Hoy en Doha, el precio para un boleto en reventa para la final del domingo se cotiza hasta en 10 mil dólares, por ahí de los 200 mil pesos. Urge a los revendedores colocarlos, aprovecharse de los aficionados que tienen la esperanza de llegar a la final, porque mañana esos precios podrán bajar o bien, irse mucho más caros.
Me explico. Argentinos hay decenas de miles, el gobierno qatarí estima que han llegado 14 mil más desde que derrotaron a los Países Bajos el pasado viernes, mismos que se han sumado a los que ya estaban en Doha; poco más de 65 mil argentinos, todos con la misma ilusión, ver campeón mundial a Leo Messi.
Ahora, muchos de estos nuevos fans no tienen boleto para la final y lo deben comprar en reventa, esa que explota la necesidad de los fans, de sus sentimientos. Pero les puede pasar a estos revendedores lo contrario, si llegara a ganar Croacia y no colocaron los boletos de la final, los precios bajaran considerablemente, pero claro, si gana Argentina y llega a su sexta final mundialista el precio sería mucho mayor a los 200 mil pesos. Vaya decisión que deben tomar los aficionados a la albiceleste.
Mismo caso con los marroquís. Llegan y llegan africanos a Doha, son los verdaderos locales y si lograran la hazaña de avanzar a la final, los revendedores serían muy felices.
Lo peor de todo, es que muchos de estos boletos de reventa salen de las oficinas de las federaciones de futbol del mundo, que aprovechan la necesidad de la gente ante la gran cantidad de boletos que la FIFA les otorga. ¿Cuánto pagarías por un boleto para ver a tu selección en la final del Mundial?