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El gobierno de Oaxaca que encabeza Salomón Jara ha tomado muy en serio el proyecto del Tren Transístmico, ya que está obra contempla el desarrollo económico de una región de la entidad federativa y del sursureste del país, para convertir esa zona en la punta de lanza de la transición de la globalización a la regionalización de las cadenas globales de valor, y para ello, se está llevando a cabo el proceso de reconfiguración del comercio con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
El plan ferroviario incluye la rehabilitación de un tramo de 213 kilómetros del ferrocarril entre el puerto de Salinas Cruz, Oaxaca, con el puerto de Coatzacoalcos, Veracruz, cuya infraestructura integrará el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), además se tiene previsto la instalación de 10 parques industriales a lo largo del trayecto del tren. La obra tendrá una inversión total de 20 mil millones de pesos y se tiene proyectado que termine en marzo del próximo año.
La comunicación entre el puerto del Pacifico y el del Golfo de México, en el Atlántico, se realizará por una línea de ferrocarril de carga y de pasajeros que se está construyendo para hacer el traslado de un océano a otro en seis horas.
Se tiene estimado que en 10 horas se podría tener la carga y descarga de puerto a puerto de barcos mercantes y buques tanque. En el Canal de Panamá tardan actualmente en cruzar los buques hasta una semana.
El proyecto tiene previsto la instalación de 10 parques industriales a lo largo del trayecto del tren bala y la autopista Acayucan, Minatitlán, Coatzacoalcos (Veracruz) y Matías Romero, Ixtepec, Salina Cruz (Oaxaca). En la actualidad ya se cuenta con los terrenos de los 10 de los complejos industriales con una extensión de 320 hectáreas en promedio.
El complejo de desarrollo económico contempla un corredor industrial de maquiladoras, armadoras, minas, parques eólicos, extracción petrolera, plantaciones forestales comerciales y cultivos de agroexportación, y un sistema de tráileres con contenedores de mercancías a los dos puertos.
Los municipios de Oaxaca directamente implicados con los parques industriales del Tren Transístmico son: Salina Cruz, Mixtequilla, San Blas Atempa, Chivela, Ciudad Ixtepec, Donagi y Matías Romero, sin embargo, una gran mayoría de los 517 ayuntamientos de esa entidad federativa se verán favorecidos por el proyecto ferroviario.
Las vocaciones productivas prioritarias de los diez polos del CIIT son las siguientes:
- Eléctrica y electrónica
- Semiconductores
- Automotriz, autopartes y equipo de transporte
- Dispositivos médicos
- Farmacéutica
- Agroindustria
- Equipo de generación y distribución de energía eléctrica (energías limpias)
- Maquinaria y equipo
- Tecnologías de la Información y la Comunicación
- Metales
- Petroquímica
Seis de estos polígonos industriales estarán en Oaxaca y el gobierno de ese estado ya ha conseguido la totalidad de los terrenos necesarios para su instalación, respetando siempre los derechos de los pueblos originarios de esa zona del país.
La obra contempla, además, fortalecer la infraestructura con caminos rurales, la construcción de un gasoducto para abastecer a empresas y consumidores domésticos y desarrollar a lo largo del Istmo una línea de fibra óptica para mejorar la calidad de la conectividad digital de la zona, en beneficio de las empresas y habitantes de la región.
La administración federal está también invirtiendo en un rompeolas en el puerto de Salina Cruz que dará más estabilidad para los buques que atraquen en ese puerto lo hagan en mejores condiciones; también Petróleos Mexicanos (Pemex) está construyendo una coquizadora para disminuir la producción de combustóleo y aumentar la de gasolinas y se tiene proyectado en esa misma terminal portuaria de Oaxaca una planta de licuefacción para la exportación de gas natural al continente asiático.
Con el fin de atraer a las empresas privadas tanto nacionales como extranjeras para que se instalen en la zona y se integren al proyecto, se han instrumentado una serie de estímulos fiscales, tanto a nivel federal como estatal, además las tarifas de los insumos energéticos como son gasolinas, diésel, energía eléctrica, serán más bajas que en el resto del país.
