PROMETEO
Los escenarios de crecimiento siguen siendo con diferente óptica, para el sector privado se estima en un nivel promedio del 2.4%, en tanto para la SHCP el crecimiento será del 2.8%. Ambos perfilan una desaceleración en este 2024. Año complejo por el entorno internacional y las elecciones en Estados Unidos y México. En nuestro país ya iniciaron las campañas y campanas de festejo por triunfos que ya se dan por adelantado.
Si bien el nearshoring ya ha dado muestra del potencial económico para el país por inversión extranjera, ya sea por reinversión o nueva, este no ha detonado lo suficiente por el tema público de un cuestionado Estado de derecho y por la falta de inversión privada nacional, y a la carencia de impulso en los programas de inversión pública de infraestructura regional, más allá de obras emblemáticas, ya inauguradas pero que aún con resultados incipientes que serán subsidiadas con recursos públicos por varios años o sexenios más.
Tenemos por temas de inseguridad y logística, cuellos de botella que afectan la proveeduría y los precios. Ellos en sectores clave de la industria de exportación, el sector agroalimentario nacional, provocando volatilidad en los precios de los mercados que generar inestabilidad y limitan bajar la inflación, está no baja por decretos presidenciales, sino por la oferta y demanda, así que factores de tiempos desfasados en carreteras por bloqueos, accidentes y malas condiciones de la red carretera, aumento de seguros y casetas, así como cobro de piso y todo tipo de extorsión afectan los precios tanto a las empresas como a las personas.
Ya se acerca la convención bancaria, se apuesta a una recuperación de Acapulco en este tipo de eventos. AMLO y las candidatas a la presidencia estarán presentes en dicho foro. El presidente y el secretario Ramírez de la O, manifestarán que todo va muy bien y que la economía crece como nunca, a menos del 1% del PIB acumulado del promedio de esta administración, por debajo de administraciones anteriores que tanto se cuestionan por corruptas y neoliberales.
Se dirá sin duda que vamos en el camino correcto, que el gobierno ha contribuido con cerca de 1 billón de pesos para impulsar la economía, la cual han dispersado en proyectos de infraestructura como el AIFA, Dos Bocas que sigue sin producir y el desarrollo actual del Transístmico y el Tren Maya. Todos inaugurados pero con diversos pendientes y sin claridad en el ejercicio a discreción de presupuesto.
Sin embargo, el acompañamiento de los grandes capitales y el entusiasmo del sector privado no ha ido en armonía. Lo que significa que AMLO no ha logrado entusiasmar al capital privado nacional. La razón de ello es que en su narrativa diaria el empresario no es pueblo y no lo identifica, pues nunca ha sido empresario que pague la nómina y prestaciones cada quincena, que pague sus gastos operativos cada mes, que pague impuestos al SAT y que compita por mercados y aún con una alta informalidad. Eso al ser algo desconocido, no lo puede ver cómo pueblo. Conocer todos los pueblos del país, no significa conocer a a todos los actores de todas las comunidades del país.
Si bien hay cerca de 22 millones de trabajadores dados de alta en el IMSS, que es un buen dato de empleo formal, sin embargo, tenemos un 55% (35 millones) de trabajadores en la informalidad. Si bien la tasa de desempleo es del 4%, la realidad es que es un dato subjetivo ante la altísima tasa de informalidad. Para tener un mejor contexto de contribución en la economía por cada 100 pesos generados del PIB 78 pesos los generan los empleos formales y 22 pesos la informalidad. Pero sin embargo los informales tienen acceso a programas sociales, escuelas públicas, servicios de salud pública, seguridad pública, alumbrado público, transporte público, toda infraestructura pública, sin costos. La carga es para los formales.
Las candidatas y candidato hasta ahora al igual que las autoridades financieras no generan respuestas y alternativas en ese sentido, pues la mayoría de nuestros funcionarios por más de 3 décadas, han sido académicos y técnicos, bueno y ahora incondicionales militantes de un movimiento político en el poder.
La política económica en nuestro país la han ejecutado mayormente técnicos y académicos, que no han vivido la realidad de los sectores productivos de las MIPYMES, mas allá de los grandes corporativos privados nacionales y extranjeros, y que en la mayoría de las ocasiones cuando salen del gobierno en turno se van de empleados de esas grandes corporaciones o bien se reciclan en el aparato público o a la academia.
En México están dadas de alta como empresas en el IMSS que registran a sus trabajadores 1 millón de empresas, el 90% son MIPYMES, hasta ahora más allá del discurso y la narrativa mañanera no hubo políticas públicas para las micro y pequeñas empresas. Lo que si hubo fue acoso y presión del SAT. No hay estratificación fiscal adecuada y solo las grandes corporaciones hacen el plan fiscal adecuado a sus necesidades.
