Después de varios meses de silencio, por fin emite un comunicado la Sección 15 de la CTM, que es el sindicato que tiene agremiados a los trabajadores de Interjet. El documento de 13 hojas detalla paso por paso el tránsito judicial que han vivido, y de ello quiero destacar varias cosas, antes de que la familia Del Valle salga a decir -una vez más- que Interjet está a punto de despegar.
El comunicado narra prácticamente toda la historia desde que comenzó la pandemia, y es que recordemos que Interjet conservó a toda su plantilla, mientras las otras líneas aéreas, tanto las de bajo costo como la tradicional, se vieron obligados a recortar personal, dada la disminución de vuelos a nivel mundial.
Medida que podemos ver desde dos ángulos: fue la decisión de mantenerse unidos para sobrepasar la crisis provocada por la pandemia de Covid, o bien, porque ya sabían que iban a dejar una bomba a punto de estallar.
Y es que el comunicado empieza narrando lo que pasó en octubre de 2020 y es un dato más que revelador, y cito textual:
“El 16 de octubre del 2020 la organización sindical presentó ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje el pliego de peticiones con emplazamiento a huelga en contra de ABC Aerolíneas S.A. de C.V. (Interjet) al cual le fue asignado el número de expediente III-3333/2020, cuyo objeto fue el cumplimiento del contrato colectivo de trabajo, ya que la empresa dejó de pagar los salarios de los trabajadores por más de 3 meses, entre muchas otras prestaciones.”
Comunicado de la Sección 15 de la CTM
Con el pasar de los años, la información salió a la luz, y se descubrió que la familia Alemán, que en diciembre de 2020 tenían la totalidad de las acciones de Interjet, no habían pagado impuestos desde el año 2016.
Todas las aerolíneas que nacen en el país, aunque sean operadas por particulares, son subsidiadas por el gobierno durante cinco años. Lapso que en promedio, las aerolíneas logran su “punto de equilibrio”. Debemos mencionar a líneas contemporáneas a Interjet como son Volaris y VivaAerobus, quienes nacieron en el ocaso del gobierno de Vicente Fox.
Sin embargo el subsidio se acabó para Interjet, o por lo menos de manera legal. Pero supieron capitalizar la llegada del gobierno del priista Peña Nieto. No es dato menor que la familia Alemán, también de pura cepa priista, es descendiente del que fuera presidente del país de 1946 a 1952. Con esas cartas credenciales, encontraron la manera de que se le siguiera “apoyando”, y es así como durante la administración del gobierno de López Obrador, se descubre que Interjet llevaba -por lo menos desde el 2016- sin pagar impuestos.
Eso sin hablar del tema de los adeudos de turbosina que tenían, al grado que en diciembre de 2020, justo cuando los Del Valle adquirieron la mayoría de las acciones de Interjet, la oficina de Aeropuertos y Servicios Auxiliares anunció la suspensión en la venta de turbosina a Interjet; ese mismo día decidieron cerrar la cortina.
Con lo todo lo anterior, quiero dejar claro que la crisis de Interjet ya tenía varios años, que no fue todo culpa de la pandemia de Covid, como pretende argumentar la parte patronal, sino que en realidad todo se debió a una pésima administración.
La industria aeronáutica es muy complicada y la familia Alemán en algún momento pensó que era muy fácil jugar “a los avioncitos”; con el apoyo de los gobiernos del PAN y del PRI no tuvieron ningún problema, fue hasta la entrada de otro jugador más, quien le exigió pagar lo que debía al erario, y como suele suceder en este país, los dueños prefieren dejar quebrar la empresa.
Esta historia no es nueva, ha pasado muchas veces dentro de la industria aérea y por desgracia las leyes, en los hechos, nunca han protegido a los trabajadores de este tipo de acciones, en donde de un día para otro se ven sin su fuente de trabajo.
El comunicado de trece hojas de la Sección 15 de la CTM detalla todos y cada uno de los procesos jurídicos que se emprendieron, pero mi objetivo es resumirlos para evitar que sea farragoso. Después del emplazamiento y de que la aerolínea bajara la cortina, los trabajadores decidieron (en enero del 2021) estallar una huelga con una empresa ya sin operaciones; este punto es relevante, no se les olvide.
La respuesta de la Familia Del Valle, los nuevos dueños de Interjet, fue desconocer la huelga (proceso legal), por lo que los trabajadores se vieron obligados a ratificar de nueva cuenta el estallamiento de huelga en un trámite llamado “recuento”, y una vez más la huelga se dio por válida por las autoridades correspondientes.
En marzo de 2021, al no ver claro el tema de los pagos, la Sección 15 decidió demandar a Interjet en un “juicio de imputabilidad de la huelga”, esto es, que la huelga se origina por la falta de pago de la empresa, y el 28 de septiembre de ese mismo año, las autoridades decidieron darle la razón al sindicato, declarando que la huelga era culpa de la empresa y se condenó a la familia Del Valle al pago de salarios adeudados y caídos.
Y justo aquí comienza el festín judicial, lo que ocurrió fue que Interjet se amparó para no pagar, y el Sexto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito determinó darle la razón a la empresa, y otorgarle el amparo y protección de la justicia federal el 13 de enero de 2022; si bien es cierto ese amparo no los absolvió, sí fue para “reponer” una parte del procedimiento, lo que implicó meses de tramitología. Para el 16 de marzo del 2022 la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje emitió un nuevo laudo donde condeno a Interjet a pagarles a los trabajadores, obviamente una cantidad mayor, dado el tiempo transcurrido.
