Traicionó a la democracia
Vicente Fox pudo haber sido un demócrata de dimensiones históricas; no fue poca cosa echar al PRI de la presidencia de México y él lo hizo.
Pudo haberlo sido, pero Fox traicionó a la democracia: fue el operador en jefe del mayor fraude electoral que se recuerde, el de 2006.
Empezó Fox a organizarlo desde un par de años antes cuando, en complicidad con Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos, puso los recursos de la presidencia al servicio de una sucia campaña de desprestigio contra AMLO: la de los videoescándalos de Carlos Ahumada.
Después, dado que los videoescándalos no perjudicaron la imagen de Andrés Manuel, decidió Vicente Fox utilizar todo el poder presidencial para quitarle el fuero al entonces jefe de gobierno López Obrador, de tal modo de impedir que en 2006 el tabasqueño fuera candidato presidencial.
Cuando millones de personas se movilizaron contra el desafuero en las calles, no solo de numerosas ciudades de México, sino aun del extranjero —José Saramago, premio Nobel, encabezó una protesta en la vía pública de Barcelona—, el ejército presionó a Vicente Fox y le obligó a echar abajo tamaña arbitrariedad jurídica.
Durante toda la campaña de 2006:
√ Fox maniobró para que el Instituto Federal Electoral, presidido por Luis Carlos Ugalde, favoreciera a Felipe Calderón y perjudicara a López Obrador.
√ Fox exigió a los grandes empresarios y a los más importantes medios de comunicación diseñar y financiar una guerra sucia ilegal: la de que AMLO era “un peligro para México”.
√ Con todo el respaldo de Fox, la semana de las elecciones —durante la jornada de votación y días después, en el cómputo final de los sufragios—, los funcionarios reclutados por Ugalde y su jefa Elba Esther Gordillo (ella lo hizo presidente del IFE) simple y sencillamente alteraron las actas y a la mala le dieron la victoria a Calderón.
La frivolidad y la corrupción de la familia política de Fox
Lo anterior sería suficiente para calificar a Vicente Fox como uno de los peores presidentes de la historia, pero hubo muchos más hechos lamentables durante su sexenio:
√ Permitió que el principal banco de México, Banamex, se vendiera a un grupo extranjero sin que se pagaran impuestos en una transacción de miles de millones de dólares.
√ Dejó muchas de las decisiones de su gobierno a su esposa, Marta Sahagún, quien soñó con ser Evita Perón, pero terminó en una caricatura de la emperatriz Carlota. La frivolidad dominó en la sede de la presidencia mexicana.
√ Pueden encontrarse testimonios de que Marta Sahagún llamaba a gente de las empresas privadas para pedirles “hacer negocios decentes” con sus hijos. ¿Negocios decentes? Lamentable eufemismo para la presión que ella ejercía desde Los Pinos con el único objetivo de beneficiar a sus hijos.Todo ello con la complacencia de Fox. Hay evidencia en playas mexicanas de la fortuna inexplicable —peor aún, demasiado explicable— de los hijastros del ranchero de Guanajuato.
La destrucción de México causada por Fox y Calderón que AMLO trata de evitar
Vicente Fox creó las condiciones —fraude electoral— para que llegara al poder Felipe Calderón. Este tipo, consciente de su falta de legitimidad, para lograr aumentar su popularidad declaró, a tontas y a locas, una absurda guerra contra el narco que México perdió y cuyas consecuencias terribles toda la sociedad sigue sufriendo.
Cómo no iba a perderse esa guerra si, a la falta de estrategia, se sumó un hecho absolutamente criminal: Calderón puso al frente de las operaciones bélicas a un policía, Genaro García Luna, quien había crecido en el periodo de Fox y que quizá en esa misma época había comenzado sus relaciones con el cártel de Sinaloa; por tal motivo, ahora mismo, García Luna está prisionero en Estados Unidos acusado de haber trabajado para el narcotráfico.
Vicente Fox y Felipe Calderón casi destruyeron a México. Enrique Peña Nieto nada pudo hacer para resolver el gran problema, la guerra contra el narco, y las cosas empeoraron.
El hecho es que recibió Andrés Manuel un país en ruinas y poco a poco está cambiando las cosas para pacifícalo y que reencuentre la ruta del desarrollo con justicia, ya que la mayor parte de los recursos los invierte en obras de infraestructura en las regiones donde más se necesitan y en programas sociales para la gente pobre.
Se trata de un esfuerzo enorme del presidente López Obrador que tres de sus antecesores —uno dirigiendo desde la oscuridad los ataques, Carlos Salinas— y los otros, Fox y Calderón, como vulgares sicarios que siguen las instrucciones de un tipo más inteligente y mucho más perverso, el mencionado Salinas.