Propaganda criminal

La Rayuela de ayer en La Jornada hizo dos preguntas: “¿Y si lo descubierto en la Cuauhtémoc no es más que la punta de la madeja? ¿Qué va a pasar?”.

Recordemos lo que pasó en la Cuauhtémoc. En las oficinas de Desarrollo Social de esta alcaldía capitalina, autoridades del gobierno de la Ciudad de México descubrieron 13 paquetes de panfletos impresos con mensajes de odio contra Claudia Sheinbaum.

Vale la pena destacar que la alcaldía Cuauhtémoc la gobierna Sandra Cuevas, quien llegó a ese cargo postulada por el PAN, el PRI y el PRD.

Sheinbaum, al analizar el hallazgo en oficinas públicas de la propaganda en su contra, dijo que eso va más allá de un simple conflicto con la alcaldesa Cuevas: la jefa de gobierno piensa que se trata de una campaña orquestada por el PAN cuyos dirigentes y aliados “están muy preocupados porque encabezamos las encuestas en la ciudad y en el país”.

“Claudia convirtió la CDMX en tragedia”, es una de las frases de los volantes. Obviamente, son la continuación propagandística a los anteriores y sin duda más lamentables episodios de la guerra sucia contra Sheinbaum: los sabotajes en el metro que ya costaron la vida a una persona.

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Estamos ante mercadotecnia política criminal que tiene un objetivo claro: lograr que Claudia, la líder, caiga en las mediciones de preferencias electorales presidenciales. No lo han logrado, ya que en las dos encuestas publicadas este mes de enero, la de MetricsMx para SDPNoticias y la de Alejandro Moreno para El Financiero, Sheinbaum mantiene el primer lugar.

En sus tiempos de jefe de gobierno Andrés Manuel decía después de cada sondeo que reafirmaba su liderato: “No le quitan ni una pluma a nuestro gallo”. Las feministas sabrán cómo aplica aquí el lenguaje incluyente, ya que para la Real Academia Española la hembra del gallo es todo lo contrario a Claudia y a cualquier mujer con temple para enfrentar situaciones difíciles.

Se están equivocando quienes, con machismo, identifican a la mujer gobernante de la Ciudad de México como necesariamente débil. Supongo que la culpa es de la RAE: esta institución que tiene como misión principal “velar por que los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación”, insiste en considerar al conjunto de las mujeres como el sexo débil. No es una definición que vaya con la personalidad de Claudia, quien ha respondido a todos los ataques y lo seguirá haciendo. De hecho, ninguna mujer que yo conozca es débil.

Son tan tramposos que ya buscan un fraude constitucional

Por lo demás, hay otra estrategia de la oposición, la legaloide. Para entender este punto cito parte de la columna de ayer de Darío Celis en El Financiero:

“Pocos se han percatado que Lorenzo Córdova ya está en campaña y que se perfila a ser el candidato de la alianza del PRI, PAN y PRD en las elecciones presidenciales del próximo año. El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) dejará el cargo en abril y a partir de entonces se podrá erigir como precandidato. Su ventaja frente a otros aspirantes como Enrique de la Madrid, Santiago Creel, Luis Donaldo Colosio Riojas o Lilly Téllez, es que se trata del auténticamente candidato que no proviene de ningún partido político y sí del organismo ciudadano por excelencia: el INE. Córdova ha sido tan hábil que justamente está usando al INE como su partido y plataforma”.

Darío Celis

Celis sabe que Córdova está impedido por el artículo 41 de la Constitución:

“Quienes hayan fungido como consejero presidente, consejeros electorales y secretario ejecutivo no podrán desempeñar cargos en los poderes públicos en cuya elección hayan participado, de dirigencia partidista, ni ser postulados a cargos de elección popular, durante los dos años siguientes a la fecha de conclusión de su encargo”.

