Muy buena la entrevista que Ciro Gómez Leyva hizo, en Radio Fórmula, al nuevo secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernandez. Interesante lo que dijo:
- “Vengo a retomar el orden político”, es decir, López Hernández cuestionó fuertemente a su antecesora en el cargo, Olga Sánchez Cordero. Frente a una descalificación tan contundente, pienso que ella debe renunciar a su función en el Senado. Una mujer con su trayectoria, sin duda de enorme relevancia, no debería permitir más humillaciones. Es que la crítica que le hizo Adán Augusto en un noticiario líder, sumada a esa vulgaridad tan hiriente de Twitter, la de que la ministra en retiro ha sido un florero, creo que son motivos más que suficientes para decir “hasta aquí llegué”.
- Adán Augusto se comprometió a buscar a los dirigentes de todos los partidos. Ya era hora de que la 4T empezara a dialogar con quienes piensan distinto; México jamás será totalmente de izquierda o totalmente de derecha. Pensar otra cosa es empezar a caminar la ruta del caos.
- Se reunirá con todos los gobernadores. Mucho tendrá que dialogar el secretario de Gobernación y, sobre todo, mucho deberá pactar con figuras de primerísimo orden en el lopezobradorismo que encabezan gobiernos locales —como Alfonso Durazo, de Sonora; Miguel Ángel Navarro, de Nayarit, y Claudia Sheinbaum, de la Ciudad de México—, pero también con personajes fundamentales de la oposición, como Enrique Alfaro, de Jalisco; Maru Torres, de Chihuahua, y Samuel García, de Nuevo León.
- Atenderá las protestas de la CNTE. Complicado reto el de entender qué quieren los maestros y las maestras de la coordinadora. Se le desea suerte al titular de Gobernación; la necesitará para conseguir que impere la sensatez donde abunda la necedad, ya no sé si por ideología, por intereses materiales o por simple altanería.
- Dijo Hernández López que no removerá a Alejandro Encinas como subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, pues ha hecho un buen trabajo. La verdad de las cosas es que solo la necesidad extrema de contar con un salario puede llevar a Encinas a permanecer en un cargo de segundo nivel. Si ha hecho tan buen trabajo, ¿por qué no lo eligió el presidente López Obrador como sucesor de Sánchez Cordero? ¿No significa una humillación excesiva dejarlo en una subsecretaría a él, a Encinas, quien sin duda fue el hombre más importante de Andrés Manuel cuando este gobernó el Distrito Federal?