Leí que la expresión caballo negro no significa nada en español, pero sin duda es un error decir eso. Tales palabras se utilizan bastante en nuestra lengua para significar lo mismo que en inglés. En efecto, el dark horse en ambos idiomas es el caballo que gana una carrera cuando nadie lo consideraba favorito.

Hay un nuevo caballo negro en la carrera de la sucesión presidencial 2024. Se llama Carlos Torres, es joven, es brillante, tiene cercanía con AMLO y podría ser el candidato de Morena.

Torres ha crecido de un día para otro porque asume las funciones de Gabriel García, quien se va al Senado a limitar las ambiciones de Ricardo Monreal.

Ya había otro caballo negro, Zoe Robledo, director del IMSS... ¿Dos son mejor que uno solo? Quién sabe.

Lo interesante es que el caballo negro, en la Biblia, simboliza el hambre.

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Necesidad y hambre son sinónimos y, por esa razón, los hambrientos o necesitados ganan más competencias que los satisfechos.

Pero —se supone que lo dijo Albert Einstein— un estomago vacío es un mal consejero.

Ya se verá qué pasa con los caballos negros de Morena y Andrés Manuel. Pronto sabremos si el hambre los vuelve listos y ganadores o si, de plano, los perturba y los lleva al desastre. De Zoe Robledo y Carlos Torres dependerá. Ya están en el hipódromo, ahí los puso el presidente López Obrador: ya es cosa de ellos realizar una gran carrera o echarse como burros cansados.

Se les desea la mejor de las suertes.