Hay plena convicción y seguridad de que Morena gane las elecciones presidenciales del 2024. Este augurio viene alimentado de un proceso de organización estratégico de manos del presidente López Obrador que, fiel a su estilo, está tejiendo fino para refrendar el triunfo histórico del pasado 2018.
Eso viene a justificar el hecho que, desde hace dos años, AMLO lanzó el anzuelo a la opinión pública para ir generando condiciones. De hecho, a quienes aspiran a buscar sucederle, los convocó a una reunión privada el pasado lunes. Una cena fue testigo del cónclave oficial para conocer parte de las reglas de participación interna a la que todos, sin excepción, tendrán que sujetarse para enfrentar cada uno su precampaña a lo largo y ancho del país.
En efecto, cada uno de los aspirantes a la presidencia comenzará a presentar su renuncia la siguiente semana, y una vez que pase el Consejo Nacional de Morena. Ya con los mecanismos establecidos, iniciará la lucha por la candidatura presidencial. El punto es que, a bordo de ese mapa presidencial, van los nombres implícitos de Adán Augusto, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal.
Curiosamente, muchos no creían que ese escenario llegaría a pasar. De hecho, otros auguraban un rompimiento entre Ricardo Monreal y López Obrador, en el mes de diciembre. Si vemos detenidamente todo lo que aconteció antes de enero, el panorama del zacatecano lucía complejo, pues el clima que se formó generaba una brecha enorme. Sin embargo, desde este espacio de opinión constantemente justificamos que, de un momento a otro, era inminente un encuentro entre el mandatario federal y el coordinador de los senadores de Morena.
Los une, además de una añeja amistad, un proyecto de nación que ambos empujaron desde la incipiente lucha democrática de hace décadas. Prescindir de Monreal hubiera sido un error político y estratégico. Por esa razón, la postura que tomó el mandatario de corregir la estrategia presidencial fue, ni más ni menos, que un acierto ante la naturaleza de lo que se jugará en 2024.
Y ayer, a mediodía, hubo una reunión entre presidentes… el de la República, Andrés Manuel López Obrador; y de la Cámara alta, Ricardo Monreal.
Pasaron casi dos años para que esto ocurriera. Y de ello dio cuenta el propio político zacatecano, al salir, que en breve entrevista a medios dijo que se trató de un “encuentro afortunado… reforzando nuestra amistad y convicción para continuar con la transformación que un día soñamos….”
También, Monreal agradeció el reconocimiento del primer mandatario en “La mañanera”, al trabajo de las y los senadores” que él mismo coordina.
Monreal comentó que es impensable que se lance como candidato independiente para lograr sus deseos, y reiteró que con Morena, “hasta la muerte”.
De ahí la foto. Una fotografía con Andrés Manuel, su amigo y mentor, ambos sonrientes, nada acartonados.
Con esta visita se muestran señales inequívocas de que la congruencia política es una virtud que produce beneficios a quien la practica.
Y el ejemplo más claro es el mismísimo Ricardo Monreal quien se mantuvo en su postura independiente, respetuosa de la ley, pero leal al presidente López Obrador.
Este jueves, después de dos años de que AMLO lo ignorara, Monreal vuelve a estar en el ánimo del presidente.
Y es que ya no solo lo incluyó entre los aspirantes a la presidencia, sino que por primera vez le reconoce la importante labor del líder de la bancada de Morena en el Senado que permitieron las más importantes reformas constitucionales y legales de la 4T.
Y el reconocimiento no fue a petit comité, sino durante la mañanera, es decir, a nivel nacional, López Obrador dijo que se lograron las reformas gracias al liderazgo de Ricardo Monreal.
Lo invitó a la cena de las corcholatas y gobernadores en la que acordaron algunos de los puntos que llevarán al Consejo Nacional para la selección del candidato de Morena a la presidencia.
Eso no es todo, ayer a mediodía, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, recibió en Palacio Nacional al senador Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, a Adán Augusto López, secretario de Gobernación y a Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
El encuentro con el presidente fue calificado como afortunado, por el senador Monreal, quien destacó que sirvió para reforzar su amistad y la convicción para continuar con la transformación que soñaron.
Monreal Ávila agradeció al presidente su reconocimiento en “La mañanera” al trabajo de las y los senadores.
Al salir de Palacio Nacional, el senador Monreal afirmó que ni muerto dejará Morena, que seguirá en su partido hasta el final.
Al senador se le ha preguntado en varias ocasiones si tiene un plan b en caso de no ser el candidato de Morena a la presidencia, lo cual Monreal en repetidas veces ha negado, mas ahora, que su panorama es mucho mejor que hace algunos meses.
Dijo que por el momento se dedicará a trabajar por la campaña nacional, por la unidad de su partido y dejó abierta la puerta a ser el candidato de Morena al gobierno de la Ciudad de México.