No se sabe si es por incapacidad de gestión, protección a los narcos o apoyo a Trump, pero la posición que toma el presidente de México frente al problema de la inseguridad deja de lado las señales de trabajo coordinado que propone la administración Biden.

Recientes sucesos como lo ocurrido con los cuatro ciudadanos estadounidenses que fueron “levantados”, torturados y dos de ellos ejecutados, evidencian la incapacidad del gobierno para proporcionar servicios de salud, seguridad y bienestar a los ciudadanos, lo que ha llevado a que este tipo de episodios lamentables se vivan a diario.

Ingobernabilidad

Podemos decir que México atraviesa por un periodo de ingobernabilidad, que no es otra cosa que un Estado fallido que además de no garantizar la seguridad nacional, representa una amenaza para la seguridad trasnacional y particularmente la del vecino del norte.

En el juicio en contra del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, las autoridades de Estados Unidos juzgaron sus vínculos con los carteles de la droga.

AMLO festinó una y otra vez a las autoridades estadounidenses, validando cada una de las acusaciones. Aplaudió al grado de incluir en su mañanera una sección para a diario reportar el avance del proceso en contra de García Luna mientras en México la impunidad es el sello de la casa.

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La situación es que, los que juzgaron a García Luna son los mismos que hoy hablan de que México es un Narco-Estado y que AMLO facilita la operación de los carteles de la droga.

Combatir a los cárteles

Congresistas estadounidenses ya tienen una iniciativa de ley para incluir a los cárteles mexicanos en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras del Departamento de Estado de Estados Unidos.

El exfiscal de EU en el gobierno de Trump, William Barr, el que detuvo a García Luna, sostuvo que la solución a la crisis del fentanilo está en otorgar al presidente Joe Biden la autoridad para que use al Ejército de Estados Unidos en contra de los cárteles mexicanos:

“Hoy, el principal facilitador de los cárteles es el presidente Andrés Manuel López Obrador. En realidad, AMLO no está dispuesto a tomar medidas que desafíen seriamente a los cárteles. Los protege invocando constantemente la soberanía de México para impedir que Estados Unidos tome medidas efectivas”.

William Barr

Con respecto a los hechos ocurridos en Matamoros, Merrick Garland, actual procurador de Estados Unidos aseguró que serán implacables en buscar justicia. John Kirby, el Vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca dijo: ”Vamos a trabajar de cerca con el Gobierno de México para que se haga justicia en este caso”.

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien sostuvo una reunión urgente con AMLO en Palacio Nacional donde al parecer, además del Gabinete de seguridad, estuvieron los dos hijos mayores del presidente Andy y José Ramón, aseguró: “Este ataque contra nuestros ciudadanos demuestra la imperante necesidad de actuar contra los cárteles”.

Sin embargo, considerando que los conservadores radicales que apoyan a Trump exigen la intervención militar a México, esto se ha convertido en un problema para la administración Biden, que al final está siendo cauto al respecto. Los funcionarios de la Casa Blanca hablan de buscar la cooperación con AMLO para combatir al crimen organizado. Así lo expresó oficialmente la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre quien respondió a los Republicanos: “Designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales sería inútil, pues dicha designación no agregaría nuevas facultades para combatirlos”.

AMLOTRUMPISMO

Pero como siempre, la respuesta de AMLO es la retórica y de paso, hacer el caldo gordo a los intereses de Trump. Al no dialogar ni colaborar con la administración Biden, hace “oídos sordos” y calienta el tema:

“Debemos hacer patente que somos un país libre, independiente y soberano, que no somos colonia ni protectorado de ningún gobierno extranjero. Hemos avanzado en eso, pero hace falta todavía más porque estaban malacostumbrados y se metían hasta la cocina, sin pedir permiso, muy ventajosos”.

Andrés Manuel López Obrador

¿Y aquí se protegen o se les combate?

Lo cierto es que, con la llegada de la 4T y Morena, los gobernadores estatales señalados por presuntas ligas con el crimen organizado crecieron: En Sonora, con Alfonso Durazo, con el Cartel de Sinaloa, en Guerrero, con Evelyn Salgado, Familia Michoacana, Cuitláhuac García de Veracruz, con el cartel Jalisco Nueva Generación igual que Cuauhtémoc Blanco en Morelos, Ricardo Gallardo, en San Luis Potosí con Los Zetas y el Cartel del Noreste y desde luego el actual gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, con el Cártel del Noreste o del Golfo.

Si acaba con el INE, la herencia de Andrés será dejar un Narco Estado como ya lo advirtió el Wall Street Journal o, para favorecer a Trump, dejará un Estado Fallido con lo que entregaría a México al ala más conservadora y corrupta de Estados Unidos.