El ex presidente Ernesto Zedillo, tras haber publicado ese impecable artículo “México: de la democracia a la tiranía” en la revista Letras Libres, y su entrevista en Nexos, ha vuelto a la conversación pública. El lector seguramente recordará que fue el propio exmandatario que había decidido, una vez concluido su periodo presidencial en aquel lejano 2000, retirarse de la vida política y dedicar su tiempo y talentos a la enseñanza. Sin embargo, decidió, desde el avance de la reforma judicial, volver al conversatorio.

El texto de Zedillo en Letras Libres les ha sentado muy mal a la presidenta Sheinbaum y a sus correligionarios. Y peor les ha sentado por tratarse de esa revista, cuya dirección está en manos de otro detestable para el régimen: Enrique Krauze.

La presidenta y los propagandistas, fieles a la vieja estrategia morenista de denostar al mensajero para restar legitimidad al mensaje, han recordado los sucesos lamentables del gobierno de Zedillo.

No han omitido, desde luego, las menciones al Fobaproa, recurriendo a ese rancio discurso de la pseudo izquierda mexicana sobre un supuesto rescate de un grupo privilegiado de banqueros, cuando se trató, en realidad, de una complicadísima decisión económica dirigida a salvaguardar el sistema bancario, y con ello, los ahorros de los mexicanos.

¿Fue el Fobaproa una dura decisión? Sin duda. ¿Necesaria? También. En el pasado he hecho una analogía en medicina. El Fobaproa fue el equivalente a la difícil decisión de un cirujano de amputar una pierna gangrenosa para evitar la propagación de la infección y así evitar la muerte del paciente.

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Sin embargo, la auto proclamada 4T, rescatando la vieja propaganda, vuelve una y otra vez a tergiversar la realidad y razones del Fobaproa, a la vez que simplifican hasta lo absurdo una de las más duras decisiones tomadas por personajes como Ángel Gurría y el propio Zedillo ante un panorama económico extraordinariamente complejo.

El texto de Zedillo no tiene desperdicio. Una vez más, igual que como lo hizo tras la aprobación de la oprobiosa reforma judicial, ha denunciado la demolición de un sistema de justicia y la búsqueda de la captura, por parte del régimen, de la totalidad de un poder de la Unión, amén de la destrucción del régimen de méritos y la intromisión del crimen organizado en los patéticos comicios del 1 de junio.

En esta tesitura, invito respetuosamente al lector a leer el texto de Ernesto Zedillo. Le exhorto a hacerlo con un criterio objetivo, como si el texto fuese más importante que el nombre del autor. Se debe escuchar primero el mensaje. El mensajero es secundario.