La segunda etapa del gobierno encabezada Francisco Chíguil enfrenta nuevos retos como coadyuvar con Claudia Sheinbaum, para la ansiada y compleja reactivación económica en la Ciudad de México.
Para unos, la reactivación económica es un asunto de la formalidad, sin embargo, es un tema que incluye al comercio popular. En Gustavo A. Madero éste sector juega un papel crucial, da empleo a diversas personas en esta temporada, llega dinero a muchas familias. Francisco Chíguil ha sabido implementarlo como doctor en ciencias económicas y como conocedor de la alcaldía que además tiene amplio conocimiento de todas las dolencias que tiene la demarcación y principalmente, es estudioso del fenómeno social y las finanzas públicas.
El alcalde ha llevado a cabo distintas acciones en casi cuarenta meses, desde mejorar los servicios públicos hasta la excelente coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) para el combate a la incidencia delictiva. Lo que explica, en parte, su visión para la demarcación.
Existen otras vertientes, la atención al sector popular es una de ellas, en mercados públicos se coordina con la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO) para la mejora de estos centros de abasto y mantiene constante comunicación con el comercio en vía pública. Chíguil Figueroa comprende perfectamente que este sector ha sido históricamente lastimado y en sus gestiones ha transformado esa atención.
El alcalde se hace acompañar de un gabinete importante donde resaltan tres figuras con alto perfil técnico que no aparecen mucho, pero le ayudan a que se logren los objetivos; hablamos de Pablo Trejo, director General de Administración, economista de la UNAM y doctor en Administración Pública, quien además de experimentado funcionario, le entreteje la estrategia presupuestal, estabiliza las finanzas de la alcaldía, tarea sumamente compleja por cuestiones de recortes y ajustes presupuestales, herencia de la pandemia.
Otra funcionaria es Ligia Moulinié en Servicios Urbanos, ingeniera civil por la UNAM, desempeña un papel fundamental en la estrategia, enfocada en senderos seguros y el restablecimiento de la imagen y funcionalidad de los servicios urbanos. Finalmente, Enrique Rojas, en Jurídico y Gobierno, abogado por la UNAM y maestro en Política Pública y también en Derechos Humanos por el ITAM, se encarga de trabajar principalmente temas de gobernabilidad y gobernanza funcional, complicado en estos tiempos. Este funcionario es el único que aparentemente no encaja del todo, dado que en estos tiempos ser itamita pareciera una maldición y no lo es, Claudia Sheinbaum echa mano de varios itamitas para resolver problemas públicos con Eduardo Clark o José Merino (este último, profesor en el ITAM).
Conjugar finanzas sanas, la atención permanente de servicios públicos y la estrategia de senderos, así como trabajar de manera seria en la gobernabilidad, pareciera ser una fórmula que Chíguil la tiene bien estudiada, y apoyada con la jefa de Gobierno podría dar mejores resultados en la reactivación económica.