La decisión de poner en manos de la ciudadanía un ejercicio de está magnitud fue una buena determinación de aquellos arquitectos que, a partir del legislativo, dieron vida orgánica a la participación a través del mecanismos de la Revocación de Mandato. De hecho, esa experiencia a diferencia de otros procesos tiene una clara muestra de responsabilidad al ejercer nuestro derecho que, sin duda, levantó muchas expectativas desde hace mucho tiempo.
Lo que pasó ayer fue una auténtica fiesta democrática en el país; algo semejante a lo que sucedió en aquel histórico 2018 en el que, la inmensa mayoría de la población, acudió a la cita que ya estaba escrita en el guión destinado para el ahora presidente López Obrador que no sólo arrasó en las urnas, sino que superó las expectativas de aquellos que han sido electos mediante el voto popular.
Quizá eso hace la diferencia de vivir una fase democrática donde hemos refrendado nuestro compromiso como sociedad civil; pese a los obstáculos que el propio INE puso en el camino, prevaleció la organización de la ciudadanía que entendió perfectamente el instrumento valioso puesto en marcha, eso sí, apoyado por millones de mexicanos que ayer salimos a votar a favor de que continúe el presidente AMLO hasta el 2024.
Y como la mayor parte de la sociedad, respaldamos al jefe del ejecutivo federal. De hecho, si emulamos las palabras de apoyo coincidimos en aquellas voces: “el presidente de la República es nuestra convicción: es y será el mejor presidente que haya tenido México”. Suscribo. La verdad es que, hoy en día, podemos estar orgullosos de tener un jefe del ejecutivo federal con esas características- donde reina el desarrollo del país, pero también la gobernabilidad que se ha mantenido con instituciones del estado sólidas.
Podemos decir, en general, que tenemos un mandatario a la altura de las circunstancias. Por esa hemos afirmado, en uno y otro espacio, la importancia de responder al llamado que hicieron diputados y senadores de Morena que han tenido la capacidad y convicción no sólo de empujar la agenda del presidente, sino también de respaldarla a través de mecanismos que, en varias ocasiones, hemos señalado como necesarios para el equilibrio del país.
Justamente, por ello, el legislativo federal se convirtió en la columna vertebral de la 4T. Mucha de esa aportación la hizo el Senado de la República que ha sostenido, en todo momento, una responsabilidad con el presidente AMLO en su agenda integral. Tal y como pasó con la Ley de Revocación de Mandato que, ayer mismo, fue un éxito en todo el territorio nacional.
“Por primera vez en la historia de nuestro territorio nacional tenemos un instrumento constitucional para revocar el mandato presidencial”. Así lo manifestaron los líderes históricos del movimiento que acompañan al presidente AMLO desde hace 25 años en la lucha democrática del país. Además de llamar el voto, siempre le han dado la importancia a la figura de la Revocación de Mandado.
Por esa razón, fue una fiesta lo que aconteció ayer. Lo cierto es que el presidente AMLO seguirá en sus funciones como presidente constitucional de México. De acuerdo con la estimación, cerca del 90% votó a favor de que siga como jefe del ejecutivo federal. Eso refrendo las labores al frente desde que inició el proyecto de transformación de la 4T que abrió la esperanza que hoy en día es una realidad.