Las intermedias tuvieron como resultado un enfrentamiento duro entre AMLO y sus propios cabecillas: si Claudia Sheinbaum perdió la mitad de la CDMX, si Marcelo Ebrard pecó de autojustificador ejemplificando la máxima que dice “explicación no pedida, acusación manifiesta”, qué si Ricardo Monreal es factor de riesgo, qué si empresarios y la vieja élite lo está abatiendo en un golpe blando.
El asunto es que la fortaleza discursiva de un diagnóstico preciso que llevó al Movimiento a arrasar, se rompe a pedazos al demostrar que poco o nada se sabía del entramado para manejar la administración pública. Peor aún.
El adiós de Irma Eréndira...¿Se le va extrañar?
Pocos o nulos resultados y avances tuvo Irma Eréndira Sandoval frente a la Secretaría de la Función Pública, pero logró poner en jaque un proyecto completo, evidenciando que única fortaleza de la oposición está en la profunda división carnívora entre los grupos de la 4T. Ejemplificó que el remedio puede ser peor que la enfermedad y perdió oportunidades clave para demostrar que el combate contra la corrupción era algo serio.
Irma Eréndira desarrolló la pedagogía de que la lógica rotativa de la élite política puede mantener el entramado de privilegios y encubrimientos millonarios por encima de los valores republicanos que se pregonan desde la máxima tribuna diario.
La deslealtad de Sandoval
Aunque sale más por desleal que por ineficiente, no se recordará a Irma Eréndira por las filtraciones y buen trabajo para evitar que un impresentable como Salgado Macedonio llegara al poder. Se le recordará por las 23 propiedades que Manuel Barlett ocultó junto con las 12 empresas de sus familiares y pareja, que resultaron ser nada para ella. Se le recordará por Carlos Lomelí Bolaños, el exsúperdelegado y súperempresario que a pesar del desabasto, recibió en marzo del año pasado un contrato por la vía de adjudicación directa para adquirir medicamentos y material de curación convocada por el Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes, recibió sanciones y multas pero a mitad del año pasado, con todo y la inhabilitación de dos empresas con las que está vinculado, recibió mediante una tercera más de 7 millones de pesos para un hospital en Chiapas.
Se recordará a la titular de la Función Pública asegurando que aún bajo investigación por conflicto de interés, esa tercera empresa puede seguir vendiendo a la administración federal.
Hay cambios que están pendientes y que son la última oportunidad de rescatar el sexenio.
Y digo rescatar porque hasta a los más optimistas les ha quedado a deber la 4T.
Después de todo, entre el austericidio y los fondos que abandonaron la transparencia etiquetada para ocultarse en cajas negras de la Sedena convirtiendo a aquella dependencia en cartera abierta, yace la esperanza de la inyección presupuestal para reactivas la segunda parte del sexenio y revertir las tendencias que al día de hoy, no favorecen a la Transformación.
Ya no hay tiempo de improvisar ni de segundas curvas de aprendizaje: o se comienza a premiar la eficiencia sobre la sumisión, o terminará el presidente con un séquito de leales lamentándose por el triunfo de la mal hecha alianza opositora.