Tal hizo en el debate de la reforma eléctrica, AMLO le ruega al pasado priista que pretende construir con Morena.

Cada vez que surge un movimiento que se oponga o contradiga su aspiración autoritaria, AMLO les exige que se quiten la máscara y que dejen de ser hipócritas. Eso sucedió con el famoso movimiento denominado Bloque Opositor Amplio (BOA), e igual con los periodistas, les dice ¡basta ya de hipocresía, fuera máscaras en el periodismo! Y, a quienes cuestionaron su relación y los apoyos para el gobierno de Cuba, AMLO les contestó: “Qué bien que no les guste, fuera máscaras; son muy hipócritas”.

Durante la discusión de la reforma eléctrica, afirmó:

“es un proceso que estamos viviendo en México, muy interesante por eso, porque ya no hay simulación. Es fuera máscaras y eso es muy bueno porque se termina con la simulación, es como ahora que viene lo de la aprobación o no de la reforma eléctrica, va a ayudar mucho a la definición”.

Andrés Manuel López Obrador

Ahora, ante otra situación de controversia en el Congreso de la Unión, con respecto a su propuesta de militarizar la seguridad pública, AMLO recurre a su misma muletilla, “fuera máscaras” y a asegurar que sus oponentes son unos hipócritas:

“Nosotros desde el principio decíamos que la única diferencia que había entre el PRI y el PAN, a partir de Salinas, era como la diferencia que puede haber entre la Coca-Cola y la Pepsi-Cola, pero ya cuando iniciamos nosotros con la Cuarta Transformación, ya es el descaro, fuera máscaras, y hacen un bloque”.

Andrés Manuel López Obrador

Lo cierto es que ante la falta de argumentos que sustenten sus propuestas autoritarias y la narrativa sin imaginación que le construye su área de propaganda y adoctrinamiento, lo que le queda es repetir y repetir sus afirmaciones hasta tratar de que sean verdad, tal como señala el manual de Joseph Goebbels, que también cita recurrentemente.

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La presidencia imperial

Pero en la mañanera de ayer AMLO se quitó la máscara y dejó al descubierto su hipocresía, sus mentiras y, sobre todo, su añoranza por la “Presidencia Imperial”, la que describió en un magnífico libro el escritor e historiador Enrique Krauze, protagonizada por el PRI desde su creación y hasta el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

En la presentación del libro, Enrique Krauze, señala que la historia política de México ha sido siempre, en gran medida, una proyección de la biografía de sus gobernantes. En el libro hace un estudio de los expresidentes desde Manuel Ávila Camacho hasta Carlos Salinas, todos ellos integrantes del partido único, el PRI, que, como bien dice Krauze, representa “la crónica de la corrupción nacional”.

Pues bien, en su mañanera del martes, AMLO desesperado por el poco respaldo social y político que le queda, se dedicó a lo que mejor sabe hacer, amenazar y descalificar a sus oponentes, para luego, a través de la imposición autoritaria, regresar al viejo sistema de la presidencia imperial.

Para justificar su propuesta de militarizar la Guardia Nacional, AMLO hizo un recuento histórico donde se quitó la máscara y dejó ver su añoranza por el PRI autoritario, corrupto e imperial:

“un partido surgido de una revolución ejemplar, la Revolución mexicana, la primera revolución social del siglo XX, profunda, de ahí surge un partido; podemos estar de acuerdo o no, pero lo que hizo el presidente Calles, que une a todos los grupos revolucionarios y funda un partido, 1929… luego se transforma en el 38, el Partido de la Revolución Mexicana, PRM, primero PNR, luego Partido de la Revolución Mexicana, PRM, durante el gobierno del presidente Cárdenas… Entonces ¿Cómo es que el PRI, que también se transforma después en el 46, ya adquiere el nombre de PRI, con esa historia termina unido al PAN, se suma al proyecto del PAN?”

Andrés Manuel López Obrador

En una entrevista que dio a El universal Enrique Krauze reiteró que hoy día se puede ver el regreso de “algunos aspectos muy negativos del viejo régimen” como “la excesiva concentración de poder en el presidente”. “Más propia de la presidencia imperial que de una presidencia institucional”.

La realidad es que AMLO tiene motivos para añorar al PRI autoritario, antidemocrático y populista, ahí creció, ahí se formó y es a donde pretende regresar con Morena, a su imagen y semejanza.

AMLO se quitó la máscara, su careta de que es de izquierda desapareció y afloró la añoranza por el priismo autoritario. Su propuesta de la Guardia Nacional no es más que el regreso de los principios del PRI, cuya base se conformaba de cuatro sectores, campesino, popular, obrero y militar.

Traiciona a quienes creyeron en su lucha, a quienes lucharon cuando el PRI proscribió a la izquierda al negarle su registro como partido político, al PRI que reprimió al PAN, tal como él mismo lo hace hoy. Ese es AMLO, sin máscara.