Sueño de terror
Este miércoles me ha despertado la peor de las pesadillas; hace ya 10 minutos, pero sigo alterado, peligrosamente agitado. Cuento la historia.
Empiezo deseando, de todo corazón, que el presidente López Obrador y su vocero Jesús Ramírez entiendan que la señora Brenda Lozano les ofrece una enorme oportunidad para mejorar la imagen de la 4T.
Ojalá Andrés Manuel y el funcionario responsable de la comunicación presidencial ignoren los decepcionantes tuits de personas inteligentes, cultas y preparadas de izquierda que se han lanzado contra la joven escritora solo porque ella se ha atrevido a reírse, con memes en Twitter, del Peje de Tabasco.
Por haberse manifestado en contra de la libre expresión deberán pedir perdón a la sociedad mexicana el historiador Pedro Salmerón, el activista Antonio Attolini, la actriz Blanca Salces y el periodista Álvaro Delgado, entre otras personas decididas a linchar a la novelista Lozano por el pecado imperdonable de publicar chistes sobre el presidente de México.
Es novelista y hace memes, pues qué bueno
Creo que por primera vez escuché —o tal vez lo leí— el nombre de Brenda Lozano cuando hace días se le nombró agregada cultural de la Embajada de México en España. Antes de ese hecho yo no sabía nada de ella.
Alguien, en la radio o en Twitter, elogió a la señora Lozano por su obra literaria y otra persona dijo que era un buen final al escándalo del despido del escritor Jorge F. Hernández, a quien indebidamente la SRE castigó por criticar al risible neomarxista encargado de rediseñar los libros de texto gratuito.
Pensé: “Ojalá la novelista Lozano nos regalara, si no un artículo completo en los diarios, al menos un tuit en el que critique al tal Marx Arriaga por su pésimo trabajo de reingeniería editorial”.
Me habría encantado que ella metiera en problemas, de esa manera, al canciller Marcelo Ebrard y a su director de Diplomacia Cultural, Enrique Márquez.
Por el bien de todos, Brenda Lozano hizo algo mucho más importante y sano para la cultura política mexicana: encabronó completita a la 4T porque, en el pasado, se atrevió a reírse con memes tuiteros del presidente López Obrador.
Si conozco a Andrés Manuel, y creo que lo comozco bien —lo considero un liberal en el mejor sentido de la palabra, además con un excelente sentido del humor— pedirá a Jesús Ramírez que ponga los memes de Brenda en la pantalla multiusos gigante del salón de las conferencias de prensa en Palacio Nacional.
AMLO se reirá de que la hoy agregada cultural en Madrid tuvo la recatada idea, el año pasado, de rifar al presidente en vez del avión presidencial.
Después de carcajearse con ese y otros memes de la novelista, Andrés Manuel le suplicara a Brenda que los siga difundiendo en Twitter, y a otra cosa…
Es lo que espero que ocurra en la mañanera, pero…
La peor pesadilla de mi vida, anoche, se desarrolló en tres episodios:
- Primer acto. Lord Molécula poniéndose de acuerdo con los otros paleros no periodistas de las mañaneras para plantearle algo importantísimo al primer mandatario.
- Segundo acto. Lord Molécula y los youtuberos, disciplinados, como soldados de la patria, cumpliendo la misión que ellos mismos se exigieron, esto es, tomando la palabra para exigir a coro un castigo ejemplar a la novelista que ha mancillado la investidura presidencial.
- Tercer acto. Andrés Manuel, por descuido, cayendo en ese juego.
Letras Libres y Brenda
Por cierto, Brenda ofrece otra oportunidad a AMLO y a la 4T: la de reconciliarse con un intelectual de primer orden a quien la izquierda ya ha agredido en exceso, Enrique Krauze, y con una de las mejores revistas culturales de México, Letras Libres.
Y es que los aspirantes a talibanes de la 4T descubrieron que Brenda Lozano cometió, además de sus memes, otro horrible pecado: colaborar en Letras Libres.
Andrés Manuel debe aprovechar tales críticas para expresar que esa revista vale mucho la pena y que su director es un historiador reconocido, y ya, dejar en el olvido semejante pleito.
Es decir, poner fin con algo tan sencillo a la absurda campaña contra Krauze ejecutada por tanta gente de izquierda.
Debe dejarse de rencillas infructíferas el presidente que pasará a la historia por su respeto absoluto a las libertades, a pesar de ser el gobernante más criticado, injustamente, desde Madero.