Desde este espacio de opinión estamos convencidos que, en este lapso de estudio en relación a la discusión de modificación con el fin de extender el plazo de marzo del 2024 a marzo del 2028 para que las Fuerzas Armadas realicen labores de seguridad pública en el país, llegará a un desenlace positivo porque el asunto presenta otras características y circunstancias que abren el abanico para proporcionar un debate más profundo que hará posible un mejor entendimiento con las fuerzas de oposición que tienen, sin duda, la última palabra ya que los votos que aporten serán fundamentales por ser una modificación al marco constitucional donde se requiere mayoría calificada.
De hecho, hasta unas semanas se trabajaba para construir un consenso con los senadores del bloque de contención; sin embargo, se formó una perceptiva de polarización porque no había interés de la oposición que actuó más bien con señalamientos hipotéticos vociferantes sin fundamento ni razón en el afán de convertir la sesión en un escenario de confrontación para tumbar la minuta.
Esto resultó un mecanismo de presión, pero al final insuficiente pues la apreciación y la lectura atinada que tuvo el coordinador de los senadores de Morena lo hizo valorar y tomar la determinación de proponer la suspensión que se convirtió, como lo atestiguamos, en una prioridad debido a que -la propuesta- debe alimentarse de una ruta crítica de análisis y debate; esa postura fue la mejor decisión no solo para un proceso de organización y planeación, sino para construir un consenso que se dé justamente a través del diálogo.
Y el consenso será, sin duda, la llave de acceso que permita aprobar la propuesta de extender el plazo de marzo del 2024 a marzo del 2028 para que las Fuerzas Armadas realicen labores de seguridad pública en el país pues el periodo de receso que tomó la minuta es espacio suficiente para tener un encuentro con todos los interesados en este tema.
Hablo de intelectuales, especialistas, académicos, gobernadores y titulares de las dependencias de seguridad federal y estatal con el fin de construir un marco plural, especialmente por la necesidad apremiante de buscar mecanismos de pacificación del país y una solución constitucional puesto que de eso -depende mucho- para tener una base sólida en las estrategias de seguridad.
De hecho, el propio senador Ricardo Monreal que es una pieza clave en este proceso adelantó que está semana se convocará a todas las fuerzas políticas representadas en el Senado, para que, de manera honesta, seria y abierta, se busque entre todos construir una propuesta de redacción alterna en la que coincidamos todos.
Esa consideración contribuirá a buscar otras alternativas o alguna que otra modificación indispensable a la propuesta original que será, sin duda, el elemento decisivo para hacer posible que la minuta alcance un término constitucional.
Desde luego que no será tarea sencilla, no obstante estoy plenamente seguro que habrá consenso a pesar de las resistencias del PAN. Presiento que los votos del PRI serán la alternativa viable para alcanzar mayoría calificada ya que es la fracción que puede tener mayor flexibilidad, sobre todo porque la propuesta nació del Revolucionario Institucional que lograría terminar siendo, la pieza que falta para armar el rompecabezas pues tiene mayor sentido que sean ellos quienes abracen y acompañen la minuta, especialmente para superar las diferencias políticas que hay en el seno del PRI.
A estas alturas el escenario es más favorable para Morena y sus aliados que decidieron acompañar la propuesta del PRI desde el inicio que se presentó el punto en la Cámara de diputados.
Lo mismo puede pasar con las distintas fuerzas que integran el pleno del Senado de la República, en especial el bloque de contención que bien puede cerrar filas por sí se encuentra una solución a través de una alternativa en la que todos participen. Tal como lo propone Ricardo Monreal cuando planteó discutir nuevamente con libertad y pluralidad, la posibilidad de un encuentro en la propia Cámara Alta con todas las fuerzas políticas.
Por eso el escenario es muy distinto al pasado. Hay ánimo constructivo; en estas condiciones todos pueden abrazar la misma causa ya que lo que faltaba era precisamente tiempo para analizar; por eso el lapso que propuso el coordinador de los Senadores de Morena llegó en el momento idóneo que habla de tacto político y de un estratega que supo canalizar esta coyuntura que se presentó para profundizar el tema y sea, como se anticipa, una realidad la modificación al marco constitucional, sobre todo porque mucho depende la pacificación del país con este proyecto.
¡Habrá consenso!