The Lancet Rheumatology

Empecemos por la suma buena, después iremos a la mala.

Aclaro que BATS no tiene nada que ver con Batman, pero sí con héroes y heroínas más importantes: los y las pediatras que se han especializado en reumatología.

Estas personas, profesionales de la medicina, prácticamente desde que empezó la pandemia se organizaron en un Best Available Treatment Study, de ahí lo de BATS.

Voy a hablar del mejor tratamiento disponible para una de las enfermedades más graves que llegaron con el covid y que afecta a los y las menores.

Tal enfermedad es el Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico asociado al virus que tanto golpeó a la humanidad completa. Por sus siglas en inglés sería MIS-C o, en español, PIMS.

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Durante la pandemia, pediatras de todo el mundo advirtieron que crecía bastante el referido síndrome y, en vez de preocuparse, se ocuparon en investigar formas de curarlo. El pasado 14 de febrero The Lancet Rheumatology, seguramente la revista más importante de reumatología, publicó un estudio sobre el MIS-C o PIMS.

Se trata de la investigación médica más minuciosa para ofrecer el mejor tratamiento (sí, el best available treatment study) a los niños que padecen la complicación mas grave por covid, potencialmente mortal.

En el estudio participaron especialistas de 39 países y 121 centros de salud. Lo que hicieron fue recabar datos sobre el tratamiento del PIMS para analizarlos con rigor estadístico. El análisis mostró que tanto la inmunoglobulina como los glucocorticoides ayudan a los niños y a las niñas que sufren la enfermedad.

Es una buena noticia que la ciencia médica esté aprendiendo a tratar el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico, que ataca a menores de cualquier edad y, también, a gente adulta joven, de entre 19 y 21 años.

El síndrome aparece entre cuatro y seis semanas después de la infección por covid e inclusive por solo haber tenido contacto con una persona enferma. El PIMS se caracteriza por un cuadro progresivo de deterioro multiorgánico. El niño y la niña presentan fiebre persistente de muy difícil control, tos, ojos rojos, exantema en piel, ganglios inflamados, dolor abdominal, diarrea, vómito, inflamación de manos y pies con tono rojizo, estado de conciencia del alterado, letárgico, muy dormido, indiferente, confundido. Daña los pulmones y puede requerir oxígeno. También, el corazón se inflama, lo que genera problemas para mantener la fuerza de contracción para los latidos.

El PIMS afecta todos los órganos inflamándolos, deteriorando su función en forma progresiva. Lamentablemente, pone en riesgo la vida. Debe ser identificado por médicos y médicas de primer contacto para referir de inmediato al o la paciente al centro de atención de alta especialidad, ello naturalmente para evitar el deterioro y la muerte.

La nota positiva para la medicina mexicana es que en el mencionado estudio publicado en The Lancet Rheumatology han colaborado investigadores de nuestro país, como el doctor Enrique Faugier Fuentes, reumatólogo pediatra experto en PIMS del Hospital Infantil de Mexico Federico Gómez, a quien he conocido en el Centro Médico ABC.

Gabriel Regino + El Rey Zambada = Marcelo Ebrard

La publicada en The Lancet Rheumatology es la suma buena. Ahora vayamos a la suma mala.

Es una suma sencillísima que no necesita trucos para realizarse mentalmente, es decir, ni contar con los dedos ni descomponer los números para simplificarlos ni nada de eso: Gabriel Regino + El Rey Zambada = Marcelo Ebrard. Así de fácil como se demostró en Nueva York en el juicio a Genaro García Luna.

No sé si Gabriel Regino sea culpable. Quizá lo calumnió Jesús Reynaldo El Rey Zambada cuando este narcotraficante dijo que le entregó millones de dólares como soborno. No lo sé.

Admito que carezco de elementos para asegurar si las acusaciones de El Rey son ciertas, o no. De lo que sí estoy seguro es de que Gabriel Regino ha sido, en la política, alguien cercanísimo a Marcelo Ebrard:

  • El hoy canciller llevó a Regino a trabajar como subsecretario de Seguridad al gobierno capitalino.
  • Cuando en 2006 Ebrard ganó las elecciones de jefe de gobierno del entonces Distrito Federal quiso hacer de Regino el titular de la Secretaría de Seguridad, pero dos días antes de que este diera a conocer su gabinete, el diario Reforma publicó un documento, atribuido a fuentes de inteligencia, que acusaba a Gabriel Regino de nexos con el cartel del Norte del Valle, de Colombia. Además de eso, se señaló a Regino por supuestamente haber recibido como regalo un apartamento de lujo en un barrio de clase alta de la Ciudad de México. Aunque el imputado rechazó las acusaciones, estas fueron suficientemente fuertes como para que Marcelo Ebrard no le diera el cargo prometido desde que lo hizo responsable del tema de la seguridad pública en aquel equipo de transición.
  • Gabriel Regino, hay que subrayarlo, es el abogado de los funcionarios, como Enrique Horcasitas, a que están siendo juzgados por los problemas de la línea 12 del metro. No debemos olvidar que esta obra, en más de un sentido fallida, se construyó durante el gobierno de Ebrard, para el que trabajaron Horcasitas y los otros acusados. Por cierto, Regino se la pasa hablando mal de Claudia Sheinbaum, casualmente la persona que le está ganando al canciller en las encuestas de preferencias electorales rumbo a la candidatura presidencial de Morena en 2024.

