Las redes sociales jugarán un papel fundamental en la contienda para el 2024. Nadie lo puede negar. De hecho ya comenzaron las campañas digitales. Sin que nos diéramos cuenta, pero ya comenzaron.
Y es que TikTok como plataforma le viene muy bien a los candidatos. Es una plataforma muy visual, concreta (puedes subir videos de 5 segundos a 3 minutos) y puedes añadirle filtros de colores, música, de voz y diseño, lo cual lo hace divertido, dinámico y atractivo. Así que el que sea más creativo en esta plataforma es el que gana más vistas o más corazoncitos.
He estado observando con detenimiento los TikToks de los candidatos favoritos para la Presidencia. Debo aclarar que TikTok es una plataforma que en su origen fue planeada para jóvenes de entre 13 y 20 años, pero durante pandemia los adultos encontraron ahí un nicho en donde expresarse para sobre todo divertirse y enfrentar con humor la pandemia.
El objetivo principal de TikTok era divertir. Después empezó a haber contenido interesante sobre diferentes temas serios: medicina, psicología y aplicación mental, tips para estar mejor, biología, ciencia, salud mental. etc. Hasta un ministro de la SCJN es muy activo, Arturo Zaldívar.
Ahora bien, se nota claramente que el contenido de Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard es totalmente diferente. Ambos tienen un particular modo de hacer TikToks.
A Marcelo Ebrard le ha ido bien en TikTok porque se ha hecho el chistoso, juega a ser divertido y aprovecha sus momentos vulnerables como cuando lo graban mientras se tropieza para hacer automofa de ello e imprimirle humor y música. Eso le ayuda porque lo humaniza.
Sin embargo, no queremos como presidente a una estrella de TikToks, nos queda muy claro. No queremos a un rey de la comedia como mandatario de la nación.
Con comedia no se gobierna, ya se ha comprobado, ni con futbol. Ni cantantes ni actrices ni mucho menos cómicos sirven para gobernar.
Necesitamos gente preparada que sepa de lo que habla, porque ser bufón es una cosa que todos pueden intentar, aunque a algunos se les dé mejor que a otros.
Saber de lo que se habla y tener conocimientos sólidos, sobre todo en ciencia, no cualquiera. Ahí Claudia Sheinbaum empieza a jugar un juego interesante en TikToks. Si bien intentó al principio hacerse un poco la cómica y chistosa, al final no se le dio. Y ¿por qué? Pues porque hay gente que nada más no se le da la comedia.
Simplemente yo diría zapatero a tus zapatos, poner a Claudia Sheinbaum a hacer comedia cuando lo suyo no es precisamente ser muy carismática, más que ayudarla, la perjudica.
Y es que hay diferentes formas de ser de las personas, pero si fuerzas a alguien a hacer lo que no es, se nota a leguas.
Así que creo están quedando en el pasado los TikToks de Sheinbaum donde pretendía ser chistosa y hacernos reír. También va para ella lo que comenté líneas arriba: NO necesitamos a una comedianta como presidenta.
Y así estaban Marcelo y Claudia en un duelo, en una guerra a ver quién tiene más “likes” por sus videos simpáticos…
Sin embargo, hace pocas horas, yo no sé si porque asesoraron a Sheinbaum de emergencia, o porque ella misma tuvo la brillante idea de que lejos de querer hacer reír y forzosamente notarse simpática en los videos de TikTok no le funciona…, pues, les cuento, Claudia inauguró un concepto llamado “Ciencia en un minuto, Capítulo I” en donde básicamente habla, efectivamente en un minuto, de temas de ciencia, área que Claudia domina muy bien pues tiene un doctorado en ingeniería ambiental, maestría en energía y licenciatura en física. Es decir, sabe de lo que habla y ahí sí ya no la puede copiar Ebrard.
O Marcelo Ebrard tendrá que crear contenido que sirva y que instruya. Que aporte algo más que ser chistoso pues ….
Porque ambos, Claudia y Marcelo han hecho TikToks así como si fueran competencias para ver quién recibe más amor y apoyo por parte del presidente.
Marcelo Ebrard intenta muy a fuerza grabar esa clase de contenido porque Obrador prácticamente lo ignora y le es irrelevante. Claudia Sheinbaum para no quedarse atrás también sacó un TikTok alardeando del amor del presidente para demostrarle a todos que ella es su preferida.
Pero Claudia Sheinbaum no tenía necesidad de hacer un TikTok así, porque de todos es sabido que la favorita de Obrador es ella.
Así que, me imagino, Sheinbaum al darse cuenta que no tiene necesidad de competir por el cariño del presidente ni mucho menos demostrarlo a través de TikTok, decidió hacer lo que sabe hacer, que es hablar de ciencia y energía. Ahí ya no hay manera que Marcelo Ebrard pueda competirle.
¿Qué clase de TikTok que tenga contenido y sustancia podría hacer Marcelo Ebrard más allá de hacer comedia? Quizá un reality Show no le vendría mal hacer, dado que tiene diez hijos, sería un reality que tendría bastante contenido. Aunque sus hijos, imagino ya grandes de edad…, ¡jamás imaginé que tuviera diez hijos! Le saldría divertido algún TikTok y seguramente con muchos likes… Sería como un curso de demografía rápida.
Pero, volvemos al tema, no se gobierna con likes ni views.
Aunque también ellos saben muy bien —ellos, los políticos— que a veces tan solo por popularidad la gente vota.
Creería yo que Sheinbaum tendría que ser más creativa y más divertida pero además más transparente. Me parece que le cuesta ser más flexible y menos rígida y mostrarnos de manera más natural quién es ella, aunque sienta que pierda las formas.
A veces los votantes queremos conocer esa parte de los políticos porque usualmente los ciudadanos solo encontramos máscaras y estamos hartos, muy hartos de ellas.
Por supuesto, ni hablar de los TikToks de Adán Augusto; los hay, pero él no tiene una cuenta personal en esa plataforma, por lo que lo suyo lo suyo no es lo visual ni es lo digital y sin ello, aún menos tiene posibilidades de poder darse a conocer ni conectar con la gente.
Así que la competencia queda entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.
¿Ustedes quiénes creen que puedan aportarle algo a la sociedad con sus TikToks? Los leo.
Es cuanto.