Mariana Imaz Sheinbaum, de 33 años de edad, es doctora en filosofía de la historia. Discreta, no ha buscado reflectores. Ahora los tiene porque han pretendido destruirla los enemigos políticos de su madre, Claudia Sheinbaum.

La calumnia ha estado tan mal diseñada que no la ha dañado. Todo lo contrario, Mariana ahora es conocida por sus méritos académicos. Lo suyo ha sido el estudio de la historia, la filosofía y la literatura. Su biografía, en unas pocas horas, ha sido ampliamente difundida:

  • Estudió la licenciatura en historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
  • Cursó una maestría en literatura en la Universidad de Barcelona.
  • Recientemente terminó su doctorado en filosofía en la Universidad de California.
  • Ahora realiza una estancia postdoctoral en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM.

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Ha publicado artículos y ensayos especializados. Cito algunos:

  • Principles of narrative reason, publicado en la revista History and Theory.
  • The end of histories? Review essay of Alexander Rosenberg’s ‘How history gets things wrong’, publicado en coautoría con Paul A. Roth en The Journal of Philosophy of History.
  • Jörn Rüsen. Evidence and meaning: A theory of historical studies, publicado en coautoría con Paul A. Roth en The Journal of the International Society for the History of Philosophy of Science.
  • Hayden White y las nomenclaturas del pasado, publicado en Fractal. Revista Iberoamericana de ensayo y literatura.

Manipulan el monto de su beca

En redes sociales los enemigos de su madre han acusado a Mariana Imaz Sheinbaum de haber recibido, de parte del Conacyt, una beca de más de un millón de pesos. Veamos las cosas con objetividad.

Eso es verdad, pero debe destacarse que la mayor parte del dinero el Conacyt lo entregó a la universidad extranjera en la que Mariana estudió. A ella solo se le dieron, para su manutención, alrededor de 20 mil pesos mensuales, es decir, lo que se aporta a cada persona becada en el extranjero por el gobierno de México.

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No, no la becó el Conacyt de la 4T, sino el de Peña Nieto

La mentira más burda es que a la joven Imaz Sheinbaum la favoreció el gobierno de la 4T, que como bien sabemos nació al finalizar 2018. La verdad de las cosas es que ella obtuvo su beca en 2016, cuando Peña Nieto estaba en la plenitud del pinche poder (Fidel Herrera dixit), lo que le permitía a sus operadores políticos espiar a figuras de la oposición, sí, como a Claudia Sheinbaum.

La izquierda —la derecha también— con demagogia e ignorancia cuestiona que se haya becado a una mujer de familia rica

Es terrible. No solo la derecha, sino gente que simpatiza con la 4T y que inclusive trabaja en el gobierno federal critica a la jefa de gobierno de la Ciudad de México —lo he visto en Twitter, me lo han dicho en privado— porque les parece injusto que siendo “muy rica” la familia de Claudia Sheinbaum su hija haya sido becada.

Vaya tontería. Para empezar, la jefa de gobierno capitalina es una mujer de clase media. Ha vivido de su trabajo académico en la UNAM y de algunos cargos públicos en la CDMX. No son actividades productivas que enriquezcan a nadie que las ejerza con honestidad, como es el caso de Claudia. ¿Podría ella pagarle a su hija una maestría en Barcelona y un doctorado en California? Probablemente no, es decir, no podría hacerlo sin cierto nivel de empobrecimiento. Para financiar educación universitaria costosa en el extranjero Sheinbaum habría tenido que sacrificar buena parte de sus ahorros y aun vender algunos activos personales.

Pero inclusive si Claudia fuera una mujer inmensamente rica —que no lo es, hay que subrayarlo—, eso no le quita el derecho a su hija de buscar financiar su propia educación superior recurriendo al Conacyt. Es un derecho que tienen todos los mexicanos y todas las mexicanas que cumplan con ciertos requisitos, a saber

  • Contar con e.firma del SAT.
  • Carta de aceptación al posgrado a realizar con la información detallada en la convocatoria en la que participe quien solicita la beca.
  • Documentos complementarios e información requerida en la convocatoria correspondiente.
  • Acta de examen profesional o título del grado académico inmediato anterior al solicitado.
  • Certificado oficial de calificaciones que acrediten promedio mínimo de 8.0.
  • Dar de alta o haber actualizado su currículo.
  • Documento que acredite la nacionalidad mexicana.
  • Certificado de conocimiento de inglés: (i) TOEFL versión papel revisado (ITP) 550; TOEFL versión internet (IBT) 79-80, o IELTS de 6.5.
  • Carta de reconocimiento o no adeudo si ya se ha tenido una beca del Conacyt.
  • Tres cartas de recomendación en el formato Conacyt.

