Una mañanera más, otra defensa más que hace el Presidente del encargado del manejo de la pandemia por parte del Gobierno Federal, Hugo López-Gatell, a quien durante casi dos años, diversos sectores de la sociedad civil y partidos han cuestionado por su estrategia para enfrentar al Covid-19.

Podemos volver a repasar una y otra vez los desaciertos, las cifras, las erróneas estimaciones, las vulgares justificaciones, sus vacaciones, y en sí, lo controversial que ha sido su actuar durante este tiempo; pero a estas alturas, ya sabemos que nada de eso tendrá eco en donde importa, la Presidencia.

López Obrador quizá sin querer hacerlo, ha dado una razón clara del porqué de su decisión de dejar al polémico subsecretario al frente de esta tarea; para el Presidente, el funcionario es un gallo de pelea, una persona que ha dejado atrás su título de Doctor, para convertirse en un político que le da prioridad a defender el discurso de la Cuarta Transformación; que justifica, que minimiza, que adapta a conveniencia, que descalifica, y sobre todo, que pelea con quien lo cuestione a él o a su jefe.

Su principal función es entrar a dar pelea a la crítica. No importa si en el proceso termina herido, desgastado y políticamente muerto; su batalla es esta, y su gallero ha decidido que va a permanecer ahí, a pesar de ir perdiendo, y aunque en un futuro no muy lejano este gallo ya no le sirva ni para caldo.

Incluso al interior de su mismo partido ha tenido enfrentamientos que se puede decir, ya han marcado su futuro político inmediato; sus desacuerdos con Claudia Sheinbaum por su desatinada estrategia y medidas impuestas, y el conflicto y recelo que ha tenido con el canciller Marcelo Ebrard por la adquisición de las vacunas. Dos rounds que este gallito de pelea no debió enfrentar; pero desbocado y desorientado por los reflectores, López-Gatell no ha entendido que el gallo de pelea es un animal al que su dueño, el gallero, está dispuesto a arriesgar e incluso perder cuando la pelea termine.

Las columnas más leídas de hoy

Ayer el Presidente confirmó lo que ya sabíamos: López-Gatell le sirve, pero es 100% sacrificable al término de todo esto. Es un gallo que no se ha dado cuenta que ya perdió su pelea.

Sheinbaum se fortalece

No se confía y sigue tratando de fortalecer su liderazgo al interior de su partido, la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum se reunió esta semana con el virtual candidato de su partido al gobierno de Oaxaca, Salomón Jara. Con ello, la favorita rumbo a la presidencia del 2024 ha sido visitada ya por los 6 “precandidatos” de su partido rumbo a las elecciones estatales de este año; lo que valida su posición de puntera en la carrera y le ayudará seguramente a extender su estructura territorial en un futuro cercano.