Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) son 4.9 millones y generan 7 de cada 10 empleos formales en México, ahora enfrentan un panorama especial en 2025. El cambio en el poder judicial bajo la directriz de Morena, el estrés financiero internacional ligado a Trump con sus aranceles y políticas internacionales, el endurecimiento de la fiscalización recaudatoria del SAT y el aumento de la inseguridad en carreteras y ciudades, han generado un entorno especial que exige estrategias concretas para la supervivencia y el crecimiento.
Protección legal y estrategias contractuales. Ante un poder judicial impredecible, las MIPYMES deben fortalecer su marco contractual y explorar mecanismos alternativos de resolución de disputas. El arbitraje y la mediación privada pueden reducir la dependencia de un sistema judicial en transformación. Además, es crucial blindar contratos con cláusulas claras de cumplimiento y penalización para evitar litigios prolongados en tribunales. Tan solo a nivel de juzgados federales se reciben en promedio por año 1.5 millones de asuntos, por lo que a nivel de estados la cifra debe andar en 2.5 millones de asuntos en todas las materias (fuente censo INEGI). Con un rezago importante de resolución pues los asuntos para tener ejecución de sentencias superan los 7 años en promedio.
Diversificación de mercados y proveedores. El riesgo de una recesión en EE.UU. por políticas de Trump puede afectar exportaciones y financiamiento. Es una oportunidad para diversificar mercados, explorando acuerdos con Asia, Europa o Centro-Sudamérica, lo que puede reducir la exposición a shocks externos. Asimismo, establecer redes de proveedores alternativos mitigará los riesgos logísticos y de inseguridad en carreteras, cuando el mercado es más de carácter territorial o regional. Las MIPYMES mexicanas están muy concentradas en el mercado interno, las exportaciones no superan el 10%, el otro 90% lo generan grandes corporaciones internacionales y corporativos AAA Mexicanos. Así que hay una oportunidad si se genera planeación para abrir mercados o integrarse en cadenas productivas.
Optimización fiscal y cumplimiento inteligente. El acoso fiscal del SAT es una amenaza real, no solo para grandes corporaciones, el Estado busca recursos de dónde pueda y más con los compromisos sociales y su déficit fiscal. Las MIPYMES deben fortalecer su cumplimiento tributario con asesoría especializada, automatizar su contabilidad y utilizar esquemas fiscales óptimos dentro de la legalidad, como la deducción acelerada de inversiones o la reestructura de costos vía outsourcing regulado. También es recomendable explorar estímulos fiscales estatales o federales para reducir la carga impositiva. Fueron cerca de 5 billones de pesos recaudados por el SAT en 2024, cuyas fuentes principales son IVA, ISR y el IEPS. Las MIPYMES son las que más aportan por su volúmen y controles de formalidad.
Seguridad y gestión de riesgos operativos. Ante el aumento de la extorsión y la inseguridad, es vital implementar estrategias de protección como pagos digitales en vez de efectivo, seguros contra robo y secuestro, y esquemas de logística que minimicen exposiciones en carreteras. Las cámaras empresariales locales pueden ser aliadas clave en negociaciones de protección y denuncias colectivas ante las autoridades que ya también deben dar resultados. O son parte de la solución o son parte del problema. La economía mexicana es muy fuerte según el oficialismo y sus simpatizantes. Sin embargo el sexenio anterior tuvo un crecimiento promedio del 1% del PIB y si quieres crecer debes dar condiciones para que la economía se active productivamente.
Apoyo del sector financiero. El sector financiero tradicional y no bancario puede ser un pilar para la estabilidad empresarial. Algunas estrategias clave incluyen:
- Créditos con garantía: acceder a financiamiento con menores tasas de interés usando activos como respaldo.
- Cobertura cambiaria: si la empresa depende de importaciones o exportaciones, contratar derivados financieros puede mitigar la volatilidad del tipo de cambio.
- Factoraje financiero: para mejorar el flujo de efectivo, convertir cuentas por cobrar en liquidez inmediata.
- Seguros empresariales: invertir en coberturas contra riesgos operativos, legales y de inseguridad.
No hay estadísticas homogéneas ni en Banco de México ni la ABM, pero se estima que el portafolio de crédito a MIPYMES es del 10% del total. La falta de crédito y fondeo tanto de los privados como de la ausente Banca de Desarrollo, ha generado que el sector se financie con recursos propios, proveedores e incluso de manera informal. El tema judicial preocupa al sector por las dificultades en la cobranza. Así que es un asunto que debe revisar el costo de seguir sub atendiendo este sector de las empresas.
Las MIPYMES mexicanas deben asumir una postura proactiva y estratégica ante este entorno complejo, cargado de ideología política y con pocas propuestas efectivas para las MIPYMES. Blindarse legalmente, diversificar mercados, mayor uso de tecnología accesible, optimizar su carga fiscal, fortalecer la seguridad y apalancarse en el sector financiero son acciones que se pueden implementar de acuerdo al tamaño y actividades de las empresas. Es una oportunidad para fortalecer estructuras y prepararse para un futuro incierto pero con posibilidades de éxito.
X: @MarioSanFisan | CEO FISAN SOFOM ENR
Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios. Ex presidente nacional AMFE corporativo@fisan.com.mx