Raymundo Riva Palacio, agosto 24 de 2021, en El Financiero
Insostenible, inclusive inmoral lo que ha dicho el columnista más ruidoso del diario propiedad de Manuel Arroyo. Veamos:
- Que AMLO “ha caído fácilmente en las provocaciones de Anaya, pero al entrar en una batalla de dichos con él, ha caído en el juego de su adversario político que no tardará, por la forma como escala las cosas, en equipararlo con Daniel Ortega, el presidente de Nicaragua que emprendió una cacería contra sus opositores, varios de quienes quieren disputarle la presidencia en las próximas elecciones, y los está encarcelando”.
- Que “llevar a políticos prominentes a la cárcel no es algo que se vea bien en ninguna democracia, y suelen interpretarse como actos de represión autoritaria”.
¿Cómo interpretar tales afirmaciones de Riva Palacio?
- ¿Piensa Raymundo que los “políticos prominentes”, aunque sean unos pillos, no deben ser acusados por ningún gobierno democrático?
- ¿Francia es una dictadura porque se ha condenado al expresidente Nicolás Sarkozy a 3 años de prisión por corrupción y tráfico de influencias?
- ¿España dejó de ser una democracia porque en 2015 se detuvo a Rodrigo Rato —alguna vez vicepresidente del país y director gerente del FMI— acusado de blanqueo de capitales?
- ¿Italia es una tiranía porque dos veces se ha buscado encarcelar al ex primer ministro Silvio Berlusconi?
- ¿O su afirmación de que “llevar a políticos prominentes a la cárcel no es algo que se vea bien en ninguna democracia” representa una inteligente defensa, pero no de Anaya, cuya prominencia es discutible, sino de un exjefe de Riva Palacio, el poderosísimo expresidente Carlos Salinas de Gortari?
Es Odebrecht, no le hagamos al Tío Lolo
El Departamento de Estado de EEUU calificó el escándalo Odebrecht como “la mayor red de sobornos extranjeros de la historia”.
Tal empresa constructora cometió graves ilícitos —sobre todo sobornar a presidentes, expresidentes y funcionarios de gobierno— de al menos 12 países:
- Angola
- Argentina
- Brasil
- Colombia
- Ecuador
- Estados Unidos
- Guatemala
- Mozambique
- Panamá
- Perú
- República Dominicana
- Venezuela y…
- … México
Prominentes corruptos
Han sido señalados por distintos actos de corrupción relacionados con Odebrecht —a muchos de ellos se les ha castigado, a otros no— los siguientes “políticos prominentes”:
- Pedro Pablo Kuczynski, expresidente de Perú.
- Alejandro Toledo, expresidente de Perú.
- Ollanta Humala, expresidente de Perú, y su esposa Nadine Heredia.
- Alan García, expresidente de Perú; tristemente esta persona se pegó un tiro.
- Keiko Fujimori, dirigente opositora en Perú.
- Michel Temer, expresidente de Brasil.
- Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil.
- Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil.
- Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia y ganador del Premio Nobel de la Paz.
- Otto Bula, exsenador colombiano.
- Ricardo Martinelli, expresidente de Panamá.
- Mauricio Funes, expresidente de El Salvador.
¿Se ha castigado a alguien en México por el escándalo Odebrecht?
En diciembre de 2016, Raymundo Riva Palacio, en un análisis del caso Odebrecht dijo que la investigación había avanzado gracias a las “autoridades estadounidenses, en coordinación con las suizas y las brasileñas”, pero enseguida añadió que “en México vivimos en déficit”, es decir, que en nuestro país no se había investigado ni —mucho menos— sancionado a nadie, a pesar de que “los sobornos se remontan al gobierno de Felipe Calderón” y continuaron y quizá crecieron en el de Enrique Peña Nieto.
Durante años esta fue la queja de no pocos periodistas mexicanos: ¿por qué en todo el mundo se castiga a políticos sobornados por Odebrecht, y en México no pasa nada?
