Por El Pordiosero
La corrupción tiene muchas caras. Una de ellas, en el sindicalismo, es la intervención de funcionarios públicos en la elección de dirigentes en apoyo de un candidato -o candidata- que les garantice sus intereses políticos y económicos. Hacen uso de recursos públicos e influencia del manejo de plazas, ascensos escalafonarios y premios y estímulos económicos para influir en el voto de los trabajadores.
En la elección de dirigentes de la sección 39 “Dirección General de Informática” del SUTGCDMX, el pasado jueves 29 de septiembre, el director de administración y finanzas de la Secretaría de Administración y Finanzas del Gobierno de la Ciudad de México (GCDMX), José María Castañeda Lozano, obligó a trabajadores de la Administración Tributaria “Añil”, a que votaran en favor de Sofía Hernández Labra, candidata de la planilla lila morado y que a la postre ganó.
Incluso a varios de sus subordinados los acompañó a la urna, para verificar que depositaron la papeleta cruzada en favor de esa candidata, con lo que incurrió en violación a la autonomía sindical y manchó una elección que debió ser democrática. La reforma laboral impulsada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, garantiza que el voto de los trabajadores sea secreto, libre, personal y directo, a condición que no se le atraviesen intereses de funcionarios públicos.
Con ese tipo de conductas ilegales y antidemocráticas, al director de administración y finanzas de la Secretaria de Administración y Finanzas del GCDMX, le valen un pepino los postulados de la doctora Claudia Sheinbaum, de una política de respeto a la autonomía de los sindicatos en la Ciudad de México.
Castañeda Lozano forma parte del grupo de la subsecretaria de egresos, Bertha Elena Gómez Castro, al igual que Sergio Antonio López Montecino, director general de administración y desarrollo de personal, este que cuando es conveniente se asume como asesor de César Piña Rodríguez, cabeza de uno de los dos grupos hegemónicos del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX).
El objetivo de los funcionarios de la subsecretaria de la que es titular la señora Gómez Castro, es fortalecer el grupo que encabeza Piña Rodríguez, pero cuyo líder real es Juan Ayala Rivero, ex dirigente del sindicato de los trabajadores del gobierno de la ciudad. Se conduce como enemiga de Hugo Alonso Ortiz.
Piña Rodríguez fue, durante los ocho años que Ayala Rivero ocupó la presidencia del SUTGCDMX, su secretario de finanzas e incluso lo acompañó las dos ocasiones que perdieron, como su candidato suplente a diputado local por el PRD.
En el congreso sindical de julio de 2019, Piña y su grupo -entre otras, de manera destacada, Leticia Lorencez, dirigente de la sección 17 “Tesorería y Locatel”-, a gritos pretendían que se validara una irregular toma de nota del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje que le permitiría a Ayala Rivero mantenerse en la dirigencia hasta 2023.
En la elección de dirigentes de esa seccional, intervinieron también dirigentes de secciones del grupo del que es líder moral Ayala Rivero -¿Recuerda cuando llamaba a Miguel Ángel Mancera el mejor alcalde del mundo?-, incluida la propia Lorencez y los secretarios generales de la 11 “Catastro y contribuciones a la propiedad raíz”, Víctor Hernández Villeda, y de la 30 “Secretaria de Finanzas y delegaciones”, Joel Villalobos.
De llamar la atención que la mamá de Hernández Villegas, de nombre María Teresa Villeda Miranda, al igual que Guadalupe, hermana de la ahora secretaria general de la sección 39, Sofía Hernández Labra, fueron beneficiadas con el programa salarial 1183 que les permitió, en enero de 2019 jubilarse con la pensión más alta que otorga el ISSSTE.
Ese programa salarial fue impulsado por Ayala Rivero. A partir de enero de 2018, les garantizó a 540 trabajadores, un salario de 25 mil pesos mensuales.
El director de administración y finanzas tiene el poder de su firma para autorizar ingresos de trabajadores, ascensos escalafonarios, primas económicas, vacaciones y una serie de prerrogativas que le permiten influir entre los trabajadores para que voten por un candidato -o candidata, como fue el caso- que sea garantía para validarle sus intereses económicos.
Desde la Dirección de Administración y Desarrollo de Personal -dependiente de la Subsecretaría de Egresos de la señora Gómez Castro-, se maneja la nómina del gobierno de la ciudad, pagos de salarios y prestaciones económicas -interesante sería conocer los motivos por los que la compra de vestuario para trabajadores en 2019 y 2020, se entregó al socio de uno de los financieros de la campaña de la señora Hernández Labra-. El titular es López Montecino.
En la Secretaría de Administración y Finanzas del GCDMX, el grupo de la señora Gómez Castro -¿Ella tomó la decisión de entregar vestuario y equipo a un proveedor hidalguense primo de un ex oficial mayor de la Secretaría de Gobernación con Miguel Ángel Osorio Chong?-, le disputa el poder a la titular, Luz Elena González.
El socio del proveedor de ropa de trabajo a quien en 2018 se le otorgó el contrato de uniformes después de haber sido declarada desierta la licitación pública, cada vez que es necesario alardea de la cercanía que mantiene con la subsecretaria Gómez Castro. Un personaje que ha hecho de los trabajadores del gobierno de la ciudad, su negocio económico.
A ese grupo le importa un cacahuate dinamitar la precandidatura presidencial de la doctora Sheinbaum, porque primero están sus intereses económicos. A eso obedeció su intervención para hace ganar a la señora Hernández Labra -un triunfo con apenas once votos de diferencia-.
Para tomar en cuenta
*La planilla morada le asestó una contundente derrota al cacicazgo de Rosa María Munguía en la sección “Sinaloa” del SNTISSSTE, al ganarle la votación de delegados de trabajo en el Hospital Regional “Dr. Manuel Cárdenas de la Vega” de Culiacán, con 344 votos contra 208 de la planilla roja, 45 de la blanca y 7 nulos. La importancia es que es el centro de trabajo de la cacique y de la espuria secretaria general seccional, Graciela Robledo Soto. Esa planilla ganó además la clínica hospital de Mazatlán y las EBDI 82 y 033, la UMF Escuinapa. Ello pese a que el fin de semana previo, ambas, Munguía y Robledo Soto, pretendieron engañar a los trabajadores haciéndoles creer que los destrozos cometidos en el hospital regional de Culiacán por un enfermero, en las oficinas de la dirección, administración y farmacia habían sido en realidad un problema de extorsión y hackeo del teléfono celular. “Cuentan con un sindicato de puertas abiertas para resolver y apoyar a las necesidades y problemáticas que se presenten”, señalaron en un comunicado.
*Esta semana se publicará la convocatoria a elección de dirigentes de la sección 23 del SUTGCDMX. La intención de reelección de Verónica Moreno no está garantizada.
Colaboración especial para SDPnoticias de agendapropia.mx, portal especializado en asuntos sindicales