Hoy lunes 13 de mayo de 2024, aburrido día de descanso en el Giro de Italia, puede ser entretenido jugar a las freudianas con quienes tan obsesionados están con las fallas de fraseo de Claudia sobre AMLO.

Alguien de la revista de Krauze hizo la interpretación correcta del lapsus de Claudia

Entre tanta gente molesta con AMLO, un hombre tuvo la decencia intelectual de analizar con objetividad esto que dijo Claudia Sheinbaum: “Nosotros no vamos a llegar a la presidencia, como lo hizo el presidente Andrés Manuel, por una ambición personal”.

Me refiero al director de publicaciones de Clío y colaborador de Letras Libres, Javier Lara Bayón: “Creo que sólo es un mal fraseo de la idea”, expresó en la red social X motivado por un mensaje cargado de mala lecha del periodista Manuel López San Martín. Para no traicionar a su ideología —o quizá para no quedar del todo mal con la comentocracia enemiga de la 4T y Morena—, el señor Lara Bayón añadió lo siguiente a su observación: “Pero parece un lapsus de honestidad”.

Estoy de acuerdo con la primera parte del juicio del colaborador de la revista de Enrique Krauze: la candidata presidencial de izquierda fraseó mal una idea, la de que ella, siguiendo el ejemplo de AMLO, no pretende llegar al poder por una ambición personal, sino para servir a la sociedad mexicana. Es algo que el presidente López Obrador ha dicho muchas veces.

Desde luego, respeto la otra parte de lo expresado por Javier Lara Bayón: “Parece un lapsus de honestidad”. Para él sería un acto de honestidad que Claudia considerara a Andrés Manuel un político ambicioso. Pero más bien sería lo contrarío: si Sheinbaum pensara de esa manera debería ser considerada deshonesta, alguien que dice una cosa y piensa la contraria; no lo es porque ella está genuinamente convencida de que AMLO luchó tantos años para llegar a la presidencia no por el “deseo ardiente” —cito a la RAE— de conseguir “poder, riquezas, dignidades o fama”. Claudia Sheinbaum, como muchas personas, cree con sinceridad que López Obrador ha entregado su vida al activismo político simple y sencillamente para buscar fórmulas que ayuden a salir de la pobreza a millones de mexicanos y mexicanas que han vivido en tan lamentable situación por causa de los malos gobiernos que ha habido en nuestro país.

El fraseo

Un problema que afecta a políticos y políticas en campaña —y ya en el gobierno si ganan las elecciones— es el del fraseo. Hablan de más y, por lo tanto, tienen altas probabilidades de equivocarse. Hay técnicas para el buen fraseo. Pretender ensayarlas al final de la contienda sería una pérdida de tiempo, pero quizá le vendría bien a la futura presidenta Sheinbaum recurrir después de las votaciones a tales métodos para no caer en demasiados errores ya como gobernante de una nación tan grande como la nuestra.

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El buen fraseo es importante particularmente en el canto. Si me equivoco, pediré al tenor Héctor Palacio que me corrija. Cito de nuevo a la Real Academia Española: Frasear significa “cantar o ejecutar una pieza musical deslindando bien las frases y expresándolas con nitidez y arte”.

El tenor Palacio sabe más de eso y es él quien podría eficazmente ayudar a Claudia a no caer en errores de fraseo —todos y todas las gobernantes del mundo se equivocan porque, ni modo, no pueden evitar hablar demasiado en público—. Yo solo dejaré aquí algunas recomendaciones para un adecuado fraseo musical que encontré en internet, que quizá podrían servir a quienes con tanta frecuencia pronuncian discursos:

  • Respirar en la mitad de una palabra.
  • Respirar en cada frase según la melodía.
  • Respirar hasta que se termine el aire
  • Respirar cada 5 segundos y empezar la frase.

No sería malo que la presidenta Sheinbaum tomara nota. Su enorme responsabilidad como jefa del Estado mexicano es lo menos que exige.