El pasado 5 de junio la Secretaria de Hacienda, publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se fomenta la inversión de los contribuyentes que realicen actividades económicas productivas al interior de los Polos de Desarrollo para el Bienestar del istmo de Tehuantepec.
Los estímulos que se otorgan son en materia de Impuesto sobre la Renta (ISR) y de Impuesto al Valor Agregado (IVA), consistes, a grosso modo, en crédito a los impuestos, y deducción inmediata de inversiones.
La propuesta del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) para disminuir la brecha en productividad y desarrollo que existe entre las entidades federativas, del norte y el bajío, que tienen altas tasas de crecimiento, en comparación con los estados del sur del país, los cuales enfrentan la mayoría de ellos problemas de marginación, pobreza y baja actividad industrial, es con la creación de este plan en los estados de Oaxaca y Veracruz, que son las entidades con más rezago del territorio nacional.
El proyecto ferroviario y de desarrollo económico del Istmo de Tehuantepec permitirá un entorno favorable para la instalación de empresas e industrias a partir de incentivos fiscales y laborales, ventajas competitivas y condiciones de certidumbre para los inversionistas de esta región.
Lo que persigue la estrategia de la administración de López Obrador es que en los próximos años se tenga un enfoque en la infraestructura que permita promover las zonas seleccionadas y venderlas a los inversionistas, y así generar empleos de calidad y bien remunerados, crear cadenas de valor, acelerar y diversificar las exportaciones, propiciar el desarrollo de actividades económicas de alta productividad, preferentemente intensivas en mano de obra y fomentar mejoras en el bienestar de la región.
De acuerdo con el presidente, el CIIT funcionará debido a que actualmente China, a pesar de la pandemia y de la crisis económica mundial, sigue siendo la fábrica del mundo, y que existe cada vez más transporte de mercancías por el Pacífico.
La idea de unir por tierra los océanos Pacifico y Atlántico, en la franja más estrecha del territorio mexicano entre los dos mares, que hoy impulsa el gobierno de la 4T, se propuso desde el siglo XIX, y se hizo realidad hace 114 años, cuando el 23 de enero de 1907 el tren llegó a suelo oaxaqueño, a través del Istmo de Tehuantepec.
En 1914 se abrió el Canal de Panamá: los barcos dejaron de llegar y el puerto, inaugurado siete años antes, dejó de funcionar. El ferrocarril, sin cargamentos que llevar, suspendió sus operaciones, que se reanudaron en 1936, luego de que el entonces presidente Lázaro Cárdenas reinaugurara el ferrocarril y el puerto.
Durante el gobierno de Cárdenas, se inauguró el dique seco, donde la armada repara y construye barcos que vigilan los mares del país, y Salina Cruz se convirtió en una terminal petrolera que en 1979 dio lugar a la creación de la Refinería Antonio Dovalí Jaime. Fue hasta entonces que el ferrocarril recuperó su dinamismo como tren de carga y pasajeros, pero el esplendor no llegó.
El presidente Ernesto Zedillo privatizó los ferrocarriles sin embargo la vía del Istmo de Tehuantepec no se concesionó a particulares, pero si suspendió su actividad.
En el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, se trató de impulsar la zona del Istmo de Tehuantepec con el proyecto de las Zonas Económicas Especiales; este plan era una forma de privatizar el desarrollo de esa región del país.
Según funcionarios del gobierno de Oaxaca la obra del Tren Transístmico en los próximos 20 años podría representar el 5% del total del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Según datos de la Coordinadora Estatal de Oaxaca del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, Sildia Marcott Gómez el proyecto ferroviario es una obra integral que capacitará a la mano de obra local para que estas personas se integren y puedan acceder a los empleos bien remunerados y sea un freno a la migración por problemas económicos.
El gobierno federal, así como la administración del gobierno de Oaxaca, están trabajando duro para que el proyecto ferroviario interoceánico sea una realidad y contribuya al desarrollo económico y social del estado y del país.