IRREVERENTE
Gana $13 millones 500 mil al mes después de gastos y vive en Coyoacán. Obvio, el taquero
Les platico esto que sucede en la mayor parte de las ciudades de México. ¡Arre!
El comercio informal que NO paga impuestos ni servicios públicos, representa más del 50% de ese giro “empresarial” en nuestro país.
Va un ejemplo como botón de muestra:
Un taquero callejero en la CDMX gana en promedio $5,000 diarios de lunes a domingo
Los llamados “esquineros” ganan hasta el doble, pues en esos casos se aplican las tres grandes reglas del éxito en los negocios, según los especialistas norteamericanos:
- Location.
- Location.
- Location.
El taquero callejero que ocupa personal, no paga IMSS, INFONAVIT y por supuesto, no paga impuestos.
Propiamente no está bancarizado, porque como no tiene razón social ni cédula fiscal, abre cuentas a nombre de personas físicas y en esto, los bancos se hacen de la vista gorda.
Se apropia de un pedazo de acera que incluye banqueta para colocar sus mesas y sillas, que los inspectores de Comercio de cada municipio o delegación venden al mejor postor.
Luego, pagan $100 de renta fija diaria a los mismos inspectores que los pastorean. Ese dinero -por supuesto- no entra a las arcas del municipio.
Cuelgan sus “diablitos” de los cables de la CFE y el muladar que dejan al final de cada jornada, lo recogen los camiones de Limpia del municipio.
En la CDMX hay un taquero callejero que él solito regentea 150 puestos en la mitad de las delegaciones. Todos en esquinas.
Platiqué con él en una reciente visita a la “ciudad de los palacios”.
Vive en Coyoacán y es vecino de escritores, periodistas de alto rango, funcionarios del gobierno federal, ex embajadores y empresarios de diferentes giros.
Taquero recibe ingresos % de $22 millones 500,000 cada mes.
Obvio, tiene sus gastos, como todo “empresario”, pero cuando mucho -según él mismo me dijo- le restan 40% a sus números.
O sea, después de gastos, ese buen hombre se embuchaca libres cada mes $13 millones 500,000.
No quiso que le tomara fotografía y aunque me dio su nombre me pidió no revelarlo.
“De todos modos, todo mundo aquí sabe aquí quién soy y los primeros en saberlo son los de la autoridad”, me dijo.
Lo que sí me dijo es que como todo en México, “uno tiene qué acercarse a alguien en busca de protección”.
- Usted ¿a quién se le acercó?, le pregunté.
“Al licenciado René Bejarano. De hecho es asesor de mis negocios y de los de otros compañeros”, respondió muy orondo y muy ufano.
- Oiga -le repliqué- ¿no va a tener algún problema si publico eso?
“Para nada, todo mundo aquí también sabe eso”, respondió.
Y mientras tanto en el SAT
Los propios números que emanan del gobierno federal hablan de que la economía informal ha crecido en los últimos cinco años en casi un 30%
La base de contribuyentes fiscales no ha aumentado más allá del 5%, desde el año 2019.
Cualquier nuevo contribuyente que quiere darse de alta, tiene que esperar hasta 6 meses para conseguir una cita en cualquier oficina del SAT.
O pagarle a uno de los muchos coyotes que las venden hasta en $5,000
Por un lado, el gobierno no hace esfuerzos significativos para meter a la formalidad a los casi 5 millones de informales que operan negocios de todo tipo.
Y por el otro, entorpece las intenciones de quienes forman nuevas empresas y quieren darlas de alta en el sistema tributario nacional.
Cajón de sastre:
“La que le espera al nuevo presidente de México”, remata la irreverente de mi Gaby, quien usa correctamente el artículo masculino para referirse por igual a hombres y mujeres, tal como lo establece la Real Academia Española, que rechaza la mamona costumbre de decir “las y los mexicanos”, “las y los diputados”, “las y los ciudadanos”, moda que trajo a México el inefable Vicente Fox.