Pareciera que nos ha pasado de noche la historia de la llegada ideológica fascista al país, cuando un joven llamado Gómez Morín se unió a la difusión y promoción del régimen genocida de Adolfo Hitler. Aquel joven, destacaba por ser un fiel seguidor de José Vasconcelos, el lúcido que creó la Secretaría de Educación Pública y fue incansable para llevar conocimiento a los rincones más alejados del país, pero que con el paso del tiempo, su pensamiento se fue agriando al punto de convertirse en un nazi convencido de que el extremismo triunfaría y que un discurso similar tendría que instaurarse en la presidencia de nuestro país. Ese gran hombre llenaba sus escritos en la revista Timón de admiración Hitleriana, en pleno avance de la guerra genocida, e inspiró aquellas ínfulas de superioridad que fueron convertidas por el joven Morín en el Partido Acción Nacional.
Rafael Barajas, El Fisgón, lo cuenta detalladamente en su libro: “La raíz nazi del PAN”. El totalitarismo franquista, el nazismo y las vencidas ideas colonialistas-católicas de las que México se había librado unos 100 años antes con la Independencia (1821), tuvieron suficiente influencia para que un grupo minoritario prostituyera la idea del cristianismo haciendo nacer un partido político que, en retrospectiva, marcaría el nacimiento del odio institucionalizado contra México soportado por “El Yunque” (1939).
Sorprende que ahora, los más sorprendidos por su historia sean los propios panistas.
Aquellos que rápidamente se han desmarcado del blanquiazul ante la firma de la Carta de Madrid en el Senado de la República. Aquellos descafeinados sin rumbo, como tristemente pareciera estar mi compañera de espacio, Lilly Téllez, osaron sugerir que pretenden “frenar el comunismo” respaldando la homofobia, el raciclasismo, la misoginia, el totalitarismo y el desprecio a los latinos que son la base ideológica de VOX. Recibieron a sus líderes encandilados, sin entender la violación a la Constitución que implicaba su promoción a un partido repudiado en España, con intervención en la política interna y defensa de múltiples discursos de odio. Tan encandilada y perdida que el propio Agustín Laje le corrigió el tuit en el que pretendía desenmarcarse de aquel partido.
Es gravísima la falta pero también es peligrosa, porque los discursos de odio efervescen cuando nadie les pone un alto y paradójicamente, un alto daría elementos para aquello que tanto acusan. Ya quisiera México vivir una socialdemocracia real... pero mucho hay que agradecerle a esos que apenas descubrieron de qué se trata el Partido Acción Nacional, pues la memoria es muy corta. Ni son humanistas, ni son “buenos cristianos”. Son fascistas con uno que otro trasnochado que les compró el discurso de la dignidad humana.
Los trasnochados neopanistas que rápidamente anunciaron su reprobación a la Carta de Madrid y a la unión con VOX son a los que deberíamos agradecer. Pero no por deslindarse, sino por fragmentar aún más a ese partido que al día de hoy es la segunda fuerza en la Cámara de Diputados. Esos embusteros que consiguieron influencia en la mitad de la CDMX con la coalición Va por México. Aquellos que colocan a Tumbaburros como ideólogo y saben manejar el odio, resentimiento, el Trump interno, la xenofobia e inspirar división.
El 60% de legisladores del PAN en el Senado son los que suscribieron la vergonzosa alianza.
El mínimo moral que se puede esperar del PRD y del PRI es deslindarse no sólo de VOX y la reaccionaria Carta de Madrid, sino del PAN completo. La obvia ausencia de agenda y el vacío ideológico de la oposición mexicana fácilmente puede ser secuestrada cuando lo único que alimenta a sus líderes es el odio contra el pueblo.
Esos son los fascistas, los totalitarios y los hambrientos de dictaduras encabezadas por las derechas; los mismos que acusan vivir en una “dictadura” en la que pudieron transgredir la ley, traer líderes ultra conservadores y diseminar odio disfrazado de Foro. Muy parecidos en sus prioridades a una diputada del mismo partido que sueña con ser presidenta y que decidió faltar a la primera semana de encargo para irse a un encuentro de “Políticos Católicos” con su esposo, ex presidente... Parece que en Acción Juvenil siempre olvidan enseñarle a sus adoctrinados el eslabón más importante de su historia, pero aquí estaremos para recordárselo las veces que sea necesario.