Estamos en las últimas semanas de las campañas electorales. Desde luego destaca la campaña política por la presidencia de la república, por la jefatura del Estado. Aún faltan un poco y puede haber sorpresas, todo es posible, pero las preferencias electorales de los ciudadanos mexicanos, ha mostrado una variedad relativamente pequeña en cuanto al traslado de voluntades electorales sobre las candidaturas presidenciales, la ventaja de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo sigue siendo de dos dígitos y se ubica en 60% de las preferencias, contra un poco mas del 30% para Xóchitl Gálvez y un 7% para Álvarez Máynez. Datos de la “Encuesta de Encuestas” de la revista Expansión. Son preferencias con poco movimiento -nunca hay una encuesta exactamente igual una a otra-. Digamos sin sorpresas.
En consecuencia, los hacedores de esta encuesta, le otorgan una probabilidad de triunfo a Claudia Sheinbaum del 98%.
Si esto se mantuviera en las últimas dos semanas, estaríamos ante uno de los más grandes fracasos propagandísticos y electorales de la derecha mexicana, por su esterilidad ideológica y programática, por su completa derrota cultural, a pesar de haber sido agresivos, calumniosos, difamadores, y derrochadores de recursos financieros como nunca. Entenderán el gran error de haber impuesto a la Sra. Xóchitl Gálvez como candidata presidencial de una coalición de partidos desprestigiados hasta el tuétano, repudiados por la inmensa mayoría de la población, y exhibidos reiteradamente en su corrupción y estulticia, es decir, en su imbecilidad política, al querer disfrazar los intereses que realmente expresan y defienden, usando a una mujer con grandes limitaciones ideológicas y culturales y de comunicación social, de personalidad política.
El tema de las propuestas en campaña y en debate, es importante pero a la vez relativo: una propuesta para que tenga una mínima seriedad hacia los electores, debe estar debidamente estructurada, haber detectado su viabilidad financiera para ser implementada, definir de dónde se obtendrán todos los recursos necesarios, a qué población va a beneficiar, cómo y por qué instancia de administración y gobierno serán aplicados, que canales de distribución serán usados y cuál es su costo, así como los mecanismos e instrumentos de evaluación periódica y luego una relación de costo-beneficio para su aprobación.
En sentido estricto deberían presentarse así las propuestas, imposible en esos formatos equivocados de debate aprobados por el INE, y entonces eso da pie a presentar casi lo que sea como propuestas propias de campaña. Decir, que se propone volver a una versión renovada del seguro popular, sin aclarar a qué se refiere y cuánto costaría y a quien beneficiaría, y de dónde saldrían los recursos, o a escuelas de tiempo completo, o a becas universales desde la primaria a la universidad, sin dar más datos, lo puede hacer casi cualquiera. No puede haber certeza o confiabilidad mínima en propuestas enunciadas de esa manera. O decir que Álvarez Máynez fue muy propositivo y ganó el debate sin tener ninguna posibilidad de implementar una sola de sus propuestas, es estéril.
De igual manera, violar las reglas acordadas del debate, o difamar en pleno intercambio de posturas políticas, sin consecuencias, es una severa deficiencia de los órganos regulatorios del INE. Puede hacerse con clara impunidad. No pasa nada. Ese tipo de debates no educan políticamente y poco informan al elector.
Para el caso de la elección para jefe de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada tiene el 56%, Santiago Taboada 32.5% y Salomón Chertorivski 6%, lo cual sería otra derrota contundente y abrumadora bajo esos porcentajes, también de más del 20%. La derecha en México, se civiliza y decide competir sin las atrocidades que dice en sus campañas, renueva su programa, comprende la naturaleza del proceso de cambio actual en sus componentes ideológicos y programáticos reales, no propagandísticos y se desprende de la bazofia partidista que la acompaña, o le espera un largo periodo de naufragio político social.
Necesitamos una derecha moderna y competitiva, no anclada al pasado de privilegios y canonjías sin límites. Si revisamos en la Europa Occidental, tomando como referente fundamental el pensamiento político hacia el proceso integracionista y unionista, y hay procesos de renovación importantes con resultados aceptables. Allí está el Partido Popular Europeo (Grecia, 1992), la Unión de Demócratas Europeos, ésos últimos, luego fusionados con los primeros, absorbiendo en un proceso de unidad a las distintas vertientes de liberales y conservadores, católicos y protestantes, muy pocos se auto marginaron. En fin, lo peor será seguir como hoy.
En los grandes municipios como Ecatepec en el Estado de México, Morena puntea con 44%, igualmente, más de 20 puntos arriba de su competir del frente de derechas, según Mitofsky. En la alcaldía de la Magdalena Contreras, Morena tiene 53.3% frente a 40.9% del candidato de la coalición. Menor la diferencia comparativa, pero significativa, según El Economista. Muy cerrada la competencia en Jalisco y Guanajuato. En otros casos como San Luis Potosí, Morena está abajo. En fin.
El presidente AMLO ha dicho que percibe que la Ciudad de México se ha derechizado, “empanizado”, porque se ha detectado un sector amplio de oposición al obradorismo, a la 4T-4R, ha habido una serie de marchas de oposición masivas, con una narrativa enjundiosa pero ideológicamente manipulada, que actúan y se movilizan mediante procesos de falsificación ideológica, en relación al desempeño del INE, de la “dictadura de AMLO”, etc., pero no en todos los casos, porque en Ciudad de México hay una tradición opositora y por los niveles de escolaridad, con tendencia hacia los principios de la izquierda, más que la de las derechas. Pero en la medida del avance de las clases medias, sus percepciones sociales pueden haber variado, con matices respecto a los planteamientos de igualdad social.
Adicionalmente, debemos contar con que influyen en el posicionamiento político, también, el desempeño de las autoridades locales, en las alcaldías, o en temas concretos a nivel de toda la ciudad, estaríamos en tales casos hablando de una tendencia no consolidada, probablemente, es decir, susceptible de cambiar. El voto abrumador en 2018 en favor de Morena y el cambio registrado en 2021 no puede ser explicado en términos de un cambio drástico político-ideológico, y hoy la preferencia absolutamente mayoritaria por Clara Brugada, hasta este momento, cambia otra vez el espacio de ocupación de la izquierda progresista en el electorado citadino.
Los 36 años de neoliberalismo, con otros enfoques, otros principios, otras lecturas del pasado, que obviamente influyó en todo el país, y la Ciudad de México no puede ser la excepción, impactó en la juventud estudiantil, en la planta docente, incluso de la propia UNAM, en alguna medida, pero el avance de las grandes universidades privadas, creó nuevos líderes familiares y sociales que impactaron su entorno.
Pero, se requiere un trabajo de investigación profundo y distinguiendo los datos de las variables móviles y de las constantes. El voto de la clase media alta y alta o de élite de la Ciudad de México, es inamovible, pero el permanente ir y venir de las clases medias -como segmento social muy amplio- conforme a distintos factores incidentales, debe determinarse y cuantificarse en su variabilidad de mediano plazo.