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La iniciativa del presidente Joe Biden de otorgar incentivos fiscales por 7 mil 500 dólares a los compradores de automóviles eléctricos (siempre y cuando el vehículo sea ensamblado dentro del territorio estadounidense por mano de obra sindicalizada) y que podría llegar hasta 12 mil 500 dólares si además el auto usa batería de litio hecha en la Unión Americana, representa una seria amenaza a las exportaciones de la industria automotriz mexicana y también podría causar problemas a los productores de otras partes del mundo, e incluso dentro del mismo sector automotriz estadounidense.

La estrategia del gobierno norteamericano que busca impulsar su industria de coches eléctricos podría considerarse una medida proteccionista que discrimina no solo las exportaciones de automóviles mexicanos sino también para las de Canadá, la Unión Europea y fabricantes asiáticos.

El gobierno mexicano y el canadiense ven el plan de créditos como una violación a la letra del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que incluye provisiones para contenido regional cuyo objetivo es integrar más la maquinaria productiva y de suministros en América del Norte.

La administración del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, advirtió a Estados Unidos que en caso de aprobar el plan de estímulos podría suspender las concesiones del T-MEC de importancia para Estados Unidos por “ser una amenaza significativa” para su sector automotriz.

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Los reclamos a la propuesta del gobierno estadounidense de estimular la compra de autos eléctricos no solo provocó protestas de los gobiernos de México y Canadá, sino que una veintena de gobiernos externaron su molestia ante esta decisión de las autoridades norteamericanas entre ellos Japón y Alemania que también se verían afectados.

Elon Musk, quien es el presidente ejecutivo de Tesla, dijo hace unos días que el Congreso no debería aprobar el proyecto de ley del Gobierno de Joe Biden para aumentar las subvenciones a los vehículos eléctricos porque la propuesta empeoraría el déficit presupuestario de Estados Unidos.

El problema para el CEO de Tesla es que a pesar de que su empresa es una de las principales productoras de automóviles eléctricos de los Estados Unidos sus trabajadores no están sindicalizados por lo que no podría acceder a estos estímulos.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene elementos suficientes para armar un caso para que se frene la iniciativa de Joe Biden, ya sea en materia de reglas de origen o de subsidios.

El jefe del ejecutivo mexicano ha manifestado que no es partidario de que se apliquen sanciones arancelarias o impuestos compensatorio ante estos injustos subsidios para la compra de vehículos eléctricos armados en territorio estadounidense; él preferiría hacer paneles de controversia para dirimir las diferencias.

La propuesta del gobierno de Estados Unidos conocida como Build Back Better Act para la compra subsidiada de autos también incluye la de construir 500 mil estaciones de carga para vehículos eléctricos en todo el país y reducir el costo de dichos automóviles con el objetivo de transformar la industria automotriz estadounidense.

La ley de infraestructura de 1 billón de dólares que el presidente Joe Biden firmó hace unos meses autoriza una red nacional de estaciones de carga y reserva 5 mil millones de dólares para que los estados las construyan. La ley también proporciona 2 mil 500 millones de dólares adicionales en subvenciones locales para apoyar estaciones de carga en áreas rurales y en comunidades desfavorecidas.

El plan de Joe Biden para impulsar la industria de automóviles eléctricos, trasgrede los estatutos del T-MEC y causaría un serio daño a la de por sí apaleada industria automotriz de vehículos de combustión interna no solo de México sino del mundo.

El sector industrial automotriz ha tenido muchos problemas en los dos últimos años, unos provocados por la caída de las ventas por la pandemia de Covid-19 y en el ultimo año por la falta de microchips y semiconductores que no son surtidos por las fabricas asiáticas, siendo insumos necesarios para la producción de automóviles por lo que estas armadoras han tenido que parar frenando la producción.

Por años la industria automotriz en México ha tenido un gran dinamismo, pero de ser aprobados los estímulos para el subsidio a los carros eléctricos, sería un golpe durísimo para la economía mexicana.