En épocas decembrinas se disparan los viajes en avión; los pasajeros suelen pasar muchas horas en los aeropuertos y las terminales aéreas pueden resultar sumamente estresantes. Es por eso que muchos de los nuevos aeropuertos que se construyen en el mundo, se basan en un modelo “centro comercial- multiactividad” pero, ¿qué tan funcionales seguirán siendo en el futuro?

Resulta muy interesante saber, que el aeropuerto londinense más conocido, Heathrow, fue una antigua tienda del ejército. En esta era “Post-pandemia” ¿habrá cambiando la visión de los arquitectos en lo que debe ser un aeropuerto?

Para la firma global de arquitectura Gensler las terminales aéreas deben de ser lugares flexibles que puedan adaptarse a las condiciones que se den en un futuro dentro de la industria aeronáutica.

Esta firma de arquitectos declaró en entrevista para a la revista Avion Revue, que durante mucho tiempo las terminales aéreas se planearon de forma alineada a los aviones que se encontraban estacionados en la plataforma, porque ello dictaba la distancia entre las puertas de embarque, que se conectaban a un largo pasillo, de a veces más de un kilómetro de largo.

Este ejemplo lo podemos ver en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), es un largo pasillo, en este caso de poco más de dos kilómetros, en el que las puertas de embarque en su mayoría están alineadas con él.

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La construcción de los aeropuertos se ha ido modificando, tanto por las nuevas modalidades dentro de la arquitectura, como por necesidades de la aviación, desde cómo acomodar las puertas de embarque, hasta el diseño de la terminal aérea. La tendencia, aunque usted no lo crea, es hacer grupos más pequeños de puertas de embarque, y con ello reducir las distancias que deben recorrerse a pie, y rodeado de parques al aire libre estos pequeños grupos de puertas de embarque, conectados entre ellos por bandas automáticas.

El diseño ideal es tener pequeñas cápsulas, donde las puertas de embarque se encuentren estratégicamente localizadas. Para los arquitectos de Gensler lo más importante es el revolucionar el método de abordaje, para acortar tiempos de plataforma del avión, a través de diversos pasillos telescópicos que puedan abordar al mismo tiempo tres vuelos, con una sola puerta.

Además de implementar accesos biométricos para el acceso de los pasajeros, de los mostradores a las salas de última espera, así como grandes scanners que permitan una revisión sin la molestia que implica quitarse todo objeto metálico.

Los aeropuertos de Orlando, Florida y el de Nashville, Tennessee han realizado diversas pruebas con varios modelos de scanners, y los resultados arrojan que se pueden ahorrar hasta 9 minutos en promedio. Además, una de las grandes apuestas que se tendrán en un futuro es la tecnología.

Poco a poco se buscará que el dispositivo personal funcione como un todo, esto es, que puedas identificarte, documentarte solo, emitir tu pase de abordar virtual y acceder a tu puerta de embarque.

Así como ahora ya se puede utilizar el teléfono celular como banca móvil, se pretende que también los pasajeros puedan hacer uso de estos, eliminando por completo las largas filas que hoy en día existen para documentar equipaje.

Los modelos que se están buscando para un futuro además tendrán que involucrar a la comunidad que les rodea, que se vaya al aeropuerto aunque no vaya uno a volar, una función como de plaza pública. Un ejemplo de ello es el aeropuerto de Singapur, que ha creado entornos amigables y muy bellos, que son además un punto de reunión y encuentro, en el que se llevan a cabo actividades artísticas y culturales.

Esto sirve para bajarle el estrés a los viajeros, y que tengan la mayor comodidad posible; una agradable estancia mientras son usadas sus instalaciones. Hay que decir las cosas como son, la intención real, además de confort y esparcimiento es reducir el número de pasajeros disruptivos en la aviación. Sí, de esos que suelen salir en videos que se vuelven virales porque gritan como changos sin mecate a los empleados de las aerolíneas y comúnmente hacen un escándalo mayúsculo cuando son bajados de vuelo.

Aunque generalizar sería un error de mi parte, frecuentemente se trata de personas que no saben manejar el estrés que implica viajar, y terminan convirtiéndose en un problema de seguridad. Es por eso que los arquitectos de las nuevas terminales aéreas, además de todas las comodidades, buscan entornos relajantes y agradables, que ayuden a bajar de manera natural los niveles de estrés y ansiedad de los viajeros.

Si les digo que nuestro país ya cuenta con un aeropuerto así, no me lo van a creer, pero el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) cuenta con la gran mayoría de las recomendaciones que hace Gensler, la firma global de arquitectos. Mi recomendación: vale la pena que lo conozca antes de tener que usarlo.