El lapsus freudiano

Antes de cuestionar tan dura como injustamente el mal fraseo de Claudia Sheinbaum, en Milenio el intelectual Héctor Aguilar Camín afirmó que no solo se trató de un lapsus (una equivocación, según la RAE), sino de algo muchísimo más serio, un lapsus freudiano:

“Adjetivar estos lapsus como freudianos es acudir a un referente clásico. Según Freud, en su divertida psicopatología de la vida cotidiana, los lapsus embarazosos y los actos fallidos son sintomáticos de ideas o deseos inconscientes: expresan de manera involuntaria algo que el sujeto quiere callar o encubrir”.

HÉCTOR AGUILAR CAMÍN

El articulista de Milenio, para hacer divertido su artículo —y lo logró, sin duda— mencionó que a Sigmund Freud, “que era un suicida fumador de puros”, alguien le preguntó si tales cigarros podían verse como símbolos fálicos. El padre del psicoanálisis respondió con humor: “A veces un puro sólo es un puro”.

Enseguida dijo Aguilar Camín: “Podríamos decir también de Sheinbaum: a veces un lapsus solo es un lapsus, y dos lapsus, dos”. Y tres lapsus, tres. Este pudo ser un comentario honesto del colaborador de Milenio, pero no lo fue porque él está muy enojado con la 4T ya que perdió privilegios con la llegada de AMLO a Palacio Nacional —sobre todo perdió los recursos con que el gobierno pagaba por productos y servicios de su empresa, Nexos—.

Así que Héctor Aguilar Camín se lanzó a matar contra Sheinbaum interpretando el famoso lapsus para insistir en algo que él considera verdad y yo veo absolutamente falso: que no había habido un presidente tan ambicioso como Andrés Manuel López Obrador.

Lo mismo dijo también este lunes un columnista de El Financiero, Pablo Hiriart: “Hasta Claudia Sheinbaum está hasta la coronilla de López Obrador. Lo retrató como un político guiado sólo por la ambición de poder y carente de un proyecto de país”. Desde luego, Hiriart miente, como miente Aguilar Camín.

Los dos articulistas mencionados invariablemente coinciden en sus críticas basadas en falsedades contra AMLO, la 4T y Claudia. Y con ambos columnistas coinciden muchos y muchas representantes de la comentocracia. Entonces, vale la pena citar otra expresión freudiana:

“Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos”.

SIGMUND FREUD

La mayor parte de la comentocracia siempre está de acuerdo en las mentiras que se publican sobre Andrés Manuel, la 4T y Claudia. Ya son demasiados años de eso. ¿Quién es la persona que piensa por todos y todas la columnistas —hay excepciones, por supuesto— que se han especializado en calumniar y ofender al presidente que se va y a la presidenta que llega? Enseguida algunas posibilidades planteadas como preguntas:

  • ¿Claudio X. González, patrón real de MCCI, podría ser ese jefe de jefes?
  • ¿Tal vez Felipe Calderón, aunque esto sea poco creíble dadas sus limitadas capacidades intelectuales?
  • ¿El propio Héctor Aguilar Camín?
  • ¿Jorge El Güero Castañeda?
  • ¿El más lúcido entre los críticos de la 4T, Enrique Krauze?
  • ¿Alejandro Junco de la Vega, dueño de los periódicos Reforma, de la Ciudad de México; El Norte, de Monterrey, y Mural, de Guadalajara?
  • ¿Algún multimillonario del Consejo Mexicano de Negocios?
  • ¿Ricardo Salinas Pliego?

De que hay un cabecilla de la banda, lo hay. No sé si algún día conoceremos su nombre o si será tan hábil que permanecerá oculto para siempre. Desgraciadamente creo que nunca sabremos su identidad porque el líder de la mafia política y económica se rendirá si no consigue su objetivo —impedir un segundo sexenio de la 4T—, y a partir de octubre mejor colaborará con la presidenta Sheinbaum e inclusive, resignado a que México cambió, mandará la línea de dejar de atacar al expresidente López Obrador para no seguir mejorando la imagen del tabasqueño. Y es que, cuando Claudia gane las elecciones, quedará claro que tantos ataques solo hicieron más fuerte a Andrés Manuel.