Pues, bueno, ya está pasando: ya se busca castigar a quienes fueron sobornador por Odebrecht
Es público que ya hay una lista de exfuncionarios mexicanos que pronto tendrán que acudir ante el poder judicial para responder por acusaciones en su contra relacionadas con el escándalo Odebrecht, cuyas investigaciones al fin parecen ir en serio:
- Enrique Peña Nieto, expresidente de la república
- Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda
- Carlos Treviño, exdirector de Pemex
- Jorge Luis Lavalle, exsenador
- Francisco Domínguez, gobernador de Querétaro
- Francisco Javier García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas y…
- … Ricardo Anaya, excandidato presidencial
¿Hay mayoría de priistas o panistas en esa lista?
Se trata de cuatro del PAN y tres del PRI, suponiendo que Carlos Treviño, por haber colaborado en un gobierno priista, simpatiza con el partido tricolor.
Es decir, se investiga a más panistas que priistas, así que ello pareciera darle sentido a la sospechosista pregunta de Salvador Camarena en El Financiero: ¿Odebrecht sobornó a priistas para ganar multimillonarios contratos, pero por ese caso la cárcel la pagarán algunos panistas?
Las cosas no son tan sencillas...
Si la FGR va al fondo del caso ocurrirá lo nunca visto: que se castigue a un expresidente, Peña Nieto. Este hombre, por su relevancia, le quita sentido a la pregunta del columnista Camarena, ya que si se le sanciona, entonces estaremos ante un hecho histórico para sancionar los excesos del priismo.
Por cierto, según dijo Riva Palacio, compañero de páginas de Camarena —se le citó aquí en párrafos precedentes— las “autoridades estadounidenses, en coordinación con las suizas y las brasileñas” encontraron que la corrupción relacionada con Odebrecht creció en el gobierno de EPN, pero “los sobornos se remontan al gobierno de Felipe Calderón”.
En ese sentido, quizá la pregunta que debería hacerse Salvador Camarena no sea la de por qué se persigue a más panistas que priistas, sino otra más interesante: ¿Cuándo la FGR acusará al esposo de la señora Zavala?
¿Ellos son inocentes o culpables?
Un juez deterninará si realmente cometieron delitos y, en caso de que así hubiese ocurrido, qué tan graves fueron.
Hay una investigación en marcha contra ellos, la Fiscalía General de la República piensa que debe procesarlos y, entonces, ha pedido a un juez que los llame para que responden a las acusaciones, desde luego acompañados de abogados para que se defienden como lo establece la ley.
¿Daniel Ortega, en Nicaragua, ha acusado a políticos por el escándalo Odebrecht o por casos de corrupción debidamente probados?
En ningún caso el señor Ortega ha buscado castigar a nadie para combatir la corrupción. Resulta clarísimo que él sí pretende quitarse rivales de encima de cara a las próximas elecciones presidenciales nicaragüenses.
Daniel Ortega sido mundialmente condenado por su actitud dictatorial. A pesar de su origen progresista, en México el diario de izquierda La Jornada ha sido particularmente crítico del nicaragüense; cito varias Rayuelas del periódico dirigido por la extraordinaria periodista Carmen Lira:
- La del 7 de julio de 2021: “Suma y sigue en Nicaragua. Daniel Ortega está decidido a ser el único competidor electoral sin importar las barbaridades que deba cometer”.
- La del 14 de junio de 2021: “Cuesta trabajo creer lo que están haciendo Ortega y Murillo, pero ya falta poco para ponerlos al nivel del dictador Anastasio Somoza”.
- La del 22 de diciembre de 2020: “Cuesta creerlo, pero Daniel Ortega adoptó como guía al dictador Anastasio Somoza. El general Sandino debe estar revolviéndose en su tumba”.
- La del 22 de enero de 2019: “Daniel Ortega está decidido a acallar voces críticas. Unas mueren y otras tienen que abandonar Nicaragua. Y todavía hay quien lo defiende”.
¿Qué ha dicho Andrés Manuel sobre Nicaragua?
