IRREVERENTE

Les platico:

Después de las elecciones del pasado 2 de junio, muchos -millones- están de brazos caídos.

Al “partido abstencionista” que fue el que realmente ganó, se le suma ahora el “partido de los decepcionados o desilusionados”.

Algunos quieren formar un nuevo partido político. No es necesario.

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Ya los hay. Son esos y nacieron triunfadores.

Su bandera, su emblema, su divisa, son unos brazos caídos.

Su ideología es la moral desplomada.

Se han reconciliado a vivir en la opresión del populismo.

Son los resignados. Quieren vivir en un país formado no por ciudadanos, sino por exiliados.

Tan solo en 2023 salió de México más de medio millón de personas.

En lo que va del presente sexenio suman casi dos millones, la mayoría de ellos no se fueron, huyeron, mayormente a Estados Unidos.

Y allá están, ilegalmente inmigrados, porque al gobierno de Biden le conviene tenerlos así, para que no erosionen los recursos federales de asistencia médica y social.

“América para los americanos”, es el lema que une a republicanos y a demócratas.

Por eso a México le debe dar lo mismo que gane Biden con Kamala o Trump con Vance. A mí, sí.

El nacionalismo estadounidense se exacerba y busca en el electorado, el voto proteccionista.

Para separar a un país de otro no se necesita construir muros.

Para separarse de un vecino incómodo solo se requiere levantar un muro de aranceles.

Ese mata más que el otro.

Los esperanzados en el nuevo gobierno mexicano pecan de inocentes.

Ante lo que viene, seamos vigilantes y exigentes.

Hagámosles sentir nuestra presencia a los que vienen.

Presionemos por igual, en sus últimos días, al que se va, y desde los primeros, a la que viene.

Que nuestra bandera, nuestro emblema, nuestra divisa, sean los brazos levantados, no los caídos.

Como los brazos del líder opositor Leopoldo López, que se alzaban por encima de los barrotes que aprisionó su libertad durante seis años en Venezuela.

Como los brazos del mismo Leopoldo, que se alzan en su exilio de España a donde huyó en 2020.

Como los brazos de millones de venezolanos se levantan hoy, en la víspera de unas elecciones en su país, a las que Maduro teme más que nunca.

Cajón de Sartre:

  • Hace muchos años, Mario Vargas Llosa sostuvo un histórico debate con Günter Grass, donde el escritor alemán fue confrontado por el peruano al decir éste que los europeos toleraban para América Latina lo que rechazaban para Europa.
  • No fue un debate cualquiera, pues los protagonistas ganaron el Premio Nobel de Literatura: Grass en 1999 y Vargas Llosa en 2010.
  • Con esta anécdota aplicada inversamente, a los dirigentes del PAN y el PRI hoy les digo: no rechacen para México, lo que toleran en sus partidos: la corrupción.
  • A ver si Marko y Alito entienden o se hacen güeyes.
  • Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván y toda su compañía.

Para mi querida Laura Zapata, que es guerrera y toca el tambor. A propósito de la obra cumbre de Günter Grass: “El tambor de hojalata”.