Cuando Donald Trump fue declarado perdedor en las ríspidas elecciones del pasado 2020, mi percepción era que Joe Biden, pese a todos sus problemas cognitivos y de salud, podría retrasar o detener de alguna forma el irreversible proceso de decadencia del poderío unipolar de los Estados Unidos de “América”.

La realidad es que me equivoqué. Biden está demostrando ser peor que Trump como gobernante y eso ya es mucho decir.

El régimen del presidente Joe llegó al poder con la promesa, entre muchas otras, de controlar la pandemia de Covid-19 que Donald Trump y su gobierno dejaron se volviera uno de los eventos de mayor destrucción humana y económica del último siglo.

Sin embargo, más allá de seguir impulsando la distribución de vacunas con un programa iniciado desde la administración de Trump, la realidad es que Biden siguió en el mismo camino individualista de dejar que la pandemia ardiera, dejando una peor estela de destrucción durante el primer año de su gobierno que durante el último de su antecesor.

Biden ha puesto en crisis a Estados Unidos

Además de fracasar en su gestión del Covid, Biden ahora preside la peor caída de los índices económicos desde la brutal crisis económica de 2007 y 2008. Tan solo algunos datos: la gasolina ha alcanzado los niveles más altos de la historia de Estados Unidos; la inflación es la más alta en 40 años; el salario mínimo no aumenta desde la década antepasada y los indicadores económicos como el Dow Jones, NASDAQ y el S&P 500 se han desplomado desde inicios de año.

A la crisis social, sanitaria y política que atraviesa el actual gobierno estadounidense dentro de su propio territorio, se le suma el cada vez mayor desprestigio que han acumulado a nivel internacional.

La andanada de sanciones contra el gobierno de Rusia, el brutal tratamiento de persecución y censura contra Julian Assange, perseguido durante más de 12 años por el gobierno de EU y en general el desprestigio del modelo neoliberal hacen que cada vez más países volteen a ver modelos alternativos de cooperación, definidos dentro de la multipolaridad y alejados del desprestigio estadounidense.