Universidades de machos
Ayer comenté que a todos los universitarios y a todas las universitarias debería darles vergüenza que la UNAM sea tan machista. Aquí mi artículo: https://www.sdpnoticias.com/opinion/federico-arreola-feministas-ganaron-con-diputadas-y-gobernadoras-y-la-rectora-en-la-unam/
¿Machista? Sí, ya que nunca ha tenido una rectora y, lo peor, la entidad responsable de designar a quien dirija la UNAM, que es su junta de gobierno —lo afirma gente que conoce el tema—, no parece simpatizar con la idea de que una mujer encabece a la Universidad Nacional.
La otra gran universidad mexicana, el Tecnológico de Monterrey, está bastante peor: los empresarios que mandan en su consejo de administración son como Jorge Negrete, machos entre los hombres machos, pero desde luego sin la personalidad ni el chorro de voz del Charro Cantor.
Dos personas que respeto por cultas e inteligentes —una se dedica a la diplomacia, la otra colabora en publicaciones importantes— me hicieron llegar el texto de ayer de Alicia Bárcena, publicado en El Universal: “Orgullosa hija de la UNAM: una gran universidad pública”.
¿Se destapó la señora Bárcena para buscar la rectoría de la Universidad Nacional en 2023, cuando se vaya el oftalmólogo Enrique Graue?
Tabla de posiciones de oculistas
Por cierto, Enrique Graue no está ni siquiera en el top 10 de los oftalmólogos y las oftalmólogas de México.
Sé de una especialista en oftalmología de primerísimo nivel en Europa que investigó, para recomendar a uno de sus pacientes, quiénes eran los oftalmólogos y las oftalmólogas con mejores calificaciones en nuestro país. Sus contactos, de asociaciones profesionales de medicina de Estados Unidos, preguntaron aquí y allá y elaboraron una lista de 11 médicos y médicas que ofrecen consultas en hospitales de la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
Y sí, estaba Graue en la lista de 11: precisamente en el lugar 11. El primer lugar lo tenía de una doctora —mujer, en efecto—, Rashel Cheja Kalb.
No la conozco, pero averigüe en internet y me queda la duda de si la doctora Cheja Kalb estudió en la UNAM o en la Universidad Anáhuac.
La web es tan confusa a veces. En la pagina del Centro Médico ABC —que ha caído, por cierto, en conductas discriminatorias, de lo que habrá oportunidad de hablar después—..., ahí se lee que ella es egresada de la Anáhuac, pero el sitio especializado tododoc.com afirma que su origen es la Universidad Nacional.
No menciono lo anterior por descalificar a Graue, quien cuando salga de la rectoría y vuelva a su oficio de médico seguramente estará desactualizado, y por lo tanto saldrá del top 11.
He contado tal historia, que conozco inclusive en todos sus detalles, solamente para dar un ejemplo, uno más, de que sobran mujeres mucho más calificadas que los machitos que agandallan todos los puestos de mando.
La UNAM según Alicia Bárcena
En su artículo de El Universal, la señora Bárcena, actualmente secretaria ejecutiva de la CEPAL, dijo muchas cosas lindas de la universidad en la que estudió:
√ Habló de la “imponente ciudad universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México”.
√ Dijo que la UNAM es “la más grande de las universidades de América Latina”.
√ Destacó el hecho —absolutamente destacable— que de la Universidad Nacional “provienen todos los premios Nobel de México”.
√ Y destacó otro hecho que es para presumirse: que la UNAM es “el alma mater de cada una y cada uno de los mexicanos que han recibido el Premio Cervantes y el Premio Príncipe de Asturias”.
(Corrijo respetuosamente y sin ganas de molestar a la señora Alicia Bárcena: Según la Fundéu de la RAE no es correcto decir el alma mater. Lo adecuado es la alma mater al hablar de la “madre nutricia” —que eso significa tal locución latina, según el Diccionario panhispánico de dudas—: “La norma de cambiar la por el ante palabras femeninas que comienzan con a tónica solo afecta a sustantivos (el alma contenta, el aula espaciosa), pero en esta locución latina alma es un adjetivo que significa ‘que alimenta’, tal como indican los diccionarios de latín”. Aclaro que no soy experto en español —en realidad no soy experto en nada, y a mi edad ya no lo seré—, pero en mi afán de escribir utilizando un lenguaje inclusivo, algo muy difícil en ocasiones, leo bastante sobre tales temas. Claro está, igual la Fundéu y la Real Academia Española se equivocan y es Bárcena quien tiene razón. Yo no sé; en esto, como en todo, diría el bolero, uno no sabe nunca nada).
√ Alicia Bárcena también dijo de la UNAM que es “la casa de Justo Sierra y José Vasconcelos”.
√ Y concluyó que la Universidad Nacional es “es lo mejor de México; una institución indispensable de la patria, pública, laica y gratuita”.
√ Aclaró que la UNAM es lo mejor de México porque es el “el domicilio centenario de la voluntad de nuestro pueblo por construir desde el conocimiento, el debate, la cultura y el compromiso con una sociedad mejor, más justa, más digna e igualitaria”.
Lo que no pudo decir Alicia Bárcena de la UNAM
Supongo que cuando la secretaria de la CEPAL habló de que la Universidad Nacional es igualitaria se refería a que iguala a personas ricas y pobres o quizá a los numerosos empates de los Pumas, o tal vez a que, a diferencia del agua de manantial en el refrán, como el tráfico en la UNAM sí hay igual: el del resto de la CDMX..
Es decir, Alicia Bárcena lo único que no pudo presumir es que la UNAM sea una universidad igualitaria en términos de que ofrece las mismas oportunidades a los hombres que a las mujeres. Imposible que lo hiciera.
Ni hablar, la señora Bárcena no tiene forma de decir con todo orgullo que la Universidad Nacional haya tenido una —¡¡¡al menos una!!!— rectora.
Otra con méritos para ser rectora
También me hicieron llegar, por correo electrónico, el currículo de Rosaura Ruiz Gutiérrez, licenciada en biología y maestra y doctora en ciencias biológicas. Ya aspiró a ser rectora de la UNAM, pero los machos de la junta de gobierno la bloquearon. Actualmente, en el gobierno de la Ciudad de México, es la secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación.... ¡qué nombre tan largo el de tal dependencia!
Como ella, hay muchas más académicas destacadas en la UNAM de todas las ideologías, todas las religiones —o mejor aún, ateas—. Mujeres preparadas en todas las disciplinas científicas, algunas atléticas y otras fuera de forma física, no pocas vestidas a la moda y algunas menos interesadas en eso, todas con aficiones culturales. Hasta fanáticas del futbol serán dos o tres, o cuatro o más..., inclusive americanistas habrá, lo que desde luego no adorna a nadie.
Ya se verá si los tiempos políticos se acomodan para que las mujeres de la Universidad Nacional empujen y marginen a los hombrecitos ya pasados de moda que solo han designado rectores, nunca una rectora.