A pesar de la cercanía de Gabriel Regino y Marcelo Ebrard la comentocracia ha tratado de dirigir las acusaciones de El Rey Zambada contra el presidente López Obrador. Esto a partir de algunas preguntas de mala fe que el abogado defensor de García Luna hizo al narcotraficante:

Abogado: “¿Recuerda haber hablado de que usted le pagó a AMLO 7 millones de dólares?”.

Rey Zambada: “No”.

Abogado: “¿No recuerda haber dicho que a través de Gabriel Regino pagó a AMLO para su campaña contra Fox?”.

Rey Zambada: “No podría haber dicho eso porque no es cierto... Recuerdo haber pagado dinero para la campaña, pero no a López Obrador”.

Más allá de la perversidad de ese abogado, a quien seguramente aliados políticos de García Luna pidieron manchar el nombre del presidente López Obrador —pienso sin duda en Felipe Calderón, durante seis años formalmente jefe del acusado en Brooklyn—, lo verdaderamente lamentable que la comentocracia mexicana se lanzó de inmediato a una campaña de linchamiento contra Andrés Manuel.

Pero en 2006 no solo AMLO andaba en campaña: Calderón y Ebrard también, este último a la jefatura de gobierno. ¿No sería más lógico pensar que El Rey Zambada dio dinero a Gabriel Regino para la campaña de alguien cercano a García Luna, como Calderón, o bien para un candidato cercano al propio Regino, como Ebrard?

Porque El Rey Zambada fue contundente: negó toda relación con AMLO, pero sí dijo que sobornó a Genaro García Luna, subordinado de Calderón, y a Regino, del grupo de Ebrard.

¿Qué va a pasar en Nueva York?

Difícil saberlo. Los columnistas que estaban seguros de que García Luna iba a ser considerado inocente, después del testimonio de El Rey Zambada empiezan a dudar.

El pasado 9 de febrero, Pablo Hiriart en El Financiero preguntaba qué iba a pasar en México si García Luna resultaba inocente: “Las declaraciones del exfiscal de Nayarit en la corte de Brooklyn, Édgar Veytia, lejos de hundir a Genaro García Luna, exhiben lo endeble de la acusación”. Y añadía: “Hasta ahora, no hay una sola prueba contra García Luna. Al contrario, la debilidad del caso lo fortalece a él”.

Ayer, el señor Hiriart cambió su pronóstico: “Cuando el criminal Reynaldo Zambada le dijo en su cara a Genaro García Luna que le habían entregado sobornos por 5 millones de dólares, el exfuncionario hizo mutis”. Eso significa que “el que calla, otorga”. Esto es, “el silencio de García Luna ante el tsunami de acusaciones pudo ser visto por el jurado como admisión de culpabilidad”.

En las mismas está Carlos Marín, quien hoy alteró la predicción que mantuvo durante meses: que García Luna inevitablemente iba a ser considerado inocente por el jurado; ahora las probabilidades de inocencia el columnista de Milenio las ve en contra. Pero, eso sí, siempre leal a don Genaro el periodista afirma que el juicio fue injusto, es decir, que los dados estuvieron cargados a favor de la fiscalía y en perjuicio de estratega y jefe de operaciones de la fallida guerra contra el narco de Calderón.

Hay columnistas, como Raymundo Riva Palacio, que insisten en que no se está juzgando a García Luna, sino a México. No lo veo así.

En el peor de los casos se está juzgando al México gobernado por Felipe Calderón y Vicente Fox, quienes permitieron todas las atrocidades de Genaro García Luna denunciados en Brooklyn. De ese México, el de los dos presidentes panistas, ha tratado el juicio.

Lo que ha pasado en el juicio a García Luna no afecta al México actual, el país que votó en 2018 por la transformación de las estructuras políticas. ¿Que se acusó a alguien cercano a uno de los personajes importantes de la 4T? Es verdad, se dijeron cosas muy feas de Gabriel Regino, por el que debe responder es Marcelo Ebrard, y solo Marcelo Ebrard.

De ahí lo ridículo de la recomendación que hoy en El Financiero hace Riva Palacio a López Obrador: “Presidente, cuidado con los gringos”. Le sobran ganas al conocido columnista de que, en el futuro, con testigos protegidos, se juzgue a AMLO en Estados Unidos. No ocurrirá. Andrés Manuel está limpio. Guste o no, se puede cuestionar al actual presidente de México por muchas cosas, sobre todo relacionadas con la ideología, pero jamás nadie dudará de su honestidad. Un gobernante decente, caso único en la política mexicana: vaya rareza. Ojalá Morena —que encabeza las encuestas— nomine para la candidatura presidencial a una persona de reconocida entereza moral. Los bandidos ya se fueron del gobierno de México, no deben volver.