El más importante de tales requisitos es la carta de aceptación al posgrado emitida por la universidad extranjera en la que se pretende estudiar. No es fácil lograr la admisión, desde luego que no.

La otra crítica: inútil becar a alguien para estudiar filosofía o historia

El diario El País tenía una sección llamada Verne. Ya desapareció, desgraciadamente. Pero sus artículos, todos muy interesantes, pueden ser leídos en internet.

En Verne se publicó la serie “¿Filosofía inútil?” que vale la pena comentar ahora, sobre todo porque refuta la crítica más boba que se ha hecho al Conacyt por haber becado a una estudiante de filosofía de la historia.

Quienes piensan que no se debe dedicar recursos públicos a algo tan poco práctico como la filosofía —o a las humanidades en general—, tendrían que reflexionar sobre esto que he leído en Verne:

  • Lo que dijo Adela Cortina, filósofa y catedrática de la Universidad de Valencia: “La universidad no es una expendeduría de títulos para el mercado laboral. No es el mercado el que ha de decidir qué carreras se implantan y cuáles no. El criterio debe ser el de las necesidades de la sociedad para construir un futuro más humano. Formar personas y ciudadanos con conocimientos y capacidad de innovación es la clave”.
  • Una opinión de la filósofa Marina Garcés: “No podemos supeditar nuestra relación con el conocimiento a nuestra salida laboral. La filosofía no es útil o inútil. Es necesaria”.
  • Un comentario Jaime Rubio Hancock: Es necesario reflexionar, con rigor filosófico, “sobre problemas completamente nuevos, como hacen, por ejemplo, Nick Bostrom con la inteligencia artificial y Byung-Chul Han al preguntarse cómo la tecnología influye en la sociedad contemporánea”.
  • La tesis de la filósofa Martha C. Nussbaum acerca de que “las humanidades son fundamentales para la democracia. La filosofía proporciona herramientas de pensamiento crítico que nos ayudan a cuestionar la tradición y la autoridad. Es decir, lo mismo que hacía Sócrates”.
  • La convicción de la misma Nussbaum para quien “la importancia de los estudios de historia radica en que nos permiten identificar nuestro lugar en el mundo en relación con otras culturas, y el papel del arte y la literatura, que estimulan nuestra imaginación al ofrecernos puntos de vista diferentes”.
  • Un apunte sobre el libro ¿Para qué servimos los filósofos? de Carlos Fernández Liria, quien está convencido de que la filosofía sirve para dos cosas: (i) para nada y (ii) para gobernar. La parte del conocimiento filosófico que no sirve para nada, no hace daño: el amor a la sabiduría no perjudica, aunque sea inútil. Pero al ser fundamental para poder contar con buenos gobiernos, lo que se sabe desde Sócrates y Platón, entonces la filosofía sirve para lo más importante: organizar a la sociedad en torno a ciertos valores. De la síntesis que de tal libro se lee en internet destaco que “el imperio de la razón es el intento de poner el mundo a la altura de la verdad, la justicia y la belleza; tres ideas platónicas tras las que se esconde un lema: ‘Libertad, Igualdad, Fraternidad’, con el que se guillotinó a un rey y se cambió para siempre el espectro político de la humanidad. Así, tras explicar cómo, ahora, hemos regresado a la Edad Media, convertidos en siervos de unos amos locos y tiránicos que se llaman a sí mismos ‘los mercados’, el autor no duda en afirmar que, aunque la filosofía jamás hubiera contemplado una derrota semejante de sus aspiraciones políticas, sigue siendo imprescindible para diagnosticar la gravedad de lo que está ocurriendo y para presentar batalla en la lucha que tenemos por delante”.
  • Aunque no lo menciona el artículo de Verne que he comentado, a mí su lectura me hizo recordar que la filosofía es tan importante que inclusive uno de los mejores ciclistas del mundo es filósofo, Guillaume Martin, francés, colaborador de Le Monde, autor del libro Sócrates en bicicleta y de una pieza teatral, Platón vs Platoche —comedia filosófica— , que enfrenta al profundo y serio Platón contra su otro yo, el desenfrenado Platoche. Aunque es un escalador de primer nivel, Guillaume Martin no cuenta con las facultades naturales de los ganadores de las grandes vueltas, como los eslovenos Primoz Roglic y Tadej Pogacar o el colombiano Egan Bernal. A pesar de ello, Martin es bastante competitivo gracias a que sigue un consejo de Nietzsche: “más vale la victoria que la paz”, consejo que debe ser bien entendido, ya que no debe interpretarse como militarismo machista, sino como la necesidad de dar siempre la pelea por lo que uno desea o por lo que uno aspira a ser como persona. Nietzsche ha permitido al citado filósofo escalador llegar en noveno lugar en la Vuelta a España 2021, a pesar de haber sufrido una muy dolorosa caída, y haber conseguido en el Tour de Francia de este año la octava posición. Se dice fácil, pero no lo es: se trata de dos competencias deportivas verdaderamente extremas. Es decir, no facilonas como el beis, que no me gusta y tan de moda está en el actual sexenio.

