La política es el arte de lo posible y hay momentos donde las etapas coyunturales pueden servir para sanar cicatrices o superar prejuicios. Creemos que, en ese sentido, ha llegado la etapa clave para que el presidente López Obrador rompa el cerco que se formó luego de las elecciones intermedias del 2021, cuando una intriga palaciega enfrió la interlocución entre el mandatario federal y el coordinador de los senadores de Morena en la Cámara Alta.
Fue una conspiración maquinada la que llegó a la sede de Palacio Nacional en contra de Ricardo Monreal. Desde ese momento, hasta ahora, el presidente López Obrador no ha tenido comunicación directa con el zacatecano. Es decir, son más de veinte meses consecutivos de veto en que, el líder de Morena en la Cámara Alta, ha permanecido con esa barrera que se formó por una intriga punitiva que algunos llevaron a cabo en el afán de sacudirse la responsabilidad por no saber operar una ejercicio electoral a mediados del 2021 en la Ciudad de México.
Podemos decir que, la comunicación entre el presidente López Obrador, y el coordinador de los senadores de Morena, solamente se pausó. En ese sentido, hay una plena coordinación e interlocución a través del secretario de Gobierno, Adán Augusto López. De hecho, hace un par de días sostuvieron una plática con los legisladores que conforman la alianza Juntos Haremos Historia.
Con ese puente de diálogo, hay coincidencias entre los distintos poderes, eso sí, el zacatecano ha dejado claro que, en este momento, hay un equilibrio de poderes en la República, aspecto que se celebra en una democracia.
Las formalidades entre los distintos poderes han sido de respeto. El más claro ejemplo es la libertad con la que ha actuado el Senado de la República para tomar decisiones. Desde esa perspectiva se han construido Leyes y Reformas Constitucionales que son, ni más ni menos, el sostén de las políticas públicas de la Cuarta Transformación.
Por lo tanto, la relación entre el poder legislativo y ejecutivo, debe ser de plena colaboración y apoyo. Eso es precisamente lo que ha dejado entrever la interlocución principal de Adán Augusto y Ricardo Monreal, que es muy activa por cierto.
Falta, en ese sentido, que el presidente López Obrador rompa esa barrera que se ha formado. Recordemos que la visita del mandatario federal, al Senado de la República, a menudo es común cuando se entrega el máximo galardón en la Medalla Belisario Domínguez. De hecho, luego de las deliberaciones que hicieron las comisiones de la Cámara Alta, decidieron otorgarle el reconocimiento a Elena Poniatowska, el próximo 19 de abril en el pleno del Senado.
En lo que respecta a ese tema, no hay ninguna duda de lo merecido que es para la escritora Poniatowska, se ha ganado a pulso el galardón. La pregunta es: ¿asistirá el presidente López Obrador al Senado de la República? De entrada, hay una probabilidad que dejó abierta el secretario de Gobierno, Adán Augusto, hace un par de días en conferencia de prensa en uno de los salones adjuntos al pleno de la Cámara Alta.
Si es así, sería una decisión de altura la que tome el mandatario federal y, de paso, rompa el cerco que existe o, mejor dicho, los prejuicios que se han formado después de las elecciones intermedias del 2021.
Imaginen las expectativas que levantaría el anuncio del presidente para asistir al homenaje. Además de promover unidad entre los poderes de la nación, el mandatario pondría fin al cerco que injustamente se ha formado. Es, en términos políticos, el momento idóneo para que López Obrador y Ricardo Monreal, vuelvan a convivir juntos en un hecho sin precedentes como lo es La Medalla Belisario Domínguez 2022 que será entregada a Elena Poniatowska.
De ser esto posible, sería un gesto de apertura y piso parejo para Ricardo Monreal, especialmente de manos del propio presidente López Obrador. Le vendría bien al proceso interno de Morena que el mandatario federal rompa ese prejuicio que se generó después de las elecciones intermedias a través de una conspiración contra el coordinador de la fracción mayoritaria de la Cámara Alta. De hecho, las condiciones están dadas porque, en ese sentido, el zacatecano ha refrendado la lealtad al movimiento y se convirtió, desde el mes de enero, en un serio aspirante a suceder a AMLO.
Al interior del partido, ese hecho sin precedentes promovería la unidad y fortalecería el proyecto de transformación del que, en definitiva, el Senado de la República es parte fundamental para sentar las bases de la 4T. Dicho en otros términos, la Cámara Alta es el gran sostén que hizo posible profundizar las Reformas Constitucionales que son una realidad hoy en día.