A pesar de los obstáculos impuestos por el oficialismo el Frente Amplio por México (FAM) avanza y hace historia con un novedoso proceso de selección de candidato que, por primera vez en el México post revolucionario, se centra en la sociedad civil o, en términos de la 4T, en el pueblo de México, dejando atrás los acuerdos de las élites partidistas y las cuotas clientelares para buscar un gobierno de coalición.
El Frente es prioridad
Cabe destacar a políticos como José Ángel Gurría o Idelfonso Guajardo que, aunque con comprobada capacidad y profesionalismo tenían pocas posibilidades de alcanzar las firmas y decidieron declinar, continúan aportando su experiencia y conocimientos para la conformación del proyecto de gobierno de coalición.
Otros personajes como Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu y Lilly Téllez, con importantes carreras políticas, decidieron renunciar o dar de baja su militancia en los partidos para evitar “arrastrar” al Frente a los problemas internos de sus dirigencias y como buenos demócratas, expresaron sus dudas sin chantajes ni amenazas.
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En la primera etapa del proceso surgió el fenómeno de Xóchitl Gálvez quien, con autenticidad y habilidades políticas, logró colocarse en el centro de la agenda pública arrebatando la atención de la perorata mañanera de Palacio Nacional.
Aunque AMLO y los suyos atacaron con todo a Xóchitl no lograron debilitarla y en un cambio de estrategia, decidieron, también sin resultados, cuestionar el proceso y los procedimientos del FAM, pero, por el contrario, Xóchitl y el Frente se convirtieron en tema central en redes sociales, medios de comunicación y plaza pública.
Las “corcholatas” sin propuestas y dilapidando recursos
Algo que marca una gran diferencia es que, mientras en Morena a los “tapados” no les permiten hacer propuestas, participar en foros o en debates ni salirse del “guion” que les marca Andrés y, que para ganar la candidatura se concentran en demostrar ser el más cercano al líder y a repetir con enjundia el discurso aprendido, en el FAM, los cuatro aspirantes que quedan participan en debates y foros para discutir los temas que conciernen a la nación, como seguridad, salud, educación, economía y democracia; en esto se debe enfocar la oposición y cuidarse de distractores como el “comunismo” en libros de texto o los vulgares ataques de Ricardo Salinas a una mujer, que pueden distraer la agenda pública.
¿Y de dónde sale el dinero?
Otro asunto digno de mencionar es que en el cuartel de Palacio Nacional se acusan todos contra todos de forma personal y por el uso de recursos de dudosa procedencia. Marcelo contra Claudia, Adán contra Fernández Noroña, Monreal contra el presidente y Claudia, total, lo único que ha salido de ellos es un verdadero cochinero y nada de propuestas.
El mensaje de las corcholatas va dirigido a AMLO, a la continuidad de su proyecto y a garantizar que ni él ni sus cercanos serán “tocados” cuando termine su administración, por eso sus mensajes o lemas en espectaculares o en entrevistas tienen un solo propósito, demostrar que son cercanos a AMLO, el “dedo seleccionador”, una lambisconería que supera la pleitesía más cínica del pasado.
Las propuestas siguen
Antes del segundo foro de diálogo los aspirantes se someterán al primer estudio de opinión que concluirá el 16 de agosto y de ahí se definirán los tres finalistas mejor posicionados y con mayor respaldo ciudadano; posteriormente se realizarán cinco foros regionales en diferentes ciudades y, al concluir esta etapa, el tres de septiembre se llevará a cabo la consulta nacional en la plataforma del Frente Amplio por México de donde saldrá el candidato presidencial.
Lo curioso es que, pese a su trascendencia y el ejercicio democrático que representa, la prensa en general dio una pobre cobertura al primer foro, todo indica que pesó el control gubernamental.
Hay varias razones por las que Palacio Nacional pudiera estar operando el silencio de los medios: evitar que la ciudadanía escuche los debates donde se abordan los verdaderos resultados de este gobierno; evitar que la sociedad compare a las obedientes “corcholatas” y otra muy importante, que los electores vean que la oposición es capaz de lanzar propuestas creíbles y realizables, no opiniones y “otros datos”.
Al final, el FAM avanza privilegiando la democracia, el debate y el diálogo por un mejor México y ese debe ser el enfoque, quitar la narrativa de palacio y difundir las alternativas opositoras al fracaso de la mal llamada cuarta transformación.
Twitter: @diaz_manuel