En este espacio hemos analizado a nuestra flota nacional, y generalmente la comparamos con nuestro vecino del norte, los Estados Unidos; pero no hemos volteado a ver a nuestros hermanos de Latinoamérica, por lo que creo que es un buen momento para hacerlo.
Sobre todo para explicar por qué soy tan insistente cuando se habla de la “soberanía aérea”, para que la conectividad de los países no dependa de las aerolíneas extranjeras, ni en lo interno y mucho menos en lo externo.
Empiezo con Brasil, el gigante del sur, la tierra de la samba, el fútbol y Pelé. Su flota aérea nacional consta de 465 aviones. Es el país de Latinoamérica que tiene la flota más grande, y esta a su vez se divide en las siguientes líneas aéreas:
- Azul – 162 aviones
- LATAM Brasil – 148
- Gol – 125
- Sideral – 17
- Voepass – 12
- MAP – 1
Para quienes son “de mi rodada” (edad) recordarán que a Brasil se viajaba por Varig, una aerolínea fundada en 1927, y después llevada a la quiebra ante la llegada de un nuevo competidor en el horizonte: “Azul”, cuyo dueño es el estadounidense David Neeleman, quien a su vez es dueño de otra aerolínea de bajo costo en su país de origen, JetBlue.
La “heredera” de Varig es Gol, y LATAM Brasil viene de la fusión de TAM Brasileña y LAN de Chile; Sideral es una aerolínea chartera; Voepass es una aerolínea regional que recientemente se vio involucrada en un terrible accidente, cuando se desplomó uno de sus aviones ATR. Y por último MAP una aerolínea chartera regional.
Seguimos con la tierra de Gabriel García Márquez y las mariposas amarillas, Colombia. Ellos como país tienen en total una flota de 200 aviones y los cuales se dividen en las siguientes líneas aéreas.
- Avianca – 124 aviones
- LATAM Colombia – 29
- Clic – 20
- SATENA – 13
- Wingo – 9
- JetSmart Colombia – 5
La segunda línea aérea más antigua del mundo es Avianca, y ahora su modelo es de bajo costo, con la finalidad de “sobrevivir”, a pesar de que es la línea aérea más importante en Colombia. Es un hecho que no la ha pasado bien, estuvo dentro del capítulo 11 de quiebras en una corte norteamericana y lo que le permitió salir de ahí fue una profunda reconfiguración de su modelo de negocio, con lo que se crea en el Reino Unido una nueva razón Social “Avianca Group International Limited”.
También vemos la presencia de LATAM con su división en Colombia; Clic es una aerolínea de bajo costo regional; SATENA es la aerolínea del gobierno de Colombia, que opera desde 1962 y cubre tanto rutas regionales, nacionales e internacionales. Wingo es una aerolínea de bajo costo cuyo dueño es Copa Airlines, que es de Panamá; y finalmente JetSmart, una aerolínea de bajo costo chilena.
Precisamente el país que ahora tocaremos: Chile, cuya flota de aviones a nivel nacional es de 124 aeronaves. En el país de 31 Minutos la flota se divide de la siguiente manera:
- LATAM Chile – 65 aviones
- Sky – 32
- JetSmart Chile 20
- DAP – 7
Ya sabemos que LATAM es la fusión de los aerolíneas: una brasileña y otra chilena; SKY es una aerolínea de bajo costo; JetSmart es igualmente de bajo costo, creada por el guatemalteco Estuardo Ortiz Porras y el fondo norteamericano Indigo Partners. Como dato curioso les diré que este fondo de inversión tiene a su vez participación en líneas aéreas como Frontier en Estados Unidos, Wizz en Europa y también en México a través de Volaris.
Finalmente DAP es un “híbrido”, pues maneja vuelos regulares y también charters.
Llegamos a la tierra del tango y la milonga, de Carlos Gardel y del gran Astor Piazzola: Argentina, que tiene a nivel nacional 119 aeronaves. Veamos cómo están distribuidas:
- Aerolíneas Argentinas – 85 aviones
- Flybondi – 15
- JetSmart Argentina – 8
- LADE – 5
- American Jet – 4
- Andes – 2
Después de mucho luchar, Aerolíneas Argentinas ha sobrevivido a los malos gobiernos que la privatizaron, hasta el punto de casi desaparecerla, y gracias al arrojo de sus trabajadores, es que se pudo rescatar de las garras de Grupo Marsans, y fue estatizada.
Pero ahora, con el presidente Javier Milei al frente de la nación gaucha, el panorama se ve negro, pues en aras de “adelgazar” al Estado lo más posible, ha estado cerrándole rutas a Aerolíneas Argentinas con la intención de quebrarla, para después salir a decir que no se puede mantener una empresa en esas condiciones.
Es una historia que ya nos la sabemos a la perfección, pues es la receta neoliberal que se ha aplicado en los países “en vías de desarrollo”, con las políticas económicas de Milton Friedman.
Flybondi es una aerolínea de bajo costo, que además le precede su fama porque de manera frecuente suele dejar “varados” a sus pasajeros. JetSmart Argentina es otra aerolínea de bajo costo; Líneas Aéreas del Estado (LADE) es una aerolínea regional; American Jet ofrece sus servicios como aerotaxi pero también como chartera; Andes se dedica a la aviación regional, pero también a vuelos de cabotaje y charters.
¿Quieren saber cuál es el número de aviones que México tiene como país? la suma de todas las flotas de las aerolíneas nacionales es de 372 aeronaves, hasta el cuarto trimestre de 2023, según cifras de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).
Lo voy a decir fuerte y claro: estas flotas no son “nada” si las comparamos con las de países como Estados Unidos, que cuenta con más de 6 mil aeronaves, y es la aviación norteamericana generalmente empuja a que los países con flotas mucho más pequeñas no crezcan, pues de esa forma son ellos quienes se quedan con el mercado aeronáutico.
Por eso es de vital importancia que los gobiernos de los países entiendan que una aviación nacional fuerte es prioridad, ya que es la base de la soberanía aérea, para no depender de aerolíneas extranjeras, a ver si quieren hacer el favor de cubrir las rutas y destinos que no le son tan “atractivos”.
Ese ha sido el éxito de Ryanair en Europa, va con los gobiernos de esos países que no tienen una aviación fuerte y les propone que la “subsidien” a cambio de llevarles pasajeros. Por eso siempre comento que la aviación de una u otra manera se “subsidia”.
Quiero agradecer a Roberto Reinoso por compartirme los datos que subió a su blog “Aeroposta24″, quien además es co-autor del libro “¿Por qué fracasó la revolución de los aviones?”, junto con Fabio Basteiro. Ya les estaré hablando de lo interesante del tema.