aplicación imparcial y un acceso universal y equitativo al sistema judicial.
Esto es lo que acaba de eliminar Andrés Manuel
Y como el propio Zedillo lo afirmó, la reforma que él propuso en su momento se debatió con todos: “En mis encuentros con los legisladores, la premisa fue siempre el diálogo con todos los partidos, jamás la imposición. Con modificaciones introducidas por el Congreso mismo en ejercicio de sus atribuciones, la reforma de 1994 significó una ruptura con el pasado semi autoritario de México, facilitado por una Corte esencialmente subordinada al presidente. Corregir esa anomalía antidemocrática fue un objetivo principal de dicha reforma.”
“Ahora ya sabemos por qué se postulan como la cuarta transformación. En realidad, no hablan de la Independencia, la Reforma y la Revolución. Se refieren a las felonías que transformaron esos episodios extraordinarios y promisorios de nuestra historia en tragedia para la nación. Esto es justo lo que busca la cuarta transformación: transformar nuestra democracia en tiranía”.
“Estas palabras están escritas a la luz de la historia de México y los avances logrados hasta hace unos años en materia de democracia y justicia. Estoy consciente de que la reacción del presidente será, como siempre ante quien disiente, critica o piensa distinto a él, la calumnia, el insulto y la amenaza”.
Dejo en este espacio parte de la ponencia que el Dr. Zedillo ofreció en la sesión inaugural de la conferencia anual de la International Bar Association, justo el mismo día en que AMLO cometió el peor de los actos de tiranía, violando la disposición de un tribunal que impedía la publicación de la reforma al poder judicial.
La burla
La burla del presidente López Obrador cala. No puede ser gracioso decir, en pleno informe de gobierno que el sistema de salud que tenemos ya es mejor que el de Dinamarca para luego, bromear con los “periodistas” de la mañanera que era para “dar la nota”. La tragedia de millones de mexicanos sin acceso a la salud, de las muertes de niños con cáncer sin tratamientos es una realidad, es jugar con la esperanza. Se burló también de las masacres y hasta la carcajada soltó y cerró su última ceremonia del grito a son de “El Sinaloense”, sin importarle la grave situación que atraviesa la población en Culiacán y otros muchos municipios.
Es el poder de la tiranía, la burla y el desprecio a lo que juró proteger y respetar cuando tomó posesión como presidente, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen.
X: @diaz_manuel