‘Descartar’: Excluir o eliminar a alguien...
‘Encartar’: Incluir a alguien...
Real Academia Española
Hoy lunes, en su mañanera, Andrés Manuel López Obrador dio una lista de precandidatos y precandidatas de Morena a la presidencia de México:
√ Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México.
√ Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores.
√ Esteban Moctezuma, embajador en Estados Unidos.
√ Tatiana Clouthier, secretaria de Economía.
√ Juan Ramón de la Fuente, embajador en la ONU.
¿Y el senador?
En efecto, Andrés Manuel excluyó —o no incluyó, lo que podría ser menos duro para el afectado— al senador Ricardo Monreal.
Pero la tarde de este día, Monreal se apuntó él mismo en una entrevista con Carlos Loret de Mola, un buen periodista a quien en Morena —y en Palacio Nacional, lo que es más relevante— se identifica como uno de los activos propagandísticos de la oposición.
En el espacio radiofónico de Loret de Mola —a quien financia un perverso exdirigente del PRI, Roberto Madrazo— el senador Monreal dijo que no se descarta como candidato presidencial en 2024.
No se descarta, a pesar de que AMLO no lo encarta. ¿Qué significa eso?
Monreal hablaba de sus aspiraciones de buscar la presidencia de México como abanderado de Morena, pero como lo hizo en un programa de radio tan contrario a la 4T —y, sobre todo, tan partidario de la oposición encabezada por el PRIAN—, los buenos entendedores pues eso, entendieron: si AMLO no lo encarta entre los presidenciables, el senador zacatecano se encarta solito, ya sea por Morena o por los partidos opositores.
No es la primera vez que lanza esa amenaza: estuvo cerca de irse al PRI o al PAN, o al menos eso dijo, cuando no pudo quitarle a Claudia Sheinbaum la candidatura a la jefatura de gobierno de la CDMX.
En 2018 el sentido común de Ricardo Monreal pudo más que su descontento —y que su vanidad— y se quedó en Morena, donde AMLO lo premió concediéndole el control del Senado.
Ahora, que juega de nuevo con la posibilidad de jugarle las contras a Morena, tiene sentido la siguiente pregunta: ¿cumplirá su amenaza?
Pero, ni hablar, la pregunta relevante no es si Monreal está decidido a irse a la oposición, sino otra muy distinta: ¿lo necesitan el PRI y el PAN?
Respuesta: sobran aspirantes competitivos en el PRI y el PAN, así que priistas y panistas no se le abrirán las puertas presidenciales al zacatecano.
Ni siquiera le abrirán las puertas de una candidatura de oposición a la jefatura de gobierno capitalina, que me parece será para Margarita Zavala.
Entonces, lo único que le va a quedar a Ricardo Monreal es continuar con su chantaje —o su berrinche— para ver si, en una de esas, le toca ser candidato de Morena en las elecciones de jefe de gobierno de la Ciudad de México.
Quizá a Andrés Manuel le parecerá aceptable la candidatura de Monreal en la CDMX. Lo que falta es que Martí Batres diga que está de acuerdo.
Ya se verá si todos se disciplinan o si llega el tan temido cisma.