Andrés Manuel en el fondo de todo

Sin duda, a Mariana Imaz Sheinbaum le organizaron una brutal campaña de linchamiento en redes sociales para dañar a su madre, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

¿Por qué atacan a Claudia? Por dos razones: (i) ser tan cercana y leal al presidente López Obrador, a quien tanto odia la derecha mexicana, y (ii) su posición de favorita entre las personas que buscan la candidatura presidencial de Morena para 2024.

El temor de los grupos conservadores es que Claudia gane la presidencia y, por lo tanto, trabaje no para revertir, sino para consolidar los proyectos de gobierno de AMLO, que no son precisamente socialistas y, en algunos temas, de plano lucen neoliberales, como el del manejo ortodoxo de las variables de la marcoeconomía.

A la 4T no se le combate por ideología, esto es, porque se piense que nos llevará al comunismo o al autoritarismo —consentir al dictador cubano o acercarse al despótico capitalismo chino no es algo que responda a coincidencias ideológicas, sino más bien se trata de una estrategia de negociación con Estados Unidos, arriesgada, si se quiere, pero con posibilidades de resultar triunfante—.

Los enemigos de la 4T atacan con todo porque han visto afectados sus intereses debido a que AMLO no está dispuesto a corromperse. Esa es la verdad.

El apasionado amor por la corrupción de las élites mexicanas exige una profunda reflexión filosófica e histórica. Al menos para intentar una respuesta lógica a la pregunta de por qué se prefiere un sistema tan sucio, a pesar de que innegablemente paraliza el progreso de toda la nación, incluidos los sectores más corruptos.

Para tales análisis sirven la filosofía y la historia, así que es muy positivo que el Conacyt beque estudiantes desesos de especializarse en tales materias.

Andrés Manuel ha cometido errores, muchos sin duda. Uno de ellos, criticar a quienes se matriculan en universidades extranjeras para doctorarse. Esto, desde luego, lo ha utilizado la gente canalla que se lanzó a linchar a Mariana Imaz Sheinbaum. Pero no es culpa de esta joven académica que tenga, a veces, tan raras ocurrencias el dirigente político del movimiento en el que participa su madre y con el que probablemente simpatiza la propia Mariana.

Ojalá Andrés Manuel, presidente histórico, reflexione sobre lo que ha ocurrido con Mariana Imaz Sheinbaum y, al margen de su discurso, exija al Conacyt becar en el extranjero a más jóvenes mexicanos y mexicanas con destacadas calificaciones escolares.

Y ya de pasada, ojalá todo este asunto convenza a AMLO de que debe impedir que siga adelante la locura del fiscal Gertz Manero, quien insiste en encarcelar por delincuencia organizada a 31 científicos y científicas de nuestro país. El titular de la FGR es un hombre inteligente y preparado, pero en ocasiones se pasa.