Creo que para quienes nos gusta la política, lo que estamos viendo en el marco político de Sinaloa es bastante interesante. El titular no es para referir un escenario atípico ni tampoco para resaltar de sobremanera los hechos. Pero acuérdese de mí, el próximo mes diremos que “marzo otro poco”. ¿Por qué lo digo? Porque me parece que este mes de febrero y también marzo acabarán de suceder cosas que de alguna manera se han estado esperando en el mapa político nacional y estatal.
Desde el año pasado he estado insistiendo sobre algún par de situaciones que, creo que deberían suceder sí o sí, sobre todo obedeciendo las reglas del poder y gobierno.
Está en la agenda de la 4T el tema de las universidades públicas, digamos que, algún acercamiento debe haber. En Sinaloa ya el Congreso ha dado los dos primeros pasos. El diputado Feliciano Castro, líder del legislativo local, tiene a la UAS (y tal vez a la UA de O) en su agenda. El diputado escribe una columna para un medio en el que desarrolla muy bien el tema.
Otro asunto pendiente es el que tiene la FGE con Luis Guillermo “Químico” Benítez. En estas semanas próximas, la Fiscalía debería presentar noticias de su caso. Ahí veremos qué pasa con el ex alcalde mazatleco. Pienso que esto traerá movimientos en el gabinete estatal.
Sobre el mismo gabinete, pasado el primer año natural por completo del gobierno de Rubén Rocha Moya, debemos ver aún más fuerte al “Rochismo”, una corriente política con escuela, que verdaderamente existe, según nos han confirmado algunos cuadros, entre ellos, el propio alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez. En razón de ello, creo que veremos otros nombres con mucha más visibilidad y exposición mediática. Algunas figuras sobre todo jóvenes ya empiezan a tener el foco de atención.
Con lo anterior, tiene relación una cuestión que debe darse lugar este próximo bimestre. No es otra cosa que la consolidación de los grupúsculos para buscar espacios de poder. Este fin de semana Morena Sinaloa asestaba un duro golpe al PAS. La alcaldesa de Mocorito, María Elizalde y su esposo Guillermo Galindo, dejaron el Partido Sinaloense para sumarse a las filas de Morena. Son probablemente dos de los cuadros pasistas más relevantes y con más fuerza en la geografía estatal. Este movimiento es una misiva que lleva destinatario. El gran perdedor es Héctor Melesio Cuén. Las y los pasistas continúan con su éxodo y “le siguen sacando cañas al tercio” del brazo político de Cuén. Todavía es pronto, pero sabemos que hay más con la intención de afiliarse a Movimiento de Regeneración Nacional. Si usted considera que esto no tiene nada que ver con las piezas que mueve el Congreso con la UAS, le invito a reflexionar y concatenar.
Creo que lo que puede suceder de aquí a finales de marzo, es la ‘implosión’ política del PRI. No dan una… a nivel nacional ha comenzado la guerra civil tricolor, que con pocos representantes populares y cada vez menos militantes, se dan el lujo de buscar la expulsión de cuadros relevantes. ‘Alito’ Moreno quiere fuera al senador Osorio Chong. El otrora titular de SEGOB con Peña Nieto ha desenterrado el hacha de guerra en contra del diputado de Campeche. En pleno calentamiento electoral en el Estado de México, Alito no se cree ni lo que él dice. Teniendo un partido más que dividido, declaró que sus números posicionan a la precandidata Alejandra del Moral. Si con la simulación que “trabaja” Moreno Cárdenas piensan ganar, ya están aniquilados.
Mientras no solucionen los conflictos al interior en el centro, los estados como Sinaloa, seguirán desatendidos y viendo cómo pasa el tiempo sin que se tomen las decisiones adecuadas en beneficio de la militancia y de la gente.
Vanessa Félix | Twitter: @vanessafelixmx