Quién diría que aquel joven que deambulaba entre los pasillos de la Universidad de Chapingo ideando una ruta para ser Gobernador, se convertiría en un mal perdedor, con más cola que logros, menos amigos que enemigos y tantos frentes abiertos.

Las vueltas que da la vida. Silvano Aureoles diseñó desde los 24 años un plan para convertirse en gobernador, sin imaginarse que en su paso, dejaría comprometida en más de una ocasión su honestidad. Las acusaciones de una posible narco elección en Michoacán lo retratan de cuerpo entero: si el narco tiene poder para definir un gobernador ¿Cómo es que llegó y se mantuvo el?

Si se trata de probar ¿Cómo es que Silvano Aureoles afirma con certeza que grupos criminales operaron para Morena? ¿Cómo es que nos creemos que habrá un camión rotulado con el logo de ese partido transportando drogas? ¿De dónde sacó el Gobernador las bolsas sembradas para dar la nota? ¿Acaso los socios del narcoestado -ya encabezado por Silvano- lo traicionaron y por ello tiene tanto interés de ir ante la DEA? ¿Busca ser testigo protegido para burlar a la justicia? ¿O acaso se está vacunando por lo que se revelaría en cuanto Alfredo Ramírez Bedolla instruya a la Fiscalía del Estado a realizar investigaciones?

Mayor prueba del narcoestado que encabeza, promotor de la impunidad criminal estuvo en sus propuestas de 2018 para el Senado y Alcaldía de Huétamo, sus propios hermanos -cómplices-

Luis y Antonio García Conejo con fuero constitucional y un pendiente con la justicia por nepotismo.

Igual que en Genaro Guizar Valencia, preso en 2019 por delincuencia organizada, delitos contra la salud, investigado en su momento por la PGR por sus presuntos nexos con José María Guizar, el “Z-43” de los Zetas y consentido del Gobernador, compañero de su partido, respaldado por Aureoles para ser diputado local y candidato a la Alcaldía de Apatzingán en 2018 -con equipo de narcocampaña y toda la cosa- también auspiciada por el Gober.

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Después de conflictuarse con sus patrocinadores, Nicolás Sierra Santana de “Los Viagras” declaró después de incidentes violentos lo siguiente:

¿Por qué está haciendo esto Silvano Aureoles?, que es el gobernador del estado de Michoacán, ¿por qué está haciendo esto? Porque no le convengo, porque sé mucho. Bueno, vamos empezando. Al inicio de tu campaña me mandaste un millón de pesos para que te ayudara con unos votos, ¿sí? Hace 20 días, más o menos, me mandaste a ofrecer 10 millones de pesos para que te garantizara la tranquilidad del estado. Como sabías que no se iba a arreglar la tranquilidad, y me mandas ese gancho para hacerme un compromiso contigo, y si no cumplía echarme al gobierno encima”.

Ni hablar de los vínculos antiguos con la Familia Michoacana y sus negociaciones para repartirse la plaza. Desde mayo de 2015, la panista Luisa María Calderón -que también gozaba de reunirse con “la Tuta”- reveló que la hermana de Silvano Aureoles fue detenida porque en el camión donde viajaba encontraron varios kilos de droga. Cuando sucedió, evidenció que Silvano llamó al Procurador para evitar que su hermana fuera consignada.

Ojalá Silvano Aureoles hubiera buscado a Estados Unidos cuando como Vicecoordinador del PRD en el Senado, buscó a presidentes municipales de Tierra Caliente y grupos criminales par garantizarse la gubernatura. Y ojalá aproveche la visita para pasarse por las oficinas de Facebook y solicitar factura de la suma total que su gobierno y otros patrocinadores anónimos gastaron para publicidad en redes sociales de su candidato, Carlos Herrera Tello, que según Transparencia, del 4 de agosto del 2020 al 6 de abril de 2021 alcanzaban los 2 millones 444 mil 505 pesos. ( Y ni así).

¿Qué se anule y repita la elección para que su narco candidato, ahora mal perdedor de la coalición PRI-PRD-PAN, gane?

¿Para amarrar mejor los acuerdos con los narcos que no lo apoyaron -y que según el- hicieron ganar a Morena? Vaya que resulta extraño mirar a un supuesto demócrata lanzar una bomba molotov al cielo sólo porque su pueblo se levantó contra los malos manejos, la pobreza, el crimen, la inseguridad, la impunidad, la arrogancia y el vacío institucional de regiones como Ario de Rosales, donde hasta los niños se tienen que armar para protegerse del Cártel Jalisco Nueva Generación porque no hay autoridad.

Ojalá que la renovada actitud de Silvano Aureoles por la legalidad le hagan revelar dónde quedaron los 6 millones 406 mil pesos a los docentes del Telebachillerato Comunitario y ya que anda con gusto de solicitar la intervención de Derechos Humanos, que les invite a investigar las dos masacres de Aguililla que ha ocultado desde julio de 2020. Esas donde igual cayeron sicarios de los Cárteles Unidos por la disputa contra CJNG en El Agüaje que población civil aterrorizada. Que abra los expedientes de la famosa “estrategia integral para Aguililla y Churumuco” en donde yacen las declaraciones de pobladores afirmando que la Guardia Nacional se vinculaba con los Cárteles Unidos, mientras que por parte de su gobierno, no hubo más que silencio e inacción.

Después de todo, un narcogobernador en un narcoestado sugiriendo que hubo una narcoelección no puede ser más que una acusación manifiesta de su propia obra. Triste forma de pasar a la historia, triste destino de los sueños universitarios, triste carrera política truncada de la izquierda soñadora pero más triste panorama el Michoacano, que como nunca estuvo sumido en las garras del crimen y secuestrado por las 26 células delictivas que se han dividido aquella entidad.