Contra su costumbre de no meterse en los asuntos de otros países latinoamericanos —lo que seguramente llevó en nuestro país a no condenar en Ginebra al gobierno de Ortega—, el presidente de México fue muy claro al deslindarse del dictador nicaragüense: “Consideramos que se deben de garantizar las libertades y no debe de haber represión. Ni en Nicaragua ni en Colombia ni en ningún país del mundo se debe de optar por la fuerza porque nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho. No (se debe) encarcelar”.
¿Qué ha hecho Daniel Ortega?
Cito una nota tomada al azar de internet:
- “Desde marzo pasado Ortega lanzó una razia contra la oposición con el objetivo de desarticular cualquier posible obstáculo a la reelección en los comicios del 7 de noviembre”.
- “Ha arrestado o perseguido a decenas políticos opositores, entre ellos siete aspirantes a la presidencia, activistas estudiantiles, líderes del sector privado, abogados defensores y otros”.
- Entre los otros hay periodistas y aun dirigentes religiosos.
- El gobierno de Ortega ha reprimido violentamente manifestaciones de protesta, lo que ha provocado centenares de muertos y miles de heridos y detenidos.
En México no se persigue a la oposición; solo se busca que no queden sin castigo quienes participaron en el caso Odebrecht
Esto es clarísimo. Creo que, muy vivo, como sin duda lo es, Ricardo Anaya desde hace tiempo vio venir contra él las investigaciones sobre los sobornos a políticos entregados por la constructora brasileña, y decidió protegerse con videos —algunos muy buenos y divertidos, sin duda— en los que anunciaba con excesiva anticipación sus aspiraciones para volver a ser de nuevo candidato presidencial.
No fue una mala estrategia política de defensa de Anaya: “Si me acusan, diré que es una represalia de la 4T y de AMLO por mis videos críticos”.
El problema de Anaya es cuádruple:
- Todo indica que sí tuvo participación en el escándalo Odebrecht. ¿Qué tan serio es lo que hizo? Lo determinará un juez.
- No es el único político de oposición que aspira a la presidencia.
- No es el político con mayores posibilidades de unificar a la oposición para disputar a Morena la presidencia en 2024; más fuertes que Ricardo Anaya se ven Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco; Lorenzo Córdova, todavía consejero del INE; Margarita Zavala, diputada electa; Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey; Enrique de la Madrid, excolaborador de EPN, y aun otro de los señalados en el asunto Odebrecht, Francisco Domínguez, gobernador de Querétaro, quien a diferencia de Anaya no ha caído en la tentación —para no hacer el ridículo— de victimizarse.
- Ni la FGR ni nadie en el gobierno de AMLO ha molestado a la inmensa mayoría de los políticos de oposición que ya trabajan para mantenerse unidos contra la 4T; tampoco, por cierto, desde el poder se censura a tantos periodistas que han repetido, en defensa de Anaya, la calumnia de que Andrés Manuel es como el nicaragüense Ortega.
Los otros orteguianos, los de la prensa mexicana
Algún columnista habrá que merezca el adjetivo de orteguiano por estudioso de la obra del brillante pensador español José Ortega y Gasset, pero no he identificado a ninguno.
Los que sí abundan son los otros orteguianos, los que utilizan al dictador nicaragüense para calumniar a AMLO, utilizando como pretexto la huída de Ricardo Anaya:
- Dijo en Reforma, el 24 de agosto de 2021, el señor Manuel J. Jáuregui, seudónimo de uno de los propietarios de ese diario (firma como El Abogado del Pueblo en El Norte): “Para nadie pasa inadvertida la coincidencia o similitud entre la forma en la que el dictador nicaragüense, Daniel Ortega, se quita del paso a sus opositores encarcelándolos, y el reciente episodio político mexicano en el que la FGR de AMLO saca del camino a Ricardo Anaya, ex candidato presidencial del PAN, y uno de sus más fuertes críticos y rivales para el 2024, amenazándolo con 30 años de cárcel. No defendemos a Anaya y no conocemos las ‘pruebas’, de manera que nos es imposible formular una opinión de si el caso en su contra es sólido o inventado”.
