Por El Pordiosero
Hugo Alfredo Alonso Ortiz, candidato de la planilla azul al liderazgo de la sección 1 “Limpia y transportes” del SUTGCDMX, ha encabezado concentraciones de apoyo de los trabajadores de las alcaldías Milpa Alta, Tlalpan, Benito Juárez y Coyoacán, que por el alto número de participantes hace tiempo en la ciudad no se veían: arrasará en las elecciones del próximo viernes 28 de octubre.
El candidato de la planilla naranja, Julio Miranda, se apresta a confirmar que es un perdedor empedernido: no ha podido ganar una sola votación en las que ha enfrentado a Alonso Ortiz.
La seccional es la más numerosa de las que integran el Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México, con 14 mil 500 agremiados. En los últimos meses ha desarrollado una muy bien estructurada capacidad de movilización, que le ha dado un plus político.
Alonso Ortiz ha tenido la sensibilidad de mostrar que la participación de los trabajadores en actividades electorales, pueden ser decisivas en los resultados. Los sindicatos, en virtud de ser organizaciones sociales deben tener presencia no sólo en el ámbito laboral, sino también en el político.
El origen de las organizaciones de los trabajadores fue generar adecuadas condiciones de negociación que les permitieran mejorar sus condiciones laborales. Un primer paso, porque después descubrieron que la participación en la vida política, les permitía influir en la toma de decisiones económicas y sociales.
En Estados Unidos, la central AFL-CIO con frecuencia toma posiciones en la discusión de los grandes temas nacionales. En Inglaterra el Partido Laborista tuvo la fortaleza para permitirle a Tony Blair ser electo primer ministro. Y en Francia en los últimos años el sindicalismo ha mostrado su influencia oponiéndose a medidas que le perjudican, como las pensiones.
En México, en la década de los noventa inició el debilitamiento del llamado movimiento obrero organizado. La muerte de Fidel Velázquez a mediados de 1997, aceleró el empequeñecimiento de la CTM que en 2005 se agudizó con la desaparición de Leonardo Rodríguez Alcaine -coincidentemente ese año, en octubre, falleció también Alberto Juárez Blancas, determinante en el crecimiento de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC)-.
En la década de los ochenta, la CTM tuvo su mayor influencia política, con 50 diputados federales, 14 senadores y gobernadores con Alfonso G. Calderón -Sinaloa-, Rigoberto Ochoa Zaragoza y Emilio M. González -Nayarit-, Arturo Romo Gutiérrez - Zacatecas- y José Ramírez Gamero -Durango-.
Sólo Joel Ayala Alameda, secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), se mantiene vigente entre los líderes históricos del sindicalismo mexicano -en marzo próximo cumplirá 25 años al frente de esa central, cuya última conquista es el pago de vales de fin de año-.
Es el caso que Hugo Alfredo Alonso Ortiz, ha asumido que sólo con una excelente relación con el gobierno de la ciudad los trabajadores tendrán condiciones de negociar mejores oportunidades de vida. El abrazo con la doctora Claudia Sheinbaum en el informe de labores que la jefa de gobierno rindió en la Alcaldía Gustavo A. Madero, dejó en claro la cercanía que mantienen.
Esa cercanía tendrá una importancia estratégica en julio de 2024, en la definición del proyecto político que gobernará al país en el último sexenio de la tercera década del siglo. Alonso Ortiz y su grupo - integrado por 11 secciones sindicales, incluidas las 12 “Servicios médicos” y la 6 “Bosques y jardines”, de las más numerosas en el SUTGCDMX-, se han manifestado por la precandidatura de la doctora Sheinbaum a la Presidencia de la República.
Con el lema “#Es Hugo” de la campaña del candidato de la planilla azul, ratificaron la simpatía con la precandidatura presidencial de la doctora Sheinbaum: sindicatos de la Ciudad de México lanzaron, hace unas semanas también el hashtag “#Es Claudia”.
De llamar la atención que el candidato de la planilla azul para ratificar su liderazgo en la sección más numerosa del sindicato de los trabajadores del Gobierno de la CDMX, sea un dirigente moldeado en la cultura del esfuerzo y que le ha permitido escalar posiciones: inició su vida laboral como barrendero en las calles de la Alcaldía Coyoacán, donde tiene su plaza de base.
Pese a ocupar las más altas posiciones en la representación de sus compañeros trabajadores, Alonso Ortiz no ha cambiado ni su forma de vida ni de vestir, y menos su conducta: sigue siendo uno de ellos, con los que todos los días se reencuentra en sus campamentos desde las cinco de la mañana. Así ha forjado su liderazgo.
En las manifestaciones de apoyo de los trabajadores a la candidatura de Alonso Ortiz para que se mantenga en la secretaría general de la sección de limpia y transportes, las concentraciones han sido masivas. Han mostrado una capacidad de movilización que además de reflejarse en el resultado de la elección de dirigentes en la seccional, tiene connotaciones políticas.
El candidato de la planilla azul a la secretaría general de la sección 1 “Limpia y transportes” del SUTGCDMX, seguramente arrasará en las elecciones del 28 de octubre, con un contundente triunfo que confirmará que el suyo es un liderazgo democrático, sustentado en el voto personal, libre, secreto y directo de la gran mayoría de los trabajadores afiliados a esa sección.
Colaboración especial para SDPnoticias de agendapropia.mx, portal especializado en asuntos sindicales