Voy a comentar el artículo “Narcisismo judicial” publicado en Reforma y escrito por dos investigadores del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Juan Jesús Garza Onofre y Javier Martín Reyes. Lo haré por varios motivos.
Primer motivo: me insultaron
Me ocupo de tal escrito porque sus autores dicen que se han hecho “entrevistas a modo” al presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Eso me ofende porque yo lo entrevisté hace un par de días. Para no responderles con una mentada de madre, que quizá sería lo más adecuado, les dedico este artículo.
Segundo motivo: insultaron al IIJ de la UNAM
El artículo de Garza Onofre y Martín Reyes ofende también al Instituto de Investigaciones Jurídicas ya que habla muy mal de ese órgano de la UNAM que se necesiten dos de sus integrantes para redactar una simple columna periodística. ¿Cuántos parrafitos aportó cada uno?
¿Tan inútiles son tales investigadores del IIJ que no pudo cada uno de ellos escribir su propio texto? Decepciona que con tanto presupuesto como tiene el instituto no haya logrado armar un departamento verdaderamente profesional de reclutamiento de personal. Ya se inventaron los headhunters; lo informo a los juristas de la principal universidad pública de México para que no vuelvan a tomarles el pelo con abogados maletas.
Tercer motivo: insultaron a las mujeres
Juan Jesús Garza Onofre y Javier Martín Reyes insultan a las mujeres por la referencia sexista que han hecho de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, una abogada de primer orden a quien se refieren —con cobardía, además, porque no la mencionan por su nombre— como “la más cercana al oficialismo”.
Esquivel Mossa no llegó a la corte por ser cercana a AMLO, sino por su destacada trayectoria de muchos años. Si gana la elección por la presidencia de la SCJN no será gracias a Andrés Manuel, sino por los votos de la mayoría de ministros y ministras a quienes propusieron Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
La ofensa a Esquivel Mossa alcanza también a Ana Margarita Ríos Farjat, otra brillante jurista propuesta por AMLO no debido a su cercanía con el presidente de México, sino por su capacidad. Es el caso de Loretta Ortiz Ahlf, también el de Juan Luis González Alcántara Carrancá.
(Paréntesis sobre el oficialismo calderonista, el oficialismo peñista y el oficialismo obradorista)
Para el par de inútiles abogados del IIJ, seguramente en su momento fueron cercanos al oficialismo calderonista los ministros propuestos por el presidente que se robó las elecciones de 2006, Felipe Calderón, a saber: José Mario Pardo Rebolledo, Luis María Aguilar Morales, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alberto Pérez Dayán y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. ¿O a estos jamás los consideraron cercanos al oficialismo solo porque se trataba de un oficialismo conservador con el que coincidían los autores del articulito publicado en Reforma?
Supongo que el pasado sexenio Juan Jesús Garza Onofre y Javier Martín Reyes dijeron que eran oficialistas el ministro Javier Laynez Potisek y la ministra Norma Lucía Piña Hernández, quienes llegaron a la corte porque les propuso Enrique Peña Nieto. ¿O no lo hicieron porque aquellos oficialismos sí les gustaban, mientras que el de AMLO lo detestan por puro fanatismo ideológico?
A Arturo Zaldívar hoy lo califican como oficialista solo porque tuvo, como debía tenerla, una relación cordial con Andrés Manuel. Pero, ¿Zaldívar le dio la razón el todo al presidente López Obrador? Digamos la verdad: en algunos casos sí y en otros no. En efecto, como el resto de la SCJN.
Por cierto, cuando Zaldívar era ministro en el periodo de Calderón, presidente que lo propuso para llegar a la SCJN, demostró que tiene carácter al enfrentarse al poder ejecutivo por el caso de la guardería ABC —que fue negligencia criminal de aquel gobierno— y, también, por el caso Cassez, que lo enemistó con un tipo peligrosísimo, Genaro García Luna, el principal colaborador del esposo de la señora Margarita Zavala actualmente en una cárcel de Estados Unidos acusado de haber trabajado para el cártel de Sinaloa.
