“Lo que hace insoluble la mayor parte de los problemas no es la dificultad del problema, sino nuestra sensación de pequeñez en el momento de hacerle frente.”

MARIO ALONSO PUIG

“No basta con defenderse. ¡Luego hay que atacar!”

TONI HILL

A la vista de todos, la andanada en medios de comunicación y redes sociales de parte de legisladores y autoridades de la 4t tratando de descalificar la resolución de ayer de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Un error de su parte ya sea por ignorancia, por salvar cara o por mantener la imagen de que el Ejecutivo federal no se equivoca. ¿Sus argumentaciones? Vacuas. Señalan su absoluto desconocimiento jurídico-constitucional.

Hoy escucharemos a López Obrador lamentarse de los ministros del máximo tribunal, de los que votaron para invalidar el Plan B electoral. Dirá que los constitucionalistas defienden privilegios pasados y no permiten la transformación del país. Ya sabemos, los “culpables” siempre son otros.

Pero si de buscar “culpables” se trata deberían señalar a los legisladores de la 4t, al primer mandatario y también destacadamente a quien debería fungir como secretario de Gobernación pero se dedica a la grilla proselitista, Adán Augusto López Hernández.

Si los legisladores morenistas no hubieran violentado el debido proceso legislativo, seguramente la SCJN ni siquiera habría conocido del tema. Mas, en su infinita soberbia, la autodenominada “Transformación” prefirió violar el marco constitucional que nos rige al ni siquiera escuchar a las otras fracciones políticas y llevar la iniciativa de reforma político electoral al pleno.

En términos llanos, lo que hizo el máximo tribunal fue revisar la constitucionalidad de la nueva normatividad y, ante las irregularidades en el procedimiento legislativo, invalidaron lo que se conoce como el Plan B. Mexicanos: no nos confundamos como pretenden legisladores, gobernantes y dirigentes de la 4t.

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Significativo por erróneo, por ejemplo, el tuit de la diputada Patricia Armendáriz: “la SCJN se volvió oposición”.

“No, señora”, habría que responderle. La Corte no pertenece a un partido o a otro. Su deber es defender la Constitución y cuidar que los procesos federales sean conforme a derecho. Eso es lo que no entiende ni esta diputada, ni quienes hoy se rasgan las vestiduras por la decisión a la que —en un primera parte— han arribado los ministros.

La SCJN no está para ser oposición como tampoco para ser aplaudidores del gobierno en turno. Está para velar por la Constitución y cuando se violan los mandatos en ella contenidos, señalar los errores cometidos. Como lo que está haciendo ahora, tratar de poner un freno al ansia desbocada de destruir los contrapesos electorales. Si algo se pueden contener esa andanada, se abona a que el INE no llegue tan debilitado a las elecciones del 2024.

Lo anterior no es motivo para pensar que la 4t y López Obrador detendrán su golpeteo y diatribas contra la SCJN y los ministros que invalidaron una primera parte del Plan B. Y si bien asta ahora la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha soportado el embiste diario de las huestes de la 4t en contra de su autonomía, de su conocimiento y tristemente de su defensa de la Constitución, lo que sigue es la continuidad de la ofensiva contra el tribunal.

La propuesta del Plan B fue frenada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, conforme a las facultades conferidas a la misma por la Constitución. Lo hecho por Morena (legisladores) muestra su talante antidemocrático.

La andanada contra la SCJN continuará por parte de López Obrador y la 4t, tal vez se incremente. Es momento de apoyar a la Suprema para que los ministros continúen velando por el Estado de derecho, por la legalidad y para que les corrijan la tarea a los legisladores cada vez que desbarranquen.

Usualmente se comentan las malas noticias, los problemas del país. Lo que hemos atestiguado es histórico. Cuando los ministros de la SCJN continuaron actuando conforme a derecho, apegándose a lo contenido en la Constitución, mostraron una vez más la importancia de la separación y autonomía de los poderes. La SCJN nos dio una buena noticia, aún hay un poder que mantiene su autonomía.

Solo cabe rendir homenaje a los ministros que pararon el Plan B, por mantener su juramento: velar por México, por la Constitución y de todas las leyes que de ella emanen.