Artículo 41 constitucional

¿Por qué, si lo sabe, un columnista prestigiado publicó que hay planes para hacer candidato a Lorenzo Córdova? Porque en la oposición lo van a intentar en la lógica del haiga sido como haiga sido. Es decir, buscarán torcer la Constitución. Las fuentes de Celis son buenas, pero no las revela. Entonces, investigué. Por ahí supe que fueron el propio Córdova y un senador, Germán Martínez, quienes alimentaron al periodista con esa idea. Darío lo aceptará o lo negará, será su derecho. A mí me dicen que tal es el proyecto del más que acelerado presidente ya casi saliente del INE y del legislador que ha hecho de la traición su divisa. Imposible no mencionar que Martínez, tipejo, fue desleal con Felipe Calderón y después fue desleal con Andrés Manuel López Obrador.

Si la ignorancia es atrevida, la arrogancia lo es todavía más. Altaneros como pocos políticos, Martínez y Córdova piensan que manipulando juristas en la Suprema Corte de Justicia de la Nación podrían lograr que quede anulado el impedimento de Córdova para ser candidato presidencial en 2024. Su razonamiento es simple: la aplicación estricta del artículo 82 de la Constitución, que establece los requisitos para ser presidente y habla de una sola incapacidad, la del artículo 83.

Artículo 82:

Para ser Presidente se requiere:

i. Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno goce de sus derechos, hijo de padre o madre mexicanos y haber residido en el país al menos durante veinte años.

ii. Tener 35 años cumplidos al tiempo de la elección.

iii. Haber residido en el país durante todo el año anterior al día de la elección. La ausencia del país hasta por treinta días, no interrumpe la residencia.

iv. No pertenecer al estado eclesiástico ni ser ministro de algún culto.

v. No estar en servicio activo, en caso de pertenecer al Ejército, seis meses antes del día de la elección.

vi. No ser secretario o subsecretario de Estado, fiscal general de la República, ni titular del poder ejecutivo de alguna entidad federativa, a menos de que se separe de su puesto seis meses antes del día de la elección.

VII.vii. No estar comprendido en alguna de las causas de incapacidad establecidas en el artículo 83.

Artículo 83

El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1o. de octubre y durará en él seis años. El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino o sustituto, o asuma provisionalmente la titularidad del Ejecutivo Federal, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto.

Constitución

Es decir, como el artículo 83 no menciona lo del artículo 41, Germán Martínez y Lorenzo Córdova pretenden grillar a ministros y ministras, sobre todo a quienes no se identifican con Morena, para de plano borrar un parrafito del artículo 41 constitucional.

A mí todo eso me parece una tontería y hasta un intento de fraude a la Constitución. Pero no sorprende que en esas ande alguien acostumbrado a violar la ley y que tiene experiencia en el peor fraude posible: el electoral. No olvidemos que Germán Martínez fue uno de los operadores del gigantesco fraude con el que Calderón le robó en 2006 la presidencia a AMLO. Por cierto, AMLO no olvidó esa falta gravísima, pero la perdonó —es un hombre esencialmente bueno el presidente de México— y le regaló a Martínez un lugar en el Senado, donde este tipo sin valores traicionó a quien le dio el cargo.

A quien se le notan las ganas de ser candidato es a Lorenzo Córdova. Debió renunciar el año pasado para que no lo vetara el artículo 41 de la Constitución. No lo hizo, seguramente porque pensaba que habría gente en la oposición con perfiles más competitivos. Hoy se da cuenta de que, como ha sugerido Darío Celis, nadie en el PRI y el PAN tiene los tamaños que se necesitan para retar a Claudia Sheinbaum, la líder en las encuestas.

Hace unos días, Lorenzo Córdova quiso posicionarse como corcholato de oposición calumniando a uno de los aspirantes en Morena, Adán Augusto López. Obedeció Córdova a los estrategas que lo asesoran: no pelear con Marcelo Ebrard, que es bien visto en los grupos políticos conservadores que patrocinan al todavía presidente del INE, ni enfrentarse con Claudia Sheinbaum, para evitar que esta lo noqueara recordando que en 2015 don Lorenzo se mofó de los representantes de los pueblos indígenas y añadiendo que ahora, además de racista es misógino.

Por cierto, como parte de la estrategia de Córdoba aparecieron de pronto, siete años después, defensores del consejero del INE que justificaron su racismo con el argumento de que solo fue una hilarante broma. Fue la puntada que ayer se aventó en Milenio don Carlos Marín, seguramente porque se lo sugirió alguien cercano al instituto electoral.

Así las cosas.