Hay muchas razones por las que Estados Unidos debería gastar tiempo y recursos en abordar la epidemia de personas sin hogar en lugar de seguir con su aventurismo imperialista. Tener un hogar seguro es una necesidad básica y un derecho humano, es fundamental para la salud y el bienestar de las personas.
Las escenas en ciudades cómo Los Ángeles, San Diego, San Francisco, Oakland, Seattle y un largo etcétera, nos rememoran a las peores villas miseria de Brasil, Sudáfrica, Haití, o México, pero en pleno corazón del supuesto “país más rico del mundo”. Se calcula que se necesitarían 19 mil millones de dólares para acabar con el problema de personas sin hogar -muchas de ellas con trabajo, pero a las cuales no les alcanza para rentar una casa o un departamento- en territorio estadounidense.
Para darnos una idea, en la guerra de Irak desaparecieron 12 mil millones de dólares en efectivo y “nadie sabe” en donde quedaron. Otra muestra. En su reciente visita a los Estados Unidos, el líder del régimen fascista en Ucrania,Volodymyr Zelenski, obtuvo un préstamo de 100 mil millones de dólares para comprar armamento al propio régimen estadounidense.
Es decir, al gobierno de Biden -y al de Trump, al de Obama y un largo etcétera- les importa más mantener bien cebado al complejo militar industrial y seguir azuzando la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial, que el bienestar de sus propios ciudadanos.
La “tierra de la libertad”.