“Abrazos no balazos” -la medida complaciente adoptada por el presidente mexicano frente a los cárteles que generan violencia, muerte y desapariciones en México- es igual que abogar “por un diálogo” ante la criminalidad ejercida por el grupo terrorista Hamás que atacó despiadadamente a civiles en Israel el pasado fin de semana.
Al amanecer del sábado (tiempo local), integrantes de Hamás, el grupo terrorista que gobierna la Franja de Gaza, se infiltraron hacia el territorio de Israel por tierra, mar e incluso por aire, con el objetivo de llegar a zonas habitadas.
La infiltración fue acompañada estratégicamente de disparos de miles de cohetes desde la Franja de Gaza hacia localidades israelíes.
Se estima que los terroristas llegaron a alrededor de una veintena de comunidades israelíes, hasta una profundidad de más de 20 kilómetros.
Los terroristas asesinaron a su paso a militares y civiles, además de realizar secuestros y llevar a los rehenes hasta la Franja de Gaza.
Los hombres armados irrumpieron por igual de manera violenta, masacrando y raptando, en un festival musical que se celebraba cerca del Kibutz Re’im, donde decenas de jóvenes culminaban una noche de fiesta.
Hasta el momento se estima que más de 700 israelíes fueron asesinados y que más de 2000 resultaron heridos, decenas de ellos en condición grave.
El número de secuestrados es desconocido por el momento y se reportan decenas de personas desaparecidas.
La mañana de este lunes, el tema fue abordado por Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera, quien de inmediato rechazó tomar partido por alguna de las partes en guerra; “cuando se enfrentan estos conflictos tan lamentables, es una situación de mucha gravedad que, más que condenas, lo que requiere es búsqueda de soluciones pacíficas, que se dialogue y que se evite el que escale más la confrontación y la violencia”, dijo.
Sugirió una asamblea urgente con la ONU para buscar el diálogo y la paz.
“Dada la urgencia, hoy deberían estar convocando una asamblea de todos los países miembros, y buscar la aprobación de una resolución que ayude a dialogar de inmediato, que lleve al diálogo inmediato de las partes y que no dependa solo del Consejo de Seguridad, porque si no, no se avanza y no se hace nada”, expresó el mandatario.
El gobernante reiteró que la postura de México es la solución pacífica de controversias con un diálogo que debe gestionar la ONU, a la que llamó “anquilosada”.
La respuesta de la embajada israelí no tardó en llegar; fue expedita y contundente tanto en entrevista como en un comunicado en el que expresó:
“Lamentamos profundamente que el Gobierno de México no haya adoptado una postura más enérgica y decidida ante esta situación.
La comunidad internacional tiene la responsabilidad de actuar de manera contundente para exigir la liberación inmediata de los cautivos y para condenar con firmeza esta masacre tan cruel e inhumana.
Como la historia nos ha enseñado repetidamente, mantener una posición neutral en lugar de tomar partido implica, en última instancia, respaldar y apoyar al terrorismo. Agradecemos la solidaridad y el apoyo de aquellos que comparten nuestra visión de un mundo libre de terrorismo y actos barbáricos”.
Andrés Manuel López Obrador
En entrevista para Radio Fórmula, la embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger, dijo que no se trata de un conflicto entre dos naciones, sino del ataque de una “fuerza terrorista”, que “cometió un ataque atroz”.
Sostuvo que ante este tipo de conductas únicamente procede la condena contundente, sin “neutralidad”.
Pero pedir y esperar que el presidente fije una posición de esa magnitud es simplemente ingenuo, -sin pretender ofender a quien lo solicita-.
Y lo digo con conocimiento de causa, porque si Andrés Manuel no ha sido capaz de cambiar su fallida estrategia de “abrazos no balazos” aun cuando los grupos delincuenciales de este país ejercen terrorismo contra sus propios jóvenes, mujeres, hombres y población en general que juramentó proteger, difícilmente lo hará en este contexto.
No se puede perder de vista que Hamás, igual que Hezbollah, es un grupo financiado por varios países, pero siendo que se trata de una organización terrorista su financiamiento es opaco, aunque existen sospechas e investigaciones que apuntan a que recibe apoyo económico de Irán, Líbano, Catar, Arabia Saudí y socios en Medio Oriente.
Otro de sus posibles financiadores podría ser la República Rusa, a la cual están alineadas dictaduras latinoamericanas como Cuba, y Venezuela, luego entonces quizá se podría entender las más de 40 horas que tuvieron que transcurrir antes que López Obrador se pronunciara al respecto, y que cuando finalmente lo hizo no ejerciese una postura firme y no condenara el cruento ataque de Hamas, limitándose a emitir un pronunciamiento para sugerir una solución pacífica mediante el diálogo.
La tibieza de Andrés Manuel López Obrador resulta altamente reprochable toda vez que entre las decenas de civiles secuestrados y tomados como rehenes por el grupo armado se encuentran dos jóvenes mexicanos, uno de ellos sería Orión, originario de Tepozotlán, quien es el novio de Shani Louk, la tatuadora alemana asesinada y cuyo video, donde se ve su cuerpo semidesnudo, mientras gente de Hamas se burla sobre él, se volvió viral. Ambos se encontraban en el Festival por La Paz y desde el ataque nada se sabe de Orión. Familiares están pidiendo información sobre el posible paradero del mexicano.
En cuanto a la mexicana tomada como rehén, el portal enlace judío la identificó como Ilana Gritzewsky. Ella habría sido capturada en el kibbutz Nir Oz, a menos de tres kilómetros de la Franja de Gaza. Enlace Judío dijo que el padre de Ilana, Benito Gritzewsky, quien se identifica en Facebook como originario de la Ciudad de México, confirmó el secuestro de su hija.
AMLO no ha entendido que el diálogo no puede existir con terroristas. Y ante las atroces acciones emprendidas por Hamás, ha vuelto a mostrar complacencia como lo ha hecho con invasores, dictadores, golpistas, y ahora con grupos extremistas.
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