Por cierto, los autores de la columnita de Reforma particularmente han ofendido a un obradorista oficialista adelantado a su tiempo, Alberto Pérez Dayán, quien tuvo los desos que se necesitaban para no condenar a AMLO cuando, en 2002, a este lo atacaba todo el poder del Estado —aquella corte suprema incluida— con el único propósito de que no compitiera en las elecciones presidenciales de 2006.
No es demasiado arriesgado darle la razón al presidente en funciones, como lo han hecho siempre ministros y ministras. Pero se requiere valentía —y ética— para ponerse del lado del opositor al que quieren castigar el poder ejecutivo, el poder judicial, el poder legislativo, la clase empresarial, los grandes medios, el PRI y el PAN.
Ese oficialismo 22 años adelantado a su tiempo sí se ve. ¿Los investigadores jurídicos de la UNAM estuvieron del lado de la justicia en aquel momento, es decir, opinaban como Pérez Dayán que AMLO sí cumplió aquella sentencia de amparo o, de plano, coincidían con la arbitrariedad diseñada y ejecutado por algunos conocidos inquilinos del basurero de la historia: Fox, Salinas, El jefe Diego y el lamentable ministro presidente de la SCJN de entonces (Azuela)?
Cuarto motivo: insultaron al periódico que admitió la columnita de los investigadores del IIJ de la UNAM
Dijeron los señores Garza Onofre y Martín Reyes que Arturo Zaldívar “heredará a la judicatura un enorme déficit en términos de autonomía, independencia y ética”. Y que este ministro “fue un instrumento clave para el poder en turno que hizo todo lo posible —presionar ministros, nombrar integrantes a modo, renunciar a otro— con tal de que actos y normas inconstitucionales pasaran por la aduana de nuestro máximo tribunal”.
¿Por qué eso insulta al periódico Reforma? Porque, a pesar del dogmatismo de su director editorial, Juan Pardinas, sus periodistas sí son objetivos y, por tal motivo, elaboraron un análisis en el que se demuestra que si algo caracterizó al periodo de Zaldívar Lelo de Larrea como presidente de la corte fue su autonomía y su independencia, y por lo tanto su ética. Si lo dudan los investigadores de la UNAM, que lean la nota firmada por la redacción de ese diario: “Exhibe Corte pifias en reformas y políticas de 4T”.
Tal análisis de Reforma lo sintetizan estas pocas palabras: “Un análisis sobre 18 votaciones del Pleno entre 2019 y 2022, relacionadas con asuntos de interés para el Gobierno de la Cuarta Transformación, muestra que solo en cuatro casos hubo mayorías en favor del Gobierno, Morena y sus aliados en el Congreso, y solo una de ellas fue por unanimidad”.
Es decir, como expresó Arturo Zaldívar en la entrevista que le hice: “Si nosotros hacemos un balance, la verdad es que el balance es desfavorable al gobierno.… Y eso quiere decir que la corte está resolviendo con independencia”.
Insultan al Reforma los investigadores del IIJ porque ponen en duda lo que en la primera plana del periódico de este jueves se ha publicado. Y es que, no hay más, o miente la redacción del rotativo de la familia Junco o mienten sus colaboradores invitados. Creo que los mentirosos son el par de juristas tan inútiles que tuvieron que juntarse para escribir un solo texto, bastante pobre en argumentos por lo demás.
Quinto motivo: insultan a los juristas que no han hecho carrera judicial
Es ofensiva la forma en que se refieren a Arturo Zaldívar como “el primer presidente de la Suprema Corte que no es de carrera judicial”. ¿Está prohibido que presida la corte alguien sin carrera judicial? ¿O lo que los autores del articulito quieren decir es que son más pendejos los que no tienen carrera en la judicatura que quienes sí la tienen? Yo diría que si a pendejos vamos, habría que buscarlos en ciertos sectores del IIJ.
Sexto motivo: insultaron al pleno de la corte suprema al sugerir que ministros y ministras reprobaron aritmética en la primaria
Cuestionan a Zaldívar los del IIJ por una supuesta suma amañada: “su tramposa manera de contar los votos en la acción contra la Ley de la Industria Eléctrica”. ¿O sea…? ¿Seis ministros y cuatro ministras no fueron capaces de detectar la muy elemental trampa aritmética ejecutada frente a ellos mismos? Por favor.