Aún faltan unas 4 semanas para la llegada de Donald Trump a su segundo mandato presidencial, pero las grietas entre la frágil coalición de oligarcas tecnológicos y “magas” (fans de Trump que se identifican con el slogan de “Make America Grea Again”) comienzan a mostrarse.

Al menos en el campo de batalla de las redes sociales, en donde plataformas como Twitter/X y Truth Social, en parte propiedad de Trump se han convertido en verdaderas pocilgas repletas de discursos de odio de la extrema derecha gringa, la decisión del gobierno entrante de apuntar funcionarios de origen indio en puestos del gabinete no ha caído en gracia entre el universo de votantes racistas y nativistas que en buena parte llevaron en Trump al poder.

En el sainete, se vieron implicados dos futuros asesores del gobierno entrante de EU: el ricachón de origen migrante Vivek Ganapathy Ramaswamy, quien se atrevió a insultar el inflado y excepcionalista ego de los fanáticos trumpistas prácticamente acusándolos de no esforzarse en su desempeño escolar, motivo por el cual es necesario “importar” inmigrantes con perfiles tecnológicos mediante la visa H1B y al propio dueño de Twitter/X Elon Musk, uno de los principales beneficiarios de la importación de estos “cerebros” baratos de la India y otros países, ya que un inmigrante tiene menos derechos laborales y recibe en promedio un sueldo menor que un trabajador estadounidense en el mismo rubro.

Así, el oligarca Musk ya comenzó con una limpia masiva de cuentas racistas y clasistas que, curiosamente, no le incomodaron antes en aras de su retorcido concepto de libertad de expresión, pero que ahora le molestan al reclamarle buscar mano de obra más barata para sus empresas automotrices y tecnológicas. Y los “rednecks” racistas clase trabajadora que creían que el equivalente sudafricano-gringo al “tío Richi” estaba “de su lado” acaban de llevarse un curso instantáneo de lo que quiere decir “lucha de clases”, aunque dudo que comprendan bien a bien la lección. De risa loca.