Para impulsar el crédito productivo en micro y pequeña empresa, se requiere un adecuado Estado de derecho. El letargo y corrupción procesal de los asuntos judiciales por carteras emproblemadas del sector financiero y proveedores, encarece y limita el crédito por la incertidumbre jurídica para recuperar un crédito de manera líquida en el tiempo, lo cual ha provocado la orientación a créditos de nómina y personales. Por lo que el crédito productivo sigue en etapa de espera, pues el poder judicial tiene su pleito con el ejecutivo y no está presionado para mejorar.
La tecnología y las Fintech, son parte del proceso de evolución del sector financiero del país, la digitalización y sus ahorros, es un potencial para simplificar y agilizar trámites, de igual manera debe asociarse a los temas judiciales y a integrar las mejores prácticas, que potencialicen al sector productivo nacional. Pero es clave diferenciar la regulación por perfiles de empresa. No es lo mismo una Sofom para empresas que una para crédito al consumo. Tampoco con un banco o una Fintech. Sin embargo la regulación de CNBV y Condusef han generado presión en los intermediarios sobre su operación, sistemas y capital.
No se trata de fomentar el asistencialismo empresarial, se debe dar claridad con programas adecuados para el sector empresarial, definiendo los apoyos para los sectores que generan exportación y para los que atienden el mercado interno en productos o insumos que sustituyan importaciones, enfocados a MIPYMES regionales que detonen empleos de calidad, que se fortalezca el espíritu emprendedor y el arraigo productivo en las regiones.
En ocasiones me parece que nuestros especialistas del gobierno y del sector privado en materia financiera y económica, incluido el periodismo afín o en contra de esta administración, que analizan y determinan con expresiones técnicas sofisticadas para señalar el éxito o fracaso en el mercado, o ya de plano propagandistas, solo confunden al lector o al que toma decisiones, cuando puedes hacerlo sencillo y simple en tu expresión para determinar que es bueno y que es malo en los asuntos financieros de crédito y ahorro.
Lo macroeconómico con más de 213 mil mdd en reservas, un tipo de cambio en 17 pesos y una inflación subyacente cercana al 5%, pareciera que no hay muchos riesgos. Pero si ves la inflación en las centrales de abastos en productos básicos estos han tenido una escalada a doble dígito, lo cual neutraliza el efecto de aumento en el mínimo que tanto se presume y que al final el que lo paga es el empresario. Hoy un salario mínimo al mes con prestaciones es del orden de 10 mil pesos, al año son 120 mil pesos. Si es una empresa con 4 empleados al salario mínimo debe considerar 500 mil pesos anuales. Cuánto debe pagar de gastos de operación (luz, renta, servicios de comunicación, mantenimiento, etc.) Así que debe hacer su planeación de gastos e ingreso. Con una tasa de referencia de 11.50% anual a 28 días. El costo de crédito no sería menor del 30% anual. Las udis pasaron de 6% en el cierre de 2018 a 8% en enero de 2024, esto es más del 30% de incremento. Así las cosas repercuten los precios en el consumidor final.
Ya tenemos campañas en activo. Se darán promesas y lo que se piensa gusta escuchar. Los programas sociales son un gancho electoral pues el que lo da acusa que el otro no lo dará y así será la retórica electoral. Temas de seguridad, energías renovables, infraestructura regional y logística, poder judicial, educación, salud, agua potable entubada, es lo que la sociedad en conjunto busca escuchar.
Un tema que sin duda tendrá efectos en México es la Ley de prevención de extorsión extranjera, conocida como FEPA. La citada ley da facultades a los fiscales de los Estados Unidos pues tipifica como delito que las personas radicadas en Estados Unidos paguen sobornos o influyan de manera corrupta en funcionarios extranjeros. Aquí hay dos lados de la moneda: el lado de la “oferta”, compuesto por empresas e individuos dispuestos a pagar sobornos, y el lado de la “demanda”, compuesto por funcionarios extranjeros que soliciten o pidan sobornos por sus gestiones. FEPA, por primera vez, criminaliza explícitamente el lado de la demanda. Así que ahora los funcionarios mexicanos tendrán responsabilidad penal en asuntos binacionales ante el gobierno de los Estados Unidos, la pregunta es que pasó en nuestro país con la Ley anticorrupción y la Ley de extinción de dominio para funcionarios públicos mexicanos, hasta ahora muy poco. Será cierto como dice en cada oportunidad el presidente López Obrador que en México ya se acabó la corrupción. Ahí para la reflexión.
X: @MarioSanFisan | PROMETEO (previsión/prospección) | CEO FISAN SOFOM ENR
Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios. Ex presidente nacional AMFE corporativo@fisan.com.mx