Ante esta nueva sentencia la empresa otra vez promovió juicio de amparo, sin embargo, en esta ocasión se los negaron, quedando como se dice en el argot abogansteril: “en firme”.
Pero las cosas no se iban a quedar ahí; Interjet tuvo la peregrina idea de ir con la Suprema Corte de Justicia de la Nación y solicitar un recurso de revisión, porque les habían negado su amparo. No fue sino hasta el 20 de septiembre que la SCJN les negó su solicitud, por improcedente.
Mientras se daban con todo entre empresa y sindicato, en agosto de 2022 un acreedor promovió un juicio de concurso mercantil, que fue aceptado, y aquí comienza otro proceso totalmente diferente, pero a la par, del conflicto en materia laboral.
Y es que ambos procesos, tanto el de la huelga como el concurso mercantil, están detrás de los bienes de la aerolínea, lo que lleva a que este asunto se complique hasta el punto en donde hoy se encuentra. Porque en el mundo real y de los hechos, entre que la huelga se desconoció, se sacó a la gente que estaba en los mostradores de Interjet, y esa parte laboral no ha sido respetada.
Los representantes de la Sección 15 han sido muy claros en decir que aunque el juez segundo de distrito en materia de concursos mercantiles, haya declarado el 4 de abril del 2023 oficialmente la quiebra de la aerolínea, y nombrado al síndico Alfonso Ascencio Triujeque, en el juicio laboral se ha impedido el remate de los bienes.
Esto es, todo lo quieren llevar al terreno de las reglas del concurso mercantil, sin respetar el derecho a huelga de los trabajadores. Lo cierto es que también por la vía mercantil tiene más de un año en que el síndico “se ha hecho pato” con los remates de los bienes, y mientras los trabajadores de Interjet siguen sin recibir justicia.
El meollo de este asunto está en el “reconocimiento”; así es, por un lado la Sección 15 tiene perfectamente claro quiénes son los trabajadores que prestaban sus servicios a ABC Aerolíneas, pero en el caso de los trabajadores de confianza no, por lo tanto, no hay claridad de cuántos son, y no están contemplados dentro de los laudos ganados por el sindicato; pero la autoridad tampoco puede dejar “a pie” a los trabajadores de confianza.
Y justamente en ese punto es donde están atorados, y -hay que decirlo- sin muchas ganas de encontrar una solución, porque también en eso han colaborado los Del Valle, en entorpecer los trabajos al salir a declarar que en Interjet había “aviadores”, y no de los que vuelan en la nómina, sino que tenían inflada de manera artificial la planilla de trabajadores. ¡Claro! esto según las declaraciones de una familia que a cada rato nos sale con el cuento de que “ya merito regresa a volar Interjet”.
Lo magistral que encontré en el comunicado fue cuando la Sección 15 justificó su silencio con lo siguiente: que si no se ha avanzado en parte es porque ahora el poder judicial está en paro. Sin embargo, justo cuando escribo estas líneas, la misma Sección 15 hizo oficial que:
“… el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles, con apoyo en la circular 16/2024 emitida por el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, en la que determinó los casos urgentes que deben de atenderse ante la suspensión de labores del Poder Judicial de la Federación, ha ordenado que se de vista a los diferentes acreedores reconocidos con un primer proyecto de pago para los acreedores laborales preferentes…”
Comunicado de la Sección 15 de la CTM
Y con ello plasma una posible solución para una dispersión del dinero que tiene bajo su resguardo el sindico de la quiebra. Eso suena muy bien, pero también la Sección 15 reconoce que esto sucederá “solo que no haya oposición de las partes”…
¡Vaya!, pues ese es el problema original, que las partes no están de acuerdo. Entiendo que el sindicato pretende ser “prudente”, pero con esto queda claro que la única salida que el sindicato se niega a explorar es la negociación política.
Y aporto un dato cultural: el caso judicial de AeroCalifornia sigue vivo, esto es, algunos trabajadores siguen litigando su liquidación, gestionando una huelga desde el 2008. La pregunta es ¿en Interjet van a esperar todo el tiempo para que se resuelva por la lentísima vía judicial?, ya vimos que a los impartidores de justicia, lo que menos les corre, es prisa y parece que a los del sindicato tampoco; finalmente ellos son un sindicato patronal y no necesariamente son trabajadores de la aerolínea, así que no están precisamente muy afectados.
Es por eso que los trabajadores deben presionar a su sindicato, en este caso la Sección 15, sin dejar de lado a las autoridades correspondientes, hasta encontrar una salida política, donde el dinero que ahora está bajo resguardo de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje sea repartido entre todos los trabajadores de Interjet, sean sindicalizados o de confianza, y se rematen todos los bienes que todavía existan. ¿Eso es justicia? Definitivamente no, pero solo así los trabajadores recibirían un poco de justicia social. Yo sé que hay trabajadores que están dispuestos a seguir hasta sus últimas consecuencias, y aplaudo de verdad ese ímpetu. Pero del otro lado de la moneda están aquellos otros que mantienen viva la ilusión de volver a volar.
Por eso sé que los dos bandos me van a odiar cuando diga lo siguiente: ningún frente va a conseguir plenamente lo que busca, y de ese entuerto los únicos que se benefician son los de siempre: los empresarios. En sus mesas nunca les ha faltado el pan, ni la sal. Hago votos por que concilien, y por fin los trabajadores reciban algo de lo mucho que se les debe.