Acaba de terminar la mañanera del martes 8 de junio de 2021. El presidente López Obrador demostró por segundo día consecutivo que su partido, MORENA, ganó las elecciones 2021.
Ayer, lunes 7, hizo lo mismo. De hecho estaba enojado con los medios, en especial con Televisa y un programa de análisis que tuvieron en la noche del domingo electoral donde analizaban las mayorías en el congreso. Analizaban lo que a todos nos importa: ¿El presidente tendrá el poder para hacer lo que le plazca?
Es un debate interesante, es un debate que la oposición de López Obrador se encargó de hacer grande: Tenemos que quitarle el poder al presidente. Los analistas hicieron lo que tenían que hacer, de hecho todavía no queda muy claro si el presidente puede hacer lo que quiera, puede tener todo el presupuesto para sus programas de fin de sexenio, o no.
¿Dependerá del verde? ¿Dependerá del PT? ¿Dependerá de Fernández Noroña? Ni idea
El caso es que al presidente no le gusta perder, tanto que es un mal ganador. Si en realidad ganó, entonces ¿por qué lleva dos mañaneras restregándole en la cara a la oposición que ganó?
“Los estados rojo quemado…bueno guinda”, decía AMLO mientras enseñaba un país que en el pacífico y el sur se pintaba ahora de MORENA.
“De 300 diputados tenemos 184 con alianza”, señalaba mientras en la pantalla de la mañanera salía una cámara de diputados con puntitos de colores (así ve el presidente a los diputados, como puntitos nada más) y hasta bromeaba “con la mitad del verde, ya tenemos mayoría”.
El presidente lleva dos mañaneras diciendo que ganó. El presidente está feliz y satisfecho. ¡Qué bueno!
En el otro lado, la oposición también celebra. “AMLO ganó pura ranchería” dicen con su manera racista y un poco mamoncita para referirse a Guerrero, Michoacán y las delegaciones menos privilegiadas de la CDMX.
“En la CDMX, donde empezó el movimiento de AMLO, fue una catástrofe para él”, me han llegado cientos de mensajes de no pocos contactos en Whatsapp.
“Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum están muertos” escribe hoy Verónica Malo en SDPNoticias
Y tiene razón.
Y la verdad es que la oposición tiene mucho qué celebrar: Se han dado cuenta que pueden y han de andar recaudando buen dinero para las próximas elecciones estatales de los años que vienen, como el ensayo del 2024.
Fue la elección perfecta
La elección que necesitábamos después de la pandemia, después de la división y después de los pleitos: Todos están celebrando.
Ayer hasta uno delos bastiones de la oposición, Nuevo León, estuvo de fiesta por el triunfo de Samuel García en la Macroplaza, donde la llenó como si los Tigres o los Rayados hubieran ganado el mundial de clubes.
Todos celebran.
Feliz AMLO, feliz la oposición, feliz Samuel y Mariana, felices todos.
No fue la elección que queríamos, fue la elección que necesitábamos.