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El expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León participó junto con el exmandatario español José María Aznar en el evento anual de Actinver este miércoles 24 de enero, en donde el eje central de la ponencia del hoy empleado de Citigroup y de Union Pacific, fue el “riesgo de los gobiernos populistas”.
Es irónico pensar como uno de los presidentes que menos resultados dio en una administración, y que sus decisiones todavía afectan a los mexicanos, quiera venir a dar consejos.
El ex funcionario mexicano que aplicó una política económica cuando fue presidente de México basada en el mercado, la apertura comercial y las privatizaciones, señaló en su ponencia que “cada que algún político que no entiende algunas cosas y quiere insultar a alguien, le dice neoliberal” y llamó a la ciudadanía a defender la democracia y frenar “el avance de los regímenes populistas”. “Para tener democracia, necesitamos tener ciudadanos que crean en la democracia, no podemos tener seguidores de culto, fanáticos retrógrados”.
El gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000) se caracterizó un crecimiento mediocre del Producto Interno Bruto (PIB), continuas depreciaciones del peso mexicano frente a las monedas extranjeras, una inflación desatada, aumentó de la pobreza.
En el gobierno del zedillista, la depreciación del peso frente al dólar fue del orden del 174.5%, el priista recibió la divisa mexicana a 3.41 pesos por moneda estadounidense, sin embargo al termino su mandato el tipo de cambio llego a los 9.36 pesos por dólar.
Mientras que la inflación acumulada en ese sexenio fue del orden del 225.12% junto con un deterioro del salario mínimo y aumento de la economía informal, lo que provocó un brutal aumento de la pobreza.
El rescate bancario que hizo el gobierno federal en 1998 y que es conocido como Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) dejó una gran deuda a varias generaciones de mexicanos, al convertir perdidas de bancos privados en adeudos públicos.
Para darnos una idea de lo que nos esta costado a los mexicanos el rescate bancario “se tiene contemplado para el año 2024 además de los recursos presupuestales asignados al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), que sustituyo al Fobaproa, por un monto de 62 mil 489.4 millones de pesos, la necesidad de recursos para hacer frente a las obligaciones de pago del instituto que ascenderían a un monto de 254 mil 448.5 millones, dicho monto se cubrirá con la emisión y colocación de Bonos de Protección al Ahorro (BPAS o Bonos) en el mercado nacional, por un total de 254 mil 800 a valor nominal”.
El Fobaproa fue creado en 1990 por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Después, en 1994 tras la llegada de la crisis económica más grave de la historia moderna de México, se dispararon las tasas de interés y el tipo de cambio, además de que la mayoría de los créditos se hicieron impagables. Esto puso en riesgo la liquidez de los bancos y fue cuando el expresidente de México, Ernesto Zedillo, decidió activar este fondo en 1995. Para marzo de 1998, Zedillo Ponce de León notificó al Congreso de la Unión la existencia de un pasivo por 552 mil millones de pesos resultado del rescate bancario, y propuso convertirlo en deuda pública.
En 1999 con la entrada en vigor de la Ley de Protección al Ahorro Bancario y la creación del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), este organismo paso a administrar los pasivos derivados de los apoyos que en su momento otorgó el gobierno federal al sistema bancario.
El IPAB asumió la deuda derivada de los apoyos del gobierno a los bancos, ascendiendo para el 31 de diciembre de 1999 dicha deuda a 688 mil millones de pesos, que equivalían al 11.29% del Producto Interno Bruto de ese año.
El rescate bancario hoy nos enteramos, tuvo la colaboración de Felipe Calderón como presidente del PAN y la decisión estuvo plagada de corrupción, al descubrirse que algunos de los bancos que se verían beneficiados por el Fobaproa estaban involucrados en casos de fraude, evasión fiscal, y malas prácticas bancarias por parte de algunos empresarios. Los casos más sonados fueron los de Carlos Cabal Peniche, propietario de Banca Cremi y Banco Unión; el fallecido Jorge Lankenau, dueño de Banca Confía y Ángel Rodríguez “El Divino”, propietario de Banpaís.
El expresidente Zedillo no solamente tomó la decisión de rescatar a los banqueros, también endilgó a los mexicanos la deuda de las empresas privadas que fueron concesionarias de autopistas y que se conoció como el rescate carretero.
Los concesionarios de carreteras estaban sumamente endeudados y con graves problemas financieros, por lo que en 1997 el gobierno del presidente Ernesto Zedillo decidió recuperar 23 de las 52 autopistas, asumiendo la deuda de los concesionarios por 58 mil 123 millones de pesos, las empresas que más se favorecieron con esto fueron Trituradora Basáltica y Derivados (Trivasa), ICA y GMD.
En 1995 en el apogeo de las políticas económicas neoliberales en México, el presidente Ernesto Zedillo inició el proceso de privatización de los ferrocarriles mexicanos mediante la figura jurídica de la concesión.
La privatización de la red ferroviaria del país, no representó para México un buen negocio ya que estas concesiones fueron otorgadas a muy bajo precio, por muchos años y dejo al país casi sin ofertas para el transporte de pasajeros, ya que estas empresas concesionarias solo se dedican al transporte de mercancías, además de que, si bien se acabó con el monopolio del Estado, se convirtió en un mercado oligopólico privado y dominado por empresas extranjeras.
El gobierno del presidente Vicente Fox, pagó en 2005 casi 13 mil millones de pesos por concepto de devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA) más intereses moratorios a Kansas City Southern.
Al revisar la cuenta pública de 2005, la Auditoría Superior de la Federación llegó a la conclusión que el gobierno no debió haberle devuelto nada a TFM, pues ésta nunca acreditó haber pagado ningún monto de IVA cuando le compró al gobierno mexicano, en 1996, el 80% de las acciones del Ferrocarril del Noreste según el artículo 9, fracción séptima de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, el cual plantea que la venta de acciones no causa IVA ni tampoco el título de concesión ni el arrendamiento financiero, según el artículo 1 de la misma ley, aun así, TFM solicitó desde 1997 la devolución de 2 mil 111 millones 111 mil 800 pesos que, tras un largo litigio con los gobiernos de Zedillo y de Fox, para 2005 ya ascendían, por recargos, intereses y actualizaciones, a 12 mil 965 millones 742 mil 200 pesos.
El expresidente Ernesto Zedillo, quien fue el que llevó a cabo la privatización de los ferrocarriles ahora es integrante del consejo de administración de la empresa ferroviaria Union Pacific.
Por la privatización del ferrocarril el Estado mexicano obtuvo aproximadamente 1,400 millones de dólares, pero solamente el pago a la empresa ferrocarrilera estadounidense por el pago del IVA fue del orden de 1,100 millones de dólares, además de que el país se quedó sin trenes para pasajeros.
La política económica que aplico el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León fue un fracaso y sus errores y mal gobierno le sigue costando a los mexicanos.