Dos moneros de derecha —o al menos no simpatizantes de la 4T y el presidente AMLO— se burlan en sus viñetas de la consulta popular acerca de si el gobierno actual debe juzgar o no a los expresidentes. Evidentemente los señores Calderón, de Reforma, y Alarcón, de El Heraldo de México, lo que pretenden es desalentar la participación de la gente en el mencionado referéndum.
Los moneros abiertamente de izquierda, esto es, los tres más importantes de La Jornada —El Fisgón, Hernández y, hasta antes de su muerte, Helguera— incansablemente promueven tal consulta.
Este es un buen ejemplo de lo dividido que está México. Lo de menos es determinar quién tiene mejores argumentos. Lo relevante es la polarización, que no nos llevará a nada positivo.
También importa la ley, por cierto... y el civismo.
En mi opinión, si la consulta es legal —y sin duda lo es, por esa razón el INE la organizará—, entonces lo más sensato y responsable es invitar a participar en la misma. Es decir, los caricaturistas de Reforma y El Heraldo no cumplen como ciudadanos al pretender influir para que la gente no acuda a las urnas el día que se celebre el famoso plebiscito.
No es ilegal lo que Calderón y Alarcón hacen, pero tampoco dan una lección de civismo, sino todo lo contrario. Por tal motivo, se ven conservadores, en la peor acepción de la palabra. Lo peor es que su criticable actuación no responde a la ideología, sino simple y sencillamente a que detestan al presidente López Obrador.
Esta vez el aplauso lo merecen Rafael El Fisgón Barajas, José Hernández y, con mucho cariño y todavía triste por su muerte, Antonio Helguera. Sin duda actúan como progresistas decididos a cumplir con las obligaciones cívicas que todos tenemos.