El sábado pasado poca gente percibió lo verdaderamente interesante de una foto publicada en El Norte, de Monterrey —hermano mayor de los diarios Reforma, de la Ciudad de México, y Mural, de Guadalajara—.
En la fotografía, sentados, estaban el gobernador electo de Nuevo León, Samuel García; 9 alcaldes —y una alcaldesa, Cristina Díaz—, que pronto iniciarán sus periodos de gobierno; dos o tres futuros funcionarios de la administración estatal, y un “invitado”.
El “invitado” de Samuel —la única persona identificada de esa manera por la redacción de El Norte— se llama Enrique de la Madrid.
¿Quién es Enrique de la Madrid Hurtado?
- Milita en el PRI y quiere se candidato presidencial de la oposición unida en 2024.
- Fue secretario de Turismo en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
- Enrique Octavio de la Madrid Cordero es hijo del expresidente Miguel de la Madrid Hurtado.
- Es abogado; estudió la licenciatura en la UNAM.
- Tiene una maestría en administración pública; la cursó en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.
- Como priista —lo es desde 1981—, participó en las campañas presidenciales de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.
- Ha trabajado en las áreas financieras del gobierno federal, entre otras funciones, como analista en el Banco de México y como coordinador de la presidencia de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
- Fue diputado federal, priista desde luego.
- En el sector privado, presidió ConMéxico, Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, y tuvo un cargo no de alta dirección en el banco HSBC.
- Como la mitad de los priistas, se identifica con el PRIAN, ya que el segundo gobernante panista, Felipe Calderón, lo nombró director de Financiera Rural.
- Seguramente combate a la otra mitad de los priistas, los que se identifican con el PRIMOR, es decir, los aliados de Morena.
- Enrique Octavio de la Madrid Cordero pretende ahora inaugurar la era del PRIMC, es decir la sociedad entre el priismo tecnocrático y el partido de Dante Delgado, Movimiento Ciudadano, en el que desempeña un papel central el gobernador electo de Nuevo León, Samuel García.
El ausente
En política y en la familia a veces son más notorias las ausencias que las presencias.
No deja de llamar la atención que Enrique de la Madrid estuviera como “invitado” en una reunión del gobernador de electo de Nuevo León con las personas que encabezarán las alcaldías de la entidad.
No hay duda de que De la Madrid trabaja para ser aceptado en el equipo capitaneado por Dante Delgado, que quizá sí, pero tal vez no se unirá al PAN y a lo que quede del PRI en 2024.
Como nomás no crece Enrique Alfaro, la todavía carta fuerte de MC para las próximas elecciones presidenciales, De la Madrid se acerca a donde podría haber, para él, una oportunidad de buscar la presidencia de México.
Pero esa no fue la nota fuerte de la foto de El Norte del pasado sábado. Lo relevante estuvo en lo que no se vio. No apareció Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, por mucho la más importante ciudad de Nuevo León.
Según El Norte, Colosio participó en la reunión, pero a distancia, esto es, a través del sistema de videoconferencia Zoom.
Ya antes Colosio dijo a los de MC que si saben contar, no cuenten con él. Es decir, que no será un presidente municipal que atienda los intereses políticos de un partido, sino los de toda la sociedad regiomontana.
Eso es interesante porque Colosio ha sido mencionado entre quienes podrían encabezar en 2024 a la oposición grande —la representada por el PAN y otros partidos, como el PRI y el PRD—.
Pese a sus éxitos —notables, sin duda—, el partido de Dante Delgado, si insiste en ir solo a los procesos electorales, seguirá siendo la oposición chica, por más que se le acerquen priistas de la tecnocracia, como Enrique de la Madrid, con todas las ganas de marginar a alguien tan prescindible como el otro Enrique, Alfaro, quien este domingo es noticia porque el estado que gobierna, Jalisco, encabeza la lista de las entidades con más irregularidades reportadas por la Auditoría Superior de la Federación después de la revisión de la cuenta pública de 2019.