- Dijo en Milenio, el 23 de agosto de 2021, Diego Fernández de Cevallos: “Estos pájaros de cuenta —de la calaña del Daniel Ortega en Nicaragua— encarcelan y eliminan adversarios, alegando la aplicación pareja de la ley”.
- Dijo en Reforma, el 24 de agosto de 2021, la columna Templo Mayor: “Por cierto, que si el gobierno federal pretende empezar a cazar a los posibles candidatos o candidatas presidenciales, más de uno se pregunta quién sigue. Hasta ahora el único otro que ya planteó su interés por competir en 2024 es Enrique de la Madrid Cordero. ¿A poco ya le están buscando algo para bajarlo? El nicaragüense Daniel Ortega debe estar orgulloso”.
- Dijo en El Financiero, el 23 de agosto de 2021, Macario Schettino: “Ahora parece que López Obrador quiere seguir los pasos de Daniel Ortega en Nicaragua, y deshacerse de cualquier potencial candidato opositor. No debemos permitirlo.
Mienten y lo saben
- Es un mal chiste de la principal columna política de Reforma lo expresado sobre De la Madrid, ya que ahora mismo este político carismático, en la tranquilidad de su casa o de su oficina, debe estar trabajando para encontrar la fórmula que lo lleve a encabezar a la oposición en las presidenciales de 2024. Si consiguiera la candidatura, el abanderado o la abanderada de Morena estarían en serios problemas para derrotarlo
- ¿Qué decir el jefe Diego? Simplemente, miente.
- El comentario más lamentable es el de los seudónimos (Manuel J. Jáuregui y El Abogado del Pueblo) de alguno de los propietarios de Reforma: si, tal como lo admite el mencionado columnista, por desconocimiento del tema le resulta “imposible formular una opinión sobre el mismo”, entonces ¿para qué opina? ¿Le divierte ser tan perverso? ¿Lo hace solo por fanatismo ideológico que le lleva a difamar a AMLO solo para ver si daña al presidente de izquierda?
Tres Rayuelas de La Jornada que todo lo explican
- La del 9 de agosto de 2021: “Y si no encuentran algo mejor, la pobre cosecha de medallas en Tokio, será el pretexto para el siguiente ataque”.
- La del 22 de agosto de 2021: “Arrumbado en el sótano de la política, Anaya quiere erigirse en personaje central de una tragicomedia mexicana”.
- La del 23 de agosto de 2021: “Ahora, hasta el huracán Grace abandonó el territorio nacional alegando persecución política”.
No era ataque exigir, ante “la pobre cosecha de medallas en Tokio”, que AMLO deje su obsesión por el beisbol, que despida a la fallida Ana Guevara y que ya se diseñe y se ponga en práctica una política deportiva verdaderamente eficaz para apoyar a todas las disciplinas atléticas.
Desgraciadamente, el fracaso olímpico se olvidó pronto y, como el origen del mismo está en los gobiernos anteriores, la oposición no lo convirtió en bandera para cuestionar al actual gobierno.
Y bueno, ni hablar, la oposición encontró “algo mejor” para, este sí, un duro ataque contra Andrés Manuel: calificar de “persecución política” a la Daniel Ortega las investigaciones, tan necesarias, que han llevado a juzgar a panistas y priistas por los sobornos de Odebrecht.
No prosperará tal estrategia opositora por dos razones:
- Sin duda, Ricardo Anaya estaba, y a ese lugar volverá, “arrumbado en el sótano de la política”, así que no cuenta con calificaciones como para convertirlo ni siquiera en una caricatura de Mandela.
- Quizá la oposición debería, mejor, hacer caso a la Rayuela y usar al huracán Grace para demostrar que las persecuciones políticas sí existen... el huracán, efecto, porque así como llegó a México, se fue; hizo daño, muchísimo, pero tristemente bastante menos que la corrupción de tantos ambiciosos e irresponsables